2014-09-19 | 21:55:11

Día 7, me encuentro en un apartado lugar con la televisión encendida viendo estupefacto cómo el futbol mexicano se viste de manteles largos por la llegada de uno de los grandes astros del balompié contemporáneo.
Sí querido lector, Ronaldinho Gaúcho ya lo vemos hasta en la sopa por las aventuras y desventuras que en tan poco tiempo, ha despertado dentro del futbol mexicano tras su llegada, sino, pregúntenle al politiquillo apellidado Treviño.
El jugador sudamericano se presentó la semana pasada con su nuevo equipo, los Gallos Blancos del Querétaro y de inmediato llovieron las reacciones ¡pero no del entorno azteca! Nada de eso, sino de todo el planeta.
El delantero amazónico quien brillara con el conjunto del Barcelona, hizo y deshizo récords con goles, jugadas de fantasía, títulos, alegría al jugar con todo (menos con las manos) y ayudó a que los catalanes impusieran ritmo y calidad en el futbol europeo y de todo el planeta.
Este circo que se realizó y este fenómeno que está viviendo todo el estado queretano y demás plazas futboleras del país por la llamada ‘Ronaldinhomanía’, me recuerdo al vivido hace tiempo cuando Bebeto, también elemento de primer nivel y quien destacara en la selección de Brasil en el Mundial de 1994 y con el Deportivo La Coruña, llegó al futbol mexicano.
En aquel entonces el equipo que tuvo la dicha de recibirlo, fue el Deportivo México…o bueno, para todos los mortales como Toros Neza.
Ese equipo que también se caracterizó por tener un estilo particular con máscaras, cabellos pintados de distintos colores y celebraciones de goles con bailes o con formaciones risibles, fue uno de los animadores de aquel torneo Verano 97 donde llegaron a la Final, aunque la perdieron ante Chivas.
Bebeto llegó por la puerta grande así como Ronaldinho lo está haciendo con los emplumados demostrando que la calidad no tiene edad, sino, pregúntenle a Óscar Pérez, Cuauhtémoc Blanco u Oswaldo Sánchez.
Total, que este exjugador del Barcelona, Milán y Atlético Mineiro debutó y ante Tigres, se dio el lujo de fallar un penal en una acción que todos los aficionados esperaban para gritar el primer gol de Su Majestad Ronaldinho.
¡Pero calma pueblo! Figuras de talla como la de este carioca, se pueden dar el lujo hasta de errar un penal aún sin portero y si el balón fuera del que usa Quico para presumir con El Chavo en su vecindad.
Tarde o temprano, la calidad llega, los resultados harán lo mismo y las victorias queretanas arribarán en un ‘corral’ necesitado de buenas noticias.
Que no se preocupe Ronaldinho, apoyo de la afición mexicana tendrá y sus apariciones en programas de todo tipo y comerciales también…después de todo, es parte del show de la Liga MX.
Ese que se congratula por el fichaje más espectacular en la historia de los torneos cortos (¿y por qué no? del futbol mexicano en general) y que espera que tarde o temprano explote su calidad, ese, soy yo… ¿o no pues?

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