2017-02-22 | 08:45:01

Desde hace un par de semanas, el pasado 12 de febrero –dos días antes del Día del Amor y la Amistad–, el senador priista Héctor Yunes Landa planteó que era tiempo de que la nueva administración estatal que encabeza Miguel Ángel Yunes Linares, de Acción Nacional, hiciera un alto en el camino y compusiera lo que tuviera que componer.

Y es que durante la asamblea de la Asociación Nacional de la Unidad Revolucionaria (ANUR), Yunes Landa, al refutar la opinión de Yunes Linares sobre la alarmante inseguridad que prevalece en la entidad, expresó que la desaparición del delegado de Conafor, Martín Gelacio Castillo Calipa no era una “percepción” como ha sostenido el gobernador del PAN. “No lo son tampoco los hechos de violencia que siguen lastimando al estado de Veracruz. Ni los asesinatos. Ni los asaltos bancarios. Ni los robos imparables”, remarcó el excandidato del PRI a la gubernatura.

Irónico, el senador priista agregó que los veracruzanos pasamos de los robos de “coca colas” a las “varitas mágicas y la percepción”. Héctor Yunes dijo que “cuando se pretende gobernar con magia, efectivamente la visión se reduce a percepción; pero no, no es así”, por lo que recomendó al mandatario del blanquiazul hacer un alto en el camino, serenarse y reflexionar. “Aún es tiempo de componer”, insistió, pues expuso que no es recomendable decir que los veracruzanos sufren una realidad y los gobernantes ven otra diferente con “acontecimientos alternativos”, ya que “a este paso –advirtió– nos acercamos a tener un Trump tropical”.

Pero el llamado de Yunes Landa al panista para que haga un alto en el camino, se serene y reflexione para que componga lo que tenga que componer, es como pedirle “peras al olmo”.

Y es que en otros temas, como el de la reestructuración de la deuda pública del estado –que asciende a 42 mil millones de pesos y que él pretende renegociar con la banca comercial a un plazo ¡de hasta 50 años!–, Yunes Linares, en vez de conciliar, ha optado por descalificar e insultar públicamente a quienes se atreven a disentir de su propuesta.

Así, por ejemplo, ha calificado de “torpes” e “ignorantes” a quienes se han atrevido a opinar sobre la renegociación de la deuda, entre los que destaca el economista Rafael Arias Hernández, académico de la Universidad Veracruzana, el cual ha dicho que es mentira que Yunes Linares pueda renegociar tasas de interés más bajas de las que actualmente está pagando el gobierno del estado, ya que, puntualizó, el Banco de México las seguirá subiendo dependiendo de la presión inflacionaria y la depreciación del peso, por lo que este año podrían oscilar entre el 7 u 8 por ciento.

El gobernador Yunes ha declarado que los argumentos de quienes se oponen a la reestructuración de la deuda pública son torpes, y que éste es un “tema de esos que no se entienden”, y que “quienes hoy se oponen a la reestructura son quienes ayer le autorizaron a (Javier) Duarte diez mil 500 millones de pesos en el 2015, de los cuales hay seis mil que ya el ORFIS determinó que se los robaron”. Además reiteró que “decir que lo que se obtenga de la reestructura se va a utilizar en proyecto político o que se debe destinar a los municipios y destinar a pagarle a proveedores”, no es posible.

“No tiene que ver con Miguel Ángel Yunes o con un partido, tiene que ver con Veracruz. Estamos en una crisis que nos puede llevar a problemas de grandes consecuencias. En abril ya no tendremos para pagar sueldos, prestaciones, pensiones. Es una realidad”, advirtió.

Sin embargo, desde principios de enero, precisamente ante este complicado escenario, el senador Héctor Yunes expuso que “desde hace algunos meses se conocía la difícil situación financiera por la que atraviesa el estado, producto principalmente de dos factores: los compromisos financieros adquiridos y el excesivo gasto corriente”, por lo que tras reconocer las aportaciones que el gobierno federal había realizado en diciembre para que el gobierno de Yunes Linares cumpliera con sus compromisos laborales, proponía que dicho apoyo también debía “ir acompañado por las autoridades estatales de un plan exhaustivo de austeridad y eficiencia de la estructura gubernamental”.

“No es despidiendo masivamente a trabajadores de confianza o incluso de base, y a la vez creando nuevas áreas gubernamentales, como se logrará el equilibrio financiero público de Veracruz”, señaló Yunes Landa, quien igualmente advirtió que “tampoco se logrará erogando recursos para fines ajenos a los destinados (aplicando la ‘licuadora’), ni contratando empréstitos a sobremanera”.

El priista dijo que “hoy más que nunca Veracruz necesita de responsabilidad en el manejo de los recursos públicos”, y que Yunes Linares “no se puede quejar de obstaculización alguna para cumplir con sus promesas de campaña, ni del gobierno federal, ni del grupo legislativo del PRI en el Congreso local”, ya que refirió que “al momento de designar al Fiscal General se le dispensaron varios requisitos y se concedió el beneficio al titular del Ejecutivo Estatal al dejar de lado su posible autonomía, al haberse designado a Jorge Winckler Ortiz, quien fuera abogado de la campaña del entonces candidato del PAN a gobernador del estado”.