2016-05-24 | 11:17:16

Lo que ocurre en Veracruz constituye una burla y ofensa para víctimas directas e indirectas, quienes son revictimizadas por la propia autoridad y es que para salir al paso de la escalada de críticas, la antes Procuraduría, hoy Fiscalía General del Estado, siempre recurre al mismo argumento, que es, acusar a la ligera, a víctimas directas e indirectas del delito, de vínculos con la delincuencia organizada. Lavándose así las manos. En la actual administración que ésta por culminar, hasta donde tengo uso de razón, no ha habido un solo caso de violencia donde por sí sola la autoridad reconozca su calidad de víctima, por el contrario se trata criminalizar para justificar diciendo “le pasó lo que le pasó, porque andaban en malos pasos. Sin duda el señor fiscal, Luís Ángel Bravo no entiende; aunque ¡hasta cierto punto! Se concibe que el recibe una orden y la cumple, muy a pesar de que la Fiscalía fue vestida –con la reforma a la Constitución del estado- de autonomía, situación que nadie en su sano juicio cree. Es impresionante ver como la misma autoridad, en este caso agravia a los afec
tados directos e indirectos por hechos delictivos, pues sin mediar mayor investigación más que la de unas cuantas horas acusa siempre a quienes son violentados, secuestrados o asesinados, de tener vínculos con la delincuencia organizada. Lo anterior como una estrategia permanentemente mediática de sacarse el problema y acusar sin mayores pruebas, causando con ello un severo daño emocional y moral a quienes enfrentan una difícil situación tras los acontecimientos. No solo medios locales sino que nacionales e internacionales han dado cuenta de un fin de semana sangriento en la entidad veracruzana, pero para las autoridades estatales, aquí no pasa nada, pues su escudo es que, los únicos que han sufrido algún hecho de violencia son porque también son delincuentes o tienen vínculos. Diversos testigos presenciales, han relatado públicamente, como los hombres armados entraron al antro “Madame” y sin mediare palabra empezaron a bañar el lugar con balas, no
había una mesa elegida ni nada por el estilo, expresaban, sino por el contrario dispararon sin un objetivo especial, pero para el flamante fiscal, los asesinados y heridos estaban ligados con la venta de drogas. Así es que Bravo Contreras dijo que independientemente de que pudiera surgir otra línea de investigación, la principal es que se trató de una. Obviamente la declaración del flamante funcionario ya generó molestia pues precisamente ayer familiares de una de las víctimas del antro Madame dijo que tienen temor a represalias por parte de las autoridades estatales, ya que opinan que el gobierno está amafiado y no actúan conforme a la ley, pues “ellos ponen y ellos disponen”. El padre de Alexis Jiménez Vázquez, asesinado a los 21 años de edad, lamentó que se esté tratando de involucrar a su hijo en una disputa entre bandas delincuenciales o un ajuste de cuentas; dijo que no pedirá, ni recibirá nada del gobierno de Javier Duarte, el cual solo genera temor.
Aquí en Veracruz las autoridades se han convertido en especialistas para violar los derechos humanos de víctimas directas e indirectas. Tristemente en este territorio enfrentan una doble necesidad: ser reconocidas como víctimas y reclamar sus derechos al mismo tiempo, la autoridad se empeña en no reconocerles esa categoría, para sacudirse el problema, criminalizando y violando sus derechos humanos. Bravo Contreras criminaliza a quienes ya no se pueden defender, o a quienes están en situación delicada y con temor. La intención de la Fiscalía es debilitar, dominar y doblegar la voluntad de las personas para intentar hacerles desistir de sus procesos de exigibilidad de sus derechos y en el peor de los casos eliminar ya sea individual o comunitariamente a quienes no se doblegan. Y en muchos de los casos, los medios masivos son usados por la autoridad para estigmatizar a quienes han sido víctimas directas e indirectas y así éstas desistan en la búsqueda de justicia. ¡Así las cosas en nuestro pobre Veracruz!
@magzamu