2014-04-24 | 08:22:01

El gobierno de Francia en tiempos del presidente Françoise Hollande, hará entrega al distinguido veracruzano, Ignacio Morales Lechuga, en los próximos días de la condecoración de la Legión de Honor en grado de Oficial, la más alta distinción que se concede en ese país y que le reconoce por los atributos que como ciudadano fortalecen a la amistad y a las buenas relaciones entre dos naciones en este caso entre México y Francia.

La historia del famoso Nacho Morales, comienza desde su origen en su natal Poza Rica, en donde desde niño y joven comienza a destacar como un estudiante ejemplar, y que luego sale del hogar para radicar en la ciudad de México, y estudiar en la Escuela Libre de Derecho.

Después de graduarse como abogado, Morales Lechuga, apuesta por la carrera notarial y siendo muy joven por oposición alcanza pronto su sueño de todo profesionista, un éxito que lo ubica como notario público en la ciudad de México.

Con el paso del tiempo, recibe invitación para ocupar la secretaría general de gobierno en el estado de Veracruz y después se retorna a la ciudad de México, como el primer titular del consejo nacional de seguridad en donde es responsable de la logística en la materia en el mundial de futbol de México 1986.

Ya entrado en la actividad del servicio público, Ignacio Morales Lechuga, recibe invitación del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari para encabezar la Procuraduría General de Justicia en el Distrito Federal, para luego ser designado Procurador General de la República, y posteriormente culminar su actuación como embajador de México en Francia.

A su retorno, en la navidad de 1993, se entrevistó con el entonces candidato del PRI a la presidencia del país, Luis Donaldo Colosio, en donde Morales Lechuga, seguramente hubiera tenido una cercana participación con el político sonorense

Luego, en 1998, participó en la política en su estado, en donde encabezó una histórica alianza partidista de oposición como candidato a la gubernatura del estado de Veracruz, en donde la fortaleza de la unión entre el PT y el Partido Verde, fue debilitada por la salida de la alianza del PRD y con esto se truncó las posibilidades de triunfo, pero Nacho no abandonó el barco y llegó al final de la elección en un tercer lugar y desde esa época abandonó la política, para no aceptar ni el cargo de secretario de gobernación que le fue ofrecido.

Desde aquel tiempo en 1999, pareció hacer un juramento de nunca más participar en la actividad política para dedicarse de tiempo completo a su despacho de notario y como maestro de derecho, además de conferencista. Con el paso de los años, Ignacio Morales Lechuga, encontró el objetivo y anhelo de su vida, servir a sus semejantes pero desde la sociedad civil en actividades altruistas y es así como inicia su otra vocación de servicio social a través de una de las fundaciones de mayor prestigio en el país, como lo es la Fundación Gonzalo Río Arronte, además de que en el estado de Veracruz, preside la Fundación Rubén Pabello Acosta, que reconoce el trabajo de los periodistas.

En su recorrido por la vida, nada ha podido empañar el prestigio profesional de su larga trayectoria de ciudadano ejemplar, a pesar de los celos y esfuerzos de algunos detractores que no pudieron opacar la luz de su elevado conocimiento y la otra “luz” que con el paso de los años forjo a base del duro trabajo diario en su notaría con jornadas que comienza desde las seis de la mañana y termina por la noche.

Sería muy largo enumerar sus triunfos como servidor público tanto en Veracruz como en la ciudad de México y el gobierno federal. Pero sólo una reflexión, Nacho Morales, rompe esquemas cuando dicen que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta, escogió el camino largo, el más pesado, pero con el paso de los años también ha demostrado que la línea recta de la vida, se puede construir cuando se opta por el camino más largo y el más pesado que es el de la humildad, los valores humanos y la rectitud que al final retribuyen al ser humano, lo que no se puede comprar, el reconocimiento público y el cariño de la gente.

“SIN PROTAGONISMOS una figura ha contribuido a recuperar la armonía en las relaciones de México y Francia, luego de que los presidentes Felipe Calderón y Nicolás Sarkozy logran casi congelarlas. El ex embajador mexicano en París (1993-1995) y actual notario público, Ignacio Morales Lechuga sumó sus buenos oficios a los de trabajos diplomáticos de los gobiernos de Enrique Peña Nieto y de François Hollande para regresar al buen camino la cooperación y la amistad entre ambas naciones. Ahora, nos comentan, el gobierno francés ha decidido otorgar a don Ignacio la Condecoración en Grado de Oficial de la Legión de Honor. El galardón le será entregado en fecha próxima por la embajadora Elisabeth Beton-Delegue. Bajo Reserva, el Universal 21 de abril de 2014.

Destacados medios nacionales, a partir del 21 de abril del presente, comenzaron a dar la noticia del reconocimiento a Ignacio Rey Morales Lechuga, por parte del gobierno francés, en un acto de mucho mérito a quién ha caminado por la ruta difícil de los escenarios públicos, sin fuero y sin cargo público, simplemente con la más antigua y grandes de las patentes en la historia de la humanidad la de fedatario público, que desde la antigüedad ha sido una función para los actos jurídicos de las personas, que hoy abarca hasta las sociedades en nuestros días, pero también con el carácter más elevado de fe hasta en las jornadas electorales.

Nacho Morales , llega al momento cumbre de su vida y de su carrera con el paso de los años, por eso no deben extrañarles los actos de reconocimiento a su desarrollo profesional y a su persona, en donde su esposa la señora Jacqueline Broc de Morales Lechuga, su compañera de vida, ha sido el bálsamo y también su más severa crítica en todo momento de su intenso caminar en este mundo en los últimos treinta años, en donde no se puede dejar de mencionar a su eficiente y leal secretaria Rosa María Hernández “Rosita”, siempre pendiente de su jefe. Felicidades a nuestro amigo y paisano. Así las cosas