2013-11-07 | 08:59:23

- Quiénes se mantienen vigentes desde Perú
- En Veracruz hubo seleccionados, con casos diferentes
- Ser mundialista es sinónimo de éxito

Pensar que ya por estar en el equipo nacional Sub 17 y ser campeones del mundo tienen un futuro asegurado para triunfar en el futbol de primera división, es pensar en una proyección optimista y posiblemente sin apego a la realidad.
Lo anterior es con base a las experiencias pasadas, en donde no necesariamente el haber sido campeón del mundo sub 17, por ejemplo en Perú, que de los que llegaron a esta gran final estén triunfando en Europa, sí posiblemente haciendo su lucha por tomar un sitio privilegiado en los equipos en los que militan.
En este sentido, solo como un ejercicio mental, nos enfocamos a la final sub 17 en Perú, cuando chocaron Brasil y México, cuyo crédito fue para los mexicanos con toda autoridad y con una gran actuación de elementos como Ever Guzmán, Carlos Vela, Giovanni Dos Santos, César Villaluz y el mismo Héctor Moreno.
Y luego de recibir el apoyo de mis compañeros de oficina, tras el proceso de “escaneo” a “ojo de buen cubero”, resulta que de Brasil solo hay dos elementos con una posición sólida en Europa, Anderson Luis de Abreu y Marcelo Viera, el primero con el Manchester y el segundo con el Real Madrid.
Mientras que del lado mexicano, digamos que hay ventaja con la presencia de Carlos Vela en la Real Sociedad de España, Giovanni Dos Santos en el Villareal de ese mismo país, así como Héctor Moreno con el Español de Barcelona y al mando del “Vasco” Aguirre.
En el caso de los aztecas es un hecho que pocos están en el máximo circuito digamos con una posición estable, porque en el caso de Villaluz ha dado muchos “bandazos” y no acaba de consolidarse por más que había estado con ese chance en una gran institución como Cruz Azul.
Ever Guzmán, quien además portaba el “10” de esa selección Sub 17 en Perú, su carrera la ha concretado más en Liga de Ascenso, estuvo incluso en Veracruz y sigue siendo de Monarcas Morelia.
Para Edgar Andrade, quien fue proyectado por Cruz Azul, tuvo la mala suerte de que después de ese mundial tuvo una lesión y sus expectativas de ir a probar a Europa se redujeron a grado superlativo, aunque vale destacar que su entereza le ha ayudado para seguir en primera con una revancha sin duda.
Lo anterior solo lo menciono como un preámbulo de lo que estamos viviendo en función del equipo nacional que por segunda ocasión al hilo está en una final de Copa del Mundial Sub 17 y que ya es hora de los que dirigentes del balompié azteca se pongan las pilas.
Y es que todos hablan de que estos merecen una oportunidad hasta en selección mayor y demás, pero lo cierto de todo es que siquiera tomar un lugar en la primera división les costará mucho, ahora imagínense ser parte del combinado tricolor absoluto lo será más. Todo es paso a paso.
No es fácil, aunque lo parezca, primero ser parte de un equipo en el que hay treinta elementos que quieren ser titulares, luego multiplicado esos treinta por 18 equipos que quieren ser parte de los 23 de un equipo mexicano es más complejo. Y no solo es jugar bien, que en el peor de los casos parece que todos los que son profesionales tienen un nivel aceptable, no, aquí lo que se requiere es algo más.
Ser profesional, vivir como profesional del futbol. Comer a sus horas, saber qué comer, tiempo suficiente para el descanso, gimnasio, tiempos de esparcimiento en ambientes acordes con la imagen que ya traen a hombros, en fin.

La verdad es que no es tan sencillo.

… De Veracruz hay al menos tres casos de quienes estuvieron en selecciones nacionales y sus vidas tuvieron destinos diferentes, unos por falta de promoción, otros por falta de compromiso, así como otros por mala suerte.
Me remito a Hugo Chávez, sin duda el más adelantado de aquella época de los noventas, mundialista infantil si mal no recuerdo en Japón. Un jugador que tuvo sólida carrera con Veracruz, Morelia y después estuvo en los “cuernos de la luna” en los Tigres.
Al buen Hugo Chávez la vida le cambió y digamos que fue un jugador consolidado, talentoso, pero seguro de que pudo prolongar más su estancia en este apasionante deporte de no ser porque tuvo que enfrentar problemas del orden familiar y de lesiones. Jugó con la selección nacional y hasta pisó la famosa cancha de Wembley.
Ricardo Munguía, mundialista en Australia, si la memoria no me falla en 1993. Central, de muchísimo carácter, que se mantuvo un buen periodo en primera división, pero que su entorno de amigos y no amigos le obligaron a dejar el futbol en activo posiblemente antes de lo previsto. Un gran tipo y mejor ser humano.
Su carrera como técnico iba bien, porque además es un tipo que heredó la buena comunicación que trasmitía su padre, pero su familia, de origen canadiense, le orilló a dejar Veracruz.
Y el tercer caso, de los que recuerdo, fue David Sánchez, central seleccionado para el Mundial Sub 17 en Finlandia en los con el argentino Grondona y que fueron eliminados, curiosamente, por los pamperos, selección que hoy en día dirigió este mismo personaje en Emirados Arabes Unidos.
David era un chavo de grandes condiciones, pero de muy pocas oportunidades en Veracruz, un equipo siempre urgido de resultados y que por esta razón difícilmente arropará a quienes desde su punto de vista representan un riesgo para el funcionamiento de un sistema, sobre todo por la novatez imperante de sus juveniles.
Sánchez estuvo en Argentina entrenando con el San Lorenzo en la época de Parente, pero a la vuelta nuevamente la inversión del equipo no fue aprovechada, esto, aunado a la falta de incentivos hicieron que se retirara prematuramente.
Estos, de Veracruz, por mencionado algunos casos de que no solo es llegar a un mundial infantil y juvenil, el trabajo de seguimiento es el más complejo de sortear.

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