2014-04-17 | 09:44:34

Muy a pesar de lo declarado y advertido
por el propio Gobernador Javier Duarte,
los transportistas siguen aplicando
el aumento que supuestamente nadie
les autorizó, pero que al día de hoy, sigue
siendo complacido por las autoridades,
ya no es solo Veracruz – Boca del Río
y Xalapa, también ocurre en Córdoba
y así los ciudadanos que se resisten a
pagarlo, son conminados por los operadores
a descender de las unidades.
La semana pasada Duarte dijo que
no había autorizado incremento alguno
a la tarifa del transporte público, en su
modalidad de urbano y suburbano,
pero no conformes de que el aumento
se sigue cobrando en algunas regiones
de la entidad, este miércoles, también
en Córdoba diversas líneas subieron un
peso sus cuotas.
Es decir que el pasaje entero pasó de
$8 a 9 pesos, mientras que el de estudiante
pasó de 5 a $6 pesos, lo anterior
fue informado por las mismas líneas de
autobuses a través de letreros colocados
al interior de sus unidades, lo anterior
también ocurrió el fin de semana en
Veracruz –Boca del Río y Xalapa ¿y el
gobierno? Bien gracias; según lo dicho
por el Mandatario en reuniones con
transportistas.
Y uno de los tantos temas de la semana,
es el referente a la modificación a
la Ley de Educación para el Estado de
Veracruz que aprobó al vapor el Congreso
del Estado el pasado martes para
evitar así que el presidente de la república
Enrique Peña Nieto interpusiera
una controversia constitucional; punto
de acuerdo que generó la molestia de los
diputados del PAN quienes abandonaron
el recinto, pero aun así se impuso
la mayoría priistas y la reforma quedo
aprobada; ya las voces de rechazó e inconformidad
no se han hecho esperar.
En otro tema, para el secretario de
seguridad pública lo que ocurre en el
estado de Veracruz, con las desapariciones,
secuestros, robos y enfrentamientos
son ajustes de cuentas entre
delincuentes, pero no es el primer
funcionario que así lo señala, han sido
muchos los que a manera de justificar,
citan que ello solo pasa entre “los malos”,
declaraciones que han causado en diferentes
ocasiones el enojo de la sociedad
civil que de alguna u otra manera ha
sufrido los estragos de la inseguridad
y observa como tratan de manchar la
imagen de familiares o amigos.
Unas horas después de lo declarado
por el secretario de seguridad, el gobernador
Javier Duarte fue entrevistado en
el Congreso del Estado y aseguraba que
no avalaba las polémicas declaraciones
Bermúdez, asegurando que él tenía ya
un compromiso con el Colectivo por
la Paz Xalapa para analizar caso por
caso, las 665 desapariciones que han
ocurrido en la entidad desde durante
su sexenio.
El gobernador apuntó que las balaceras
y hechos de violencia que se
han presentado en la zona conurbada
Veracruz-Boca del Río y en la capital del
Estado, son producto de la seguridad
y no de la inseguridad, ya que según
él son operativos tácticos de fuerzas
federales y estatales para combatir a
la delincuencia.
“Lo que sucedió aquí en Veracruz
fue la acción de las instituciones en
contra de los delincuentes”, por eso
aseguró que ello, no afecta al turismo,
al contrario, lo fortalece, es una buena
noticia que se desarticulen células
delincuenciales, dijo. Pero la realidad
es distinta y lo cierto es que los hechos
de inseguridad continúan afectando a
ciudadanos comunes y corrientes que
aún esperan justicia.
Basta recordar a modo de ejemplo
lo ocurrido el mes pasado en el puerto
de Veracruz cuando Alan Quevedo
Orozco, arquero del equipo sub 17 de los
Tiburones Rojos y su cuñado, Miguel
Eliacim Caldelas, murieron baleados
tras intentar liberar a Gerson Quevedo
Orozco, de 19 años de edad quien
se encontraba secuestrado, habiendo
pagado ya el rescate solicitado por los
captores.
La familia Quevedo González sufrió
la perdida de dos familiares y uno de
ellos permanece “secuestrado” y aseguran
que el gobierno del estado no les
ha apoyado lo suficiente para dar con
el paradero de su menor hijo y como
éste muchos casos. Así las cosas en
Veracruz.
@magzamu