2014-07-22 | 10:03:05

Dos temas se posicionaron en la agenda
pública estatal este lunes. Uno, la nueva
Ley del Instituto de Pensiones del Estado,
en cuyo tema abordado ayer por el gobernador
Javier Duarte saltaron números que
le dan más claridad al asunto. El otro, el de
los cambios del gabinete, donde también
las cifras, estas manejadas por el recién
ungido nuevo titular de Finanzas del Estado,
Mauricio Audirac, dimensionan la
situación real de los recursos y las acciones
que seguramente vienen.
En el primero, hay que destacar que sin
duda es lo que se requería, que se ilustrara
como se hizo ayer el tema comparativo.
Cuál es el problema real del IPE, pues lo
que se ve es a un sector de jubilados y pensionados
de la Tercera Edad que hacen el
reclamo de sus pagos. Y se ve a algunos
sindicatos que inconformes argumentan
una equivocada reforma.
Pero como mantener el esquema de
un instituto que necesita ser subsidiado
cada año. Al menos es lo que el mandatario
veracruzano expresó ayer al informar
que tan sólo por el ejercicio fiscal 2013,
el costo de la nómina de pensiones fue de
4 mil 240 millones de pesos para el pago
de 24 mil 807 pensionados, por lo que en
cuotas recibió el IPE 2 mil 178 millones de
pesos, es decir, la administración estatal
tuvo que sufragar el déficit de 2 mil 062
millones de pesos.
Para este año se tiene contemplado un
presupuesto al IPE de 4 mil 857 millones
de pesos, por cuotas y aportaciones pero
se recaudarán 2 mil 341 millones de pesos,
por lo que estiman, enfrentarán un déficit
de 2 mil 516 millones de pesos mismo que
nuevamente tendrá que salir del gobierno
estatal.
Esta información hace ver que el curso
de Pensiones del Estado ha tomado un
rumbo diferente. El problema financiero
que arrastra desde hace varias administraciones
tendrá un grave costo social y por
ende repercutirá en los grupos más vulnerables
adscritos a este sistema. El impacto
puede ser mayúsculo y por lo tanto con
estos números fríos debe dar en teoría un
entendimiento claro de las adecuaciones
y la urgencia de acciones de saneamiento.
Mientras que ayer mismo dentro del
esquema que tiene que ver con la parte
financiera de la entidad, dio posesión el
Ejecutivo Estatal al nuevo secretario de
Finanzas, Mauricio Audirac que sustituye
a Fernando Charleston. El lugar que ocupaba
Audirac en la Contraloría Estatal,
como se sabe, fue para Ricardo García Guzmán
quien tiene su larga historia política
de buenas pero más malas e indefiniciones.
Lo primero que enfrenta Audirac es
el reclamo de los diputados locales que
pedían la comparecencia de Charleston
en el recinto, ahora tocará a éste evaluar y
acudir al llamado.
Lo que si dejó en claro es el monto de la
deuda estatal que asciende a 45 mil millones
de pesos. “lo que ha venido a través
de 45 mil millones que es lo que ha venido
caminando y lo que esta inclusive avalado
por la Secretaría de Hacienda”, indicó.
Es otro dato duro que pocas veces se
habla o se quiere abordar. La realidad no
puede ser negada y sobretodo si se trata
de endeudamiento que tiene sus orígenes
en pasadas administraciones que recae en
la del duartismo, pero que su titular del
área, en este caso toca a Audirac, deberán
ir informando al respecto, y acabar con el
ostracismo es algo a lo que la ciudadanía
tiene derecho, incluso sin necesidad de
exigir se le informe al respecto.
Si la información no llega a los que
tienen que estar enterados del manejo de
las finanzas, si no se explica la situación
que adolece o las condiciones en las que se
esta trabajando, surgen especulaciones y
rumores que en nada ayudan a la entidad.
Así las cosas hay que estar muy pendientes
del desempeño de estos nuevos
funcionarios a los que el mandatario les
ha brindado la confianza para dos áreas
altamente claves en el manejo de finanzas
estatales.
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