jueves, 28 de marzo del 2024
 
Por Catón
Columna: De política y cosas peores
‘Nuevo gran elector’
2015-01-29 | 09:41:16
Adivinanza: ¿Qué es una cosa que entra seca y
sale mojada, que mientras más la dejas dentro
más fuerte se pone y que tanto el hombre como
la mujer disfrutan en la cama? Respuesta: la
bolsita del té. Babalucas se casó.
Al llegar al hotel donde tendría lugar la
noche de bodas su flamante mujercita le pidió
en voz baja: “No vayas a decir que somos recién
casados”. A la mañana siguiente, cuando
bajaron a desayunar, el personal del hotel los
recibió con una sonrisa picaresca. La muchacha
se apenó. Le reclamó a Babalucas entre dientes:
“Te pedí que no dijeras que somos recién
casados”. “Y lo hice -se defendió el badulaque-.
Les dije que somos nada más buenos amigos”.
Esta chica llamada Facilda Laséstas es tan
activa sexualmente que cada una de sus rodillas
piensa que es la única. Mañana aparecerá
aquí el relato intitulado “Sentimiento de una
madre”. Digno de execración y vituperio es ese
chascarrillo, a pesar de su nombre.
Las personas pudibundas deben abstenerse
de leerlo. Yo, que no soy precisamente un
puritano, pasé por él los ojos, y su extremada
sicalipsis me escandalizó. ¡No se lo pierdan!...
He aquí dos historietas relacionadas una
con la otra y con la reflexión que sigue. Se iba
escoger entre los diputados al que presidiría
la Comisión de Estadística. A fin de seleccionarlo
se les aplicó a los aspirantes una prueba
matemática difícil: a todos se les preguntó
cuántas son 9 por 9.
Al terminar el examen los sinodales le
informaron al diputado Estagnación Patané
que él era el elegido. “¿Cómo es posible? -se
asombró éste-. Cuando salí averigüé que 9 por
9 son 81, y yo puse que son 73”. “Efectivamente
-admitió uno de los jurados-. Pero usted fue el
que más se acercó”.
Dos mexicanos bebían su cerveza en la
cantina de un pueblo de Texas. Estaban ahí
cuatro rudos sujetos de la localidad. Uno de
los paisanos le dijo al otro: “Voy a hacer una
encuesta. Les preguntaré qué piensan de nosotros
los mexicanos”. Fue hacia ellos, en efecto,
y les hizo la pregunta.
Ninguno de los texanos hablaba español,
de modo que los cuatro le hicieron la obscena
seña consistente en mostrarle el dedo medio.
Regresó el paisano a la barra, y su amigo le
preguntó: “¿Qué te dijeron?”. Respondió el
otro muy contento: “Todos opinan que somos
el número uno”.
Hay un nuevo Gran Elector en la política de
México: las encuestas. Ahora muchos candidatos
a un puesto de elección no son escogidos
por su capacidad para desempeñar el cargo,
sino por su popularidad. Ese mérito, de dudosa
valía algunas veces, es el que determina quién
será el candidato -o candidata- a tal o cual
cargo de autoridad o representación.
Lo que importa es obtener el triunfo a como
dé lugar, y luego ya se verá. He aquí uno de
los riesgos de la democracia: el dedazo lo dan
ahora las encuestas. Se me dirá que éstas son el
reflejo de la voluntad general, y que por tanto
el método basado en ellas es un procedimiento
democrático.
Solo que esa voluntad puede ser influida
fácilmente: un político dadivoso, simpático y
de buena presencia será más popular que otro
que no tenga esas características, aunque sea
mejor. Cosas son éstas del tiempo que vivimos,
y debemos afrontarlas como parte que son de
nuestra realidad.
Nos corresponde entonces vigilar la actuación
de quienes ocupan puestos públicos,
y hacer que se oiga nuestra voz de ciudadanos
cuando ese comportamiento no se apegue a
la ley o a la razón. Y esto no lo digo yo: lo dice
una encuesta.
Usurino Matatías, hombre avaro y cicatero,
tenía una granja. Cierto día llevó a su esposa
con el médico de una clínica gratuita, pues
la señora sufría de agotamiento. Después de
un breve examen el galeno le preguntó a la
señora: “¿Cuántas veces a la semana hace
usted el amor?”. Respondió ella: “Dos veces
con mi esposo; dos con el peón de la granja;
dos con el ordeñador de las vacas; dos con el
encargado de los gallineros; dos con el que
cuida los cerdos; dos con el almacenista y dos
con el veterinario”.
El galeno hizo la cuenta y exclamó luego
con asombro: “¡Catorce veces a la semana!
Eso explica su cansancio, señora. En adelante
haga el amor solamente con su esposo”. “¡Ah
no! -protestó con vehemencia Matatías-. ¡Si
no lo hace con los trabajadores después ellos
van a querer que les paguemos!”. FIN.

MIRADOR
››armando
fuentes aguirre
Por Armando FUENTES
AGUIRRE.
Borges, no cabe duda, era muy
borgiano.
Una tarde, en el café al que solía
ir, empezaron a sonar las notas
de La cumparsita, el tango que
en ese tiempo se oía a mañana,
tarde y noche.
Macedonio Fernández, que
acompañaba a Borges en la mesa,
le propuso muy serio:
-¿Qué le parece si nos suicidamos
para no tener que escuchar
esa música?
Tiempo después Borges relató
esa anécdota. Alguien le preguntó
en tono de broma:
-Y ¿se suicidaron?
Respondió él, pensativo:
-Ya no me acuerdo.
Es cierto: Borges era muy borgiano.
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS
››por afa
“. Aumentan los precios de
muchos artículos.”.
Te pido que no te asustes ante el
encarecimiento. En modo alguno
es aumento: se trata más bien
de “ajustes”.


NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México


NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México