jueves, 28 de marzo del 2024
 
Por Leo Zuckermann
Columna: Una historia incestuosa
Una historia incestuosa
2016-12-08 | 09:44:00
Hoy voy a contar una historia incestuosa. Sí, de incesto, de una relación carnal entre un padre y su hija. Resulta que mi profesor de Teoría de Juegos en la Universidad de Columbia, el doctor David Epstein, autor de varios libros académicos de gran reconocimiento, mantuvo relaciones sexuales con su hija de 24 años por más de tres años. Tanto el padre como la hija argumentaron que sus relaciones eran voluntarias y consensuales. Es muy importante establecer que la relación sexual presuntamente se dio ya en la adultez de la hija. Nadie duda que deben castigarse las relaciones de padres con hijos menores. En eso no hay, ni puede haber, duda alguna: los padres no deben abusar sexualmente de sus hijos pequeños. Pero, ¿qué pasa cuando éstos crecen, y ya adultos, deciden tener sexo con alguno de sus padres de manera voluntaria? Se trata, desde luego, de un asunto moral. Yo no tengo la menor duda que desde un punto de vista de valores está muy mal que los padres tengan relaciones sexuales con sus hijos aunque sea en la adultez. Esta conducta pone en peligro a la institución familiar. Pero esos son mis valores personales y quizá haya gente, como Epstein e hija, que no estén de acuerdo con ellos. Más allá del asunto moral —y de la condena que muchos, al enterarnos en 2010, le sentenciamos a padre e hija Epstein—, está el tema judicial. ¿Debe el Estado meterse en lo que sucede en la alcoba de dos adultos, juzgarlos y hasta condenarlos? ¿Bajo qué argumentos se justifica que padre e hija, ambos adultos, vayan a la cárcel por haber tenido relaciones sexuales consensuales? Un primer argumento es el de la degeneración genética. La reproducción de individuos relacionados sanguíneamente incrementa la probabilidad de enfermedades de tipo genético en los hijos. De ahí que estén prohibidos los matrimonios entre padres e hijos o entre hermanos, por ejemplo. Ahora bien, Epstein e hija podrían haber argumentado que no iban a tener hijos, que ambos usaban métodos anticonceptivos. Entonces, ¿hay que criminalizar el incesto consensual?
Sigo pensando que sí. Quizá la hija de Epstein es adulta, pero estoy seguro que la atracción sexual por su padre comenzó en su niñez. No por ser freudiano-jungiano, pero es evidente que esta muchacha no pudo superar su Complejo de Elektra. Y el padre, con toda probabilidad, se aprovechó de su figura de autoridad para seducirla. ¿Queremos una sociedad en la que los padres tengan el derecho de utilizar su poder de esta manera? Yo creo que no. Por eso, más allá del argumento moral, el incesto debe prohibirse judicialmente, lo cual nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Con qué pena? ¿Cárcel? ¿Al padre, a la hija o a ambos? ¿De cuántos años? En México el incesto es un delito en los diversos códigos penales de las entidades federativas. El artículo 181 del Código Penal para el Distrito Federal dice, por ejemplo, que: “a los hermanos y a los ascendientes o descendientes consanguíneos en línea recta, que con conocimiento de su parentesco tengan cópula entre sí se les impondrá prisión o tratamiento en libertad de uno a seis años”. Nótese que la ley no hace distinción en la cópula si se realiza con el consenso o no de dos adultos. Y la pena puede ser tan estricta como seis años de cárcel o tan laxa como el tratamiento en libertad. Al investigar, me encontré que “el incesto consensual es legal en China, Francia, Israel, Costa de Marfil, Holanda, Rusia, España y Turquía, según un informe de 2007 del Instituto Max Planck en Alemania”. En Suiza se “ha propuesto la despenalización de las relaciones sexuales voluntarias entre familiares de primer grado como hermanos y entre padres e hijos adultos”. En el caso de mi maestro Epstein, éste negoció con el fiscal de Nueva York: a cambio de declararse culpable de un delito menor por “intento de incesto”, recibió libertad condicional por un año. Columbia negoció con él su retiro de la universidad. Creo que le salió barato. Eso pienso yo. Pero en el fondo hay un interesante debate de hasta dónde el Estado tiene el derecho de meterse en las relaciones sexuales de dos adultos libres.
Twitter: @leozuckermann


NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México


NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México