2016-12-08 | 09:45:33

Adela Micha, una de las periodistas más connotadas del país, se tiró a fondo al entrevistar al flamante gobernador de Veracruz. Fue al siguiente día de su ungimiento. El revuelo de sus respuestas permea hasta hoy, a una semana de asumir el poder. Así inició la comunicadora: “Te pasaste Miguel. Me gustabas pa´ gobernador. Nel, nel, nel. Cimbrarán… ¡mis polainas! Nel, nel, nel”. Así cuestionó Adela al mandatario estatal. Y Miguel le respondió: ¿No te parece una buena noticia el haber recuperado 1, 250 mdp en propiedades, aeronaves, obras de arte y dinero en efectivo que fueron robados a los veracruzanos? Por un lado del celular, Yunes Linares; en el otro, la titular de “Las noticias por Adela”, quien pronto dejará este espacio informativo. Miguel le explicó que durante su asunción realizó tres eventos en un solo día para cumplir con los veracruzanos. El del Congreso, donde esbozó las líneas de su gobierno. El de Palacio, donde llegó montado en bicicleta. Y el de la Plaza Lerdo, donde se dio un gustoso baño de pueblo. Ahí se regocijó al precisar que la recuperación de los bienes y dinero,
lo hizo de “puro corazón, de fuerza y a base de producto de gallina” (güevos). Ya estaba en el poder. Era otro. Sonrisas, saludos y abrazos políticos. En el Congreso, soltó una “bomba” (para algunos una simple chinampina) directa al hígado de varios ex diputados. O, sea, “enseñó la soga en la casa del ahorcado”. Y acalambró a algunos: “Incluso, aquí mismo, corría el dinero de la corrupción. Se compraban y vendían votos para aprobar las iniciativas que enviaba Duarte”. Nunca un mandatario en su toma de protesta se había referido en ese tenor a los legisladores. Rostros descompuestos. Miradas de azoro ante aplausos de panistas jubilosos. Yunes Linares también dirigió su “dedo flamígero” hacia el Poder Judicial recién renovado: “Ahí también retumbaban los cañonazos de la corrupción”. Corrían los tiempos del despilfarro, la arrogancia y la compra de conciencias. El gobierno estaba al servicio de la delincuencia organizada. Era un portentoso “castillo de la corrupción”. Aunque se sabe que es una práctica común en las negociaciones políticas de los hombres del poder. Por cierto, el ungido gobernador se reservó la información relacio
nada con los cientos de miles de millones de pesos que desde Palacio de Gobierno enviaban, en helicóptero oficial, a un edificio de la zona conurbada de la CDMX. Un as bajo la manga que se reservó para negociar la ayuda financiera que le urge a Veracruz. Y es que se requieren 18 mil millones para arrancar. En esta semana se terminan los alimentos en los hospitales y cárceles del estado. Además hay que pagar la quincena y aguinaldos. No hay, reconoció Miguel Ángel, ni para gasolina. Por ello las negociaciones con las autoridades federales para encontrar la cuadratura al círculo. Los días corren muy rápido. La próxima semana empiezan las posadas y hay que pagar a los empleados su quincena, más la mitad del aguinaldo. No hay tiempo para lamentaciones. Hay que sacar al buey de la barranca. Miguel es un gobernador sui géneris. ¿Y saben por qué? Porque será un mandatario de tiempo completo. Trabajará las 24 horas los 365 días del año. Será el único político que viva en la sede del gobierno. Y, por tanto, será un gobernador… “Totalmente Palacio”.