2015-04-24 | 09:42:06

Es preocupante el
nuevo estilo del oficio
del que fuera el auténtico
periodismo muy
diferente al que actualmente
se ejerce.
La absurda presión
del chisme intrascendente
y el impulso del
insignificante rumor
que se maneja en los
medios.
Como se interpretan
ahora los hechos
referentes a personas
dentro del quehacer
político o en el mundo
del espectáculo.
¿Realmente esos sucesos triviales le interesan a
los lectores?
Se le da importancia hasta a la vestimenta de estos
supuestos protagonistas de la noticia. El mundo social
llega a superar la realidad de los acontecimientos.
Pareciera que domina la curiosidad a lo relevante
de los asuntos.
En la reciente visita del presidente Peña Nieto al
estado de Veracruz para algunos medios lo excepcional
del evento es que no mencionara en su discurso al
gobernador anfitrión. O que no lo saludara de manera
efusiva.
¿Qué importancia noticiosa reviste el protocolo
oficial de las buenas maneras?
La fuerza mágica de las palabras sustituye a los
gestos y las formas. Eso no es periodismo en ningún
lado del planeta.
Nada pasa
Al fin se aprobó la creación del cacareado Sistema
Nacional Anticorrupción. Nadie puede asegurar si de
veras servirá de algo para combatir las tradicionales
tranzas de los servidores públicos. Dentro de lo que
destaca es la obligación de los funcionarios de presentar
su declaración de intereses y patrimonial.
En ningún momento de los aspectos que aprobaron
en el Congreso se mencionaron los casos tan obvios de
corrupción como las casas blancas de los priístas o la
Estela de Luz de los panistas.
Se amplía la prescripción de las faltas graves administrativas
a siete años. En Veracruz nunca prescriben
de acuerdo a un decreto del entonces gobernador Miguel
Alemán Velasco.
De antemano se asegura que para todo el mexicano
encuentra salidas para evadir estas normas. Es una
singular condición humana que marca el cinismo de
la alta burocracia con su leyenda “que vivir fuera del
presupuesto es vivir en el error”.
Las grandes diferencias
Cuando se refieren al primer mundo se imaginan
las grandes ciudades y el elevado nivel de vida. Y se
deja al margen los derechos y las obligaciones de los
ciudadanos. La comparación existe en todos los niveles.
Las violaciones en el trabajo que existen en nuestro
país no son aceptables en los Estados Unidos.
En Veracruz y en varias ciudades del país existen
las tiendas Chedraui y parecía normal el mal trato y
hasta el ridículo pago que reciben sus trabajadores, pero
esta anómala situación es inaceptable en el vecino país
del norte y han sido demandados ante las autoridades
norteamericanas.
Las demandas laborales se fincan en que eluden
los dueños el pago por enfermedad, la jornada laboral
de 40 horas y las obligaciones en cuanto a protección
por antigüedad.
Rigoberto Valdés del sindicato de trabajadores de
Estados Unidos ha solicitado la intervención de la
Comisión Nacional Bancaria para obligar al Grupo
Chedraui a revelar a los inversionistas y público en
general la magnitud del conflicto laboral, boicot nacional
y violaciones a las leyes de salud que confrontan
sus filiales en territorio norteamericano.