viernes, 03 de mayo del 2024
 
Por Jant Segovia
Columna: Las mentiras del poder
Querido Goyo: Me debes una
2014-02-13 | 09:06:07
Tu risa bonachona, tamizada de gente de buen saber, y ojos que a través de las fotografías te delatan como hombre bien parido, quedo en deuda con un encuentro que nunca llegó a ser entre nosotros. Así que me debes “una”.

Oye, una pregunta en plan jarocho: ¿Quién carajos te mandó nacer aquí?, y lo que es peor: ¿Ser periodista? De veras que estabas loco.

Eso queda para países civilizados, donde esta profesión sí es respetada. ¿Pero aquí?

Ay, ay, ay. Tu próxima reencarnación, procura que sea en otro lugar donde se nos respete, y a la última, que no sea con el remedo de un gobierno con artritis neuronal.

Ahora, (ni te preocupes), al igual que pasó con nuestra compañera Regina, te van a tachar de todo. A ella, (¿recuerdas?) la zarandearon como bisexual, alcohólica, y sepa la chingada. A ti con suerte, no te van a señalar como narcotraficante, y eso ya es una ventaja.

Las espuelas del poder, que vacunan con sus aguijones la panza de quienes los alimentan, tácitamente se diluyeron. Primero, estos marranos, (término empleado para los sarracenos) utilizaron el “sálvese quien pueda”. Después como en la “suerte de Cúchares”, llegó el momento de dar la jeta, y si como dice el refrán: “La cara es el espejo del alma”, a estos mal nacidos, urge romperles el espejo.

No queremos ni imaginar a las torturas a que fuiste sujeto, o como pedirías que te mataran para dejar de padecer, hasta que el último estertor de vida abandonó tu cerebro, porque sería salir a las calles, en la época de la toma de la Bastilla, y arrebatarle el poder a quienes no lo merecen. Pero nos preguntamos:

¿Para eso te parió una señora?

¿Para eso fuiste a una escuela tercermundista, y te proyectaste tú mismo?

¿Para eso tuviste la fe de crecer, y mejorarte cada día y conseguir ser reportero?

¿Para tener este final?

¿O fue para este vil asesinato que hiciste el amor con tu Carmen, (señora Carmela Hernández), para traer al mundo a vuestros hijos, pensando que vivirían en un país donde la ley que nos pregonan sí se ajusta a la verdad?

¿Qué pensaste la noche-madrugada del 4 al 5, cuando antes de cerrar tus ojos (para dormir) a lo mejor imaginaste que tu próximo artículo podría componer (en algo) toda la sórdida impunidad que nos rodea?

¿Qué habías pensado regalarle mañana a Carmen? ¿Quizá un beso? ¿O un beso, y una rosa, y simplemente decirle: ¡Te quiero!?

Ahora tan solo será ella quien dentro de sus lágrimas, deposite sus labios sobre una fría lápida, para perpetuar el amor que se tuvieron, y que las manos de unos criminales, (que como siempre quedarán en la impunidad), les arrebató.

Lo cierto es que estamos en la más cruel de las indefensiones. No tan solo los periodistas; sino el pueblo en general.

Hemos llegado al extremo de no saber si al salir de casa en la mañana, llegaremos a dormir a esta. Todo ante la apatía de unos seres sexenales, que tan solo están para ver cuánto saquean al pueblo, a sabiendas que no serán culpados de nada, y regresarán al cubil donde los amamantaron, para repartir el botín (de un pueblo cada día más hambriento), entre las alimañas que les dieron “vida”.

Nada de lo anterior fue algún obstáculo, para que al día siguiente Mr. Henry recibiera al Monarca (de ese gran reino, como es el Hachemita) de Jordania, (Abdullah II), con quienes la fortuna nos va a sonreír, por las grandes exportaciones que tendrán lugar a tan cercano lugar, dentro de los Emiratos Árabes. Y qué bueno, que ya vamos a tener otro pinche tratado de libre comercio. (Ya casi rayamos los cincuenta, y miren como estamos de jodidos).

Si no, pregúntenle a los millones que ganan el sueldo mínimo: O sea, $2014.--al mes. Pero esto es lo de menos. La Macro-economía está pujante; y el Banco de México, rebosa dólares por donde se le mire. Lástima que eso no lo entienden los 62 millones de pobres con los que “contamos”, a pesar de la estúpida e inepta campaña contra el hambre, que de mano de la ñora Rosario Ahumada, apesta a porqueriza bejaraniana, y resto de las tribus que acompañan a la otra ñora, Dolores-entre piernas.

Así que, nuestro querido Goyo, te debes estar matando de la risa, en ese otro plano en que estás. Aquí todo sigue siendo la misma mierda.

Tan solo una salvedad: En el caso de Regi, los mastuerzos del poder se siguen haciendo pendejos, al igual que con los otro ocho compañeros, pero, tú “viniste” a colmar el vaso. Les guste o no, nos van a tener que dar explicaciones desde el día que se bautizaron tus asesinos, y hasta las libras que tenían las llantas de los vehículos que te llevaron para ajusticiar una voz, que perjudicaba al poder. (Sea, cual este sea. Porque aquí ya no confiamos en nadie. Y menos en el “poder”). Y, ¿cuál poder tienen don Quijote y Sancho? Decir la verdad.

-Sancho: Mi señor, ¿hasta cuándo seguirán matando periodistas en Veracruz?

-Don Quijote: Hasta que se les pegue la gana. Esta es la Ley de la selva, donde un solo “tirador” apunta a la pieza que quiere.; ordena, y la matan como en el caso de Regina Martínez Pérez. ¿Alguna otra pregunta?

-Sancho: ¡Ah!, chingao, chingao, chingao.


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