2015-01-31 | 21:19:37

Mientras en el nivel federal se anuncia un ajuste del gasto corriente de 124 mil millones de pesos, en el Instituto Electoral Veracruzano (IEV) no les alcanza el presupuesto y buscarán una ampliación. La economía se paraliza, pero eso por supuesto, no pasa en el universo paralelo de los consejeros electorales.

Durante esta semana que termina se vivió un culebrón en el órgano electoral, pues gracias a la revelación que realizó en exclusiva radiover.info, de las cifras estratosféricas que los consejeros pretendían cobrar como finiquito de sus funciones, la aprobación de su presupuesto de egresos 2015 se prolongó hasta 3 días.

Los protagonistas fueron Arcelia Guerrero Castro, Humberto Ramírez Sáinz y Alfonso Anaya, quienes buscaban un bono de marcha de entre 2.5 y 4 millones de pesos, quizá como resarcimiento porque quedarse sin hueso antes de tiempo, pues con las reformas que crearon al Instituto Nacional Electoral (INE), estos Consejeros dejarán sus cargos en septiembre próximo.

Dicha revelación dio paso a que se desatara el canibalismo en el IEV, pues en la desvergüenza total Arcelia, Humberto y Alfonso acusaron a la presidenta del instituto, Carolina Viveros, de encuerarlos filtrando esta información a la prensa.

Entonces frenaron la aprobación del proyecto general que ya se había consensuado y, en tono de revancha al día siguiente presentaron el propio, el cual totalmente falto de cualquier sensibilidad, no solo mantenía sus privilegios reservados en el proyecto anterior, sino que los multiplicaba en detrimento del resto de los empleados, quienes para poderle cumplir el capricho a los tres miembros del Consejo General, iban a tener que ver reducidos sus salarios y en algunos casos asumir el despido.

Obviamente esta desmesura, en un país que ve la caída del pesos con preocupación, el precio del petróleo hundirse y medidas absurdas como el recorte al gasto público, provocaron la irritación de los empleados quienes amagaron con paralizar al instituto, lo cual, dio pie al tercer capítulo de la novela.

Finalmente luego del tercer intento se aprobó el presupuesto de egresos del IEV este año, eso sí, manteniendo los privilegios de los señores consejeros, quienes cada uno dispondrá de más de un millón de pesos para contratarse asistentes en un año que no tendrán trabajo, pues no hay elecciones, pero evidentemente eso no les importa, el chiste es no perderse el año de hidalgo.

Como botín político, los consejeros electorales ordenan despido de personal pero contrataran uno nuevo a su gusto y circunstancia para que labore solo unos cuantos meses; garantizan una liquidación desproporcionada por sus años de servicio (ya quisiera cualquier trabajador recibir más de un millón de pesos por laborar 3 o 4 años en alguna institución).

Así es la danza macabra de los millones en el IEV. Un mundo paralelo que abona en mucho al desprecio que la ciudadanía siente por sus autoridades, por la clase gobernante en cualquiera de sus niveles y organismos, en los políticos que predican una cosa pero en lo oscurito hacen todo lo contrario.

Así como quedó aprobada la distribución de los más de 340 millones de presupuesto, de los cuales 80 son exclusivamente para sus gastos operativos de aquí a que culminen sus funciones en unos meses, el despilfarro es evidente.

Si consideramos que el Consejo General celebrará 12 sesiones en este año, entonces sabemos que cada reunión de los consejeros, en un año que no tienen trabajo porque no se celebran elecciones locales, costará a los veracruzanos 6.6 millones de pesos.

Eso sin contar, que Carolina Viveros ya advirtió que el recurso les será insuficiente y que buscará una ampliación, sobre todo para dejarle algo a los que vienen, que lo primero que notarán al abrir la puerta, es la voracidad desmedida de Arcelia Guerrero, Humberto Ramírez y Alfonso Anaya.


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