viernes, 19 de abril del 2024
 
Por Gaudencio García
Columna: Plana Mayor
2014-12-19 | 20:24:45
• El IPE: en jaque, otra vez, por jubilados

A pesar del optimismo y de los mejores augurios del tutor, el Poder Ejecutivo, el Instituto de Pensiones del Estado (IPE) nuevamente es puesto en evidencia, una vez más, por sus agremiados la presunta solidez financiera de sus activos para cubrir las prestaciones de fin año a los trabajadores activos, jubilados y pensionados del Estado.
Está visto que este año y lo que ha sido en los cuatro años del sexenio duartista, el IPE y su actual director Armando Adriano Fabre –un pelele del poder público que solamente sirve para cobrar su jugoso salario y sumar enemigos-, no han visto la suya porque no hay año que los trabajadores activos y jubilados se estén quejando del retraso de sus prestaciones sociales.
¿Por qué no da la cara a sus inquisidores el titular del IPE para darle certidumbre a la clase trabajadora y jubilados del Poder Ejecutivo? Si quincenalmente se les descuenta en forma automática de sus percepciones salariales a más de 120 mil burócratas del Estado, porque el IPE no cumple en tiempo real el pago de aguinaldos a los trabajadores activos y jubilados.
No es posible que cada año y en el curso de éste los burócratas se vean forzados a realizar marchas, plantones y tomas de oficina, para que el titular del instituto baje de su pedestal, de su torre de marfil y agarre el toro por los cuernos, buscando soluciones inmediatas de fondo, en lugar de actuar con doble lenguaje, con simulaciones oprobiosas que sólo conducen a teorías bizantinas y empantanan el conflicto.
El primer círculo de las altas esferas gubernamentales celebró con bombo y platillo la iniciativa con proyecto de ley que envío el Poder Ejecutivo al Poder Legislativo, para reformar las ley 287 del IPE con el fin de suprimir esquemas acartonados y modernizar el ordenamiento para fortalecer el músculo de la reserva financiera del instituto, pero que a la postre resultó una parodia, una burla para la burocracia veracruzana.
El hecho de que un sector de los trabajadores del Poder Ejecutivo se haya amparado contra la vigencia del nuevo decreto del instituto y de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación haya dejado intactos algunos artículos de la ley de pensiones, por ser regresivos y atentatoria en contra de los derechos de los trabajadores, no significa que el gobierno duartista no tenga las suficientes herramientas para fortalecer y dejar consolidada la estructura de la reserva financiera del IPE.
Es grave que la Secretaría de Finanzas y Planeación, de la que su titular Mauricio Audirac Murillo echa campanas al vuelo por haber reducido la deuda pública del Gobierno del Estado, no canalice en forma oportuna los dineros públicos a las secretarías de despacho y entidades descentralizadas, para que se pague en tiempo y forma las percepciones salariales y prestaciones de fin de año a la clase trabajadora.
Si el Instituto de Pensiones del Estado se encuentra con sus finanzas sanas y sus bienes inmobiliarios le producen buenos dividendos –hoteles, estacionamiento y el edificio en renta que ocupa la SSP-, por qué se retrasan con los pagos de las prestaciones de ley, o cuál es la explicación lógica del por qué a los bancos todavía no les llegan la mesada para cubrir los aguinaldos de los trabajadores que cotizan al instituto.
¿Por qué los trabajadores no activos tienen que poner en jaque al IPE con marchas, plantones y denuestos? Si hay certeza y credibilidad en las instituciones, como debería de ocurrir con los mandantes y no llegar a los extremos, por qué los flamantes y sempiternos consejeros del instituto, Acela Servín Murrieta –por dignidad y decoro debería de retirarse para disfrutar a sus nietos y tataranietos- y Enrique Levet Gorozpe, corresponsables de los affaires, no han sacado la casta para exigir al titular del IPE Armando Adriano Fabre que cumpla con la norma que establece la Ley de Pensiones del Estado.
La docilidad sindical con el poder público, por supuesto, es absurda y abominable, pero hasta cuándo creen que agotarán la paciencia de sus agremiados, por su entreguismo falaz, por encima de los derechos de los trabajadores. ¿Hasta cuándo? No les bastó haber cobrado como diputados y senadores. Suena burdo, pero algún día los inquisidores los demandarán.
AL CALCE…Nominación ciudadana. Si no ocurre un tsunami político todo está previsto para que por tercera vez compita en las elecciones intermedias del 2015, el periodista y director del periódico El Heraldo de Xalapa, José Valencia Sánchez. Pepe estará disputando la candidatura ciudadana a la diputación federal por el distrito rural de Xalapa, de la que de un momento a otro, tendrá luz verde para entrar a la batalla electoral que se avecina. Este lunes recibirá la adhesión de más de 5 mil firmas que plantea el Código Electoral. La tercera es la vencida. ¡Suerte Pepe! Comentarios a gaugar55@gmail.com


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