2017-01-18 | 10:17:04

›Queda en buenas intenciones

Todo indica que la iniciativa gubernamental para reducir un total de 236 regidores en 95 de los 212 ayuntamientos del estado de Veracruz quedó en buen deseo y abortó porque las bancadas del PRI y MORENA en el Congreso Local se habrían unido para cerrarles el paso y con ello se truncó la intención de reducir varios millones de pesos anuales a las arcas públicas. Lo cierto es que por salud financiera y por lo innecesarios que son varios ediles en todas las comunas, no es mala idea reducir su población, puesto que sólo representan gastos del dinero público y, con sus excepciones, la mayoría no resuelve absolutamente nada. Es el caso de Veracruz, donde los regidores se presentan al Palacio Municipal cuando quieren; incluso ya no llegan todos a las sesiones de cabildo y no se diga los lunes al izado de bandera. Tan sólo ayer que hubo una sesión solemne para declarar Ciudadana Distinguida a la escritora Guadalupe Loaeza faltaron varios. Los que más hacen acto de presencia son Víctor Hugo Vázquez Bretón, Ángela Perera Gutiérrez, un poco Laura del Carmen Gálvez Mantilla y quizás Pablo Zurita. Otros parecen turnarse para asistir y otros de plano ya parecen ser ellos los visitantes, y no precisamente distinguidos. Hay regidores que siempre están en la polémica por sus participaciones, cayendo en algunos casos en la exageración y hay otros que ni huelen ni hieden. El perredista Juan Montes de Oca es de los más participativos, al grado de que en un principio llegaron a odiarlo porque se apropiaba del micrófono. En cambio a Ricardo Medina Hernández y Alejandro Alvízar Guerrero ni siquiera se les conoce la voz ni se sabe qué hacen aparte de cobrar cada quincena. Hasta hace algunos meses Delta Estela Tiburcio era participativa. De repente enmudeció y ya poco se sabe de ella. De allí que cada vez más sectores se pronuncian por revisar la conveniencia de mantener grandes cuerpos edilicios. Capítulo aparte son los diputados locales y federales, además de los senadores.

La efervescencia electoral va en aumento. Muchos quieren ser candidatos a las alcaldías, pero no todos pueden ni tienen los méritos ni el respaldo político y mucho menos financiero. Entre los panistas el que anda muy movido es el diputado federal Francisco Gutiérrez de Velasco Urtaza, quien en estos días podría solicitar licencia al cargo. Hasta hace días alguien engañó al esposo de la diputada federal Gabriela Ramírez de que podría ser un buen prospecto y así anduvo balconeándose. Pero trascendió que una desaveniencia familiar le puso fin al sueño del esposo Antonio Illescas. Así que adiós. Al que todos esperan ver pronunciarse es al senador Fernando Yunes Márquez, es decir pedir la licencia, porque pronunciado está desde hace mucho tiempo. En esa carrera se ha mencionado a la funcionaria federal priista Anilú Ingram Vallines, delegada de la Sedesol en la entidad, pero hasta donde se sabe la guardarán para el Senado de la República en 2018.

La escritora Guadalupe Loaeza estuvo ayer en el Palacio Municipal de Veracruz, donde la declararon Ciudadana Distinguida. Con los medios de comunicación habló sobre Veracruz y lamentó el difícil panorama que le espera al estado. A diferencia de la campaña a la gubernatura en el 2015, ahora no criticó a Miguel Ángel Yunes Linares, se limitó a decir que la tendrá difícil, con poco tiempo para programas. Y punto final, prefirió no meterse en broncas ajenas.

Cuentan que la semana pasada anduvo en esta zona conurbada el exgobernador Fidel Herrera Beltrán, y se supo que sostuvo reuniones con actores políticos porque está preocupado de que su enemigo histórico pueda concretar su proyecto de ocho años. Y llama la atención que ayer el PRI y el Partido Verde Ecologista hayan anunciado que siempre sí van en alianza para los comicios locales que están en puerta y que se realizarán el 4 de junio. Todo indica que una de las cosas a las que vino el extitular del ejecutivo fue a dar indicaciones a los verdes de que lo ideal era sumar esfuerzos para enfrentar a los azules, tomando en cuenta que el originario de Nopaltepec es el dueño de la franquicia en Veracruz y por eso su hijo, Javier Herrera, suscribió el acuerdo con la delegada del PRI, Lorena Martínez.