2014-03-20 | 09:49:08

Primera parte
Mientras el nido de víboras creado y amamantado, por los dos sexenios anteriores, amenaza con no “respaldar” la venta (ya pactada por Mr. Henry) de los hidrocarburos, si le siguen hurgando el estercolero, que son; aparece un engendro, convertido en diputado (llamado Juan Bueno Torio), a decir que la culpa es de Banamex. Con este tipo de gañanes políticos, el culpable terminara siendo don Porfirio.
Pero no se preocupen: En el caso Oceanografía, nadie (de los peces gordos) será culpable. Aun siendo una perfecta trama de lavado de miles de mdd. (El principio de la mafia es tener dos empresas: Una pierde hasta los calzones, -Oceanografía- y la otra -u otras-, ganan hasta la madre). Ahora tan solo falta saber dónde y quiénes, se robaron nuestros centavos. Pero ya tienen su otra cortina de humo: La Línea 12 del Metro, y sus 25 mmdp, “tirados” a los bolsillos de los ladrones de turno, que ahora se tiran la pelotita.
La culpa al final será del clima. Como las 11 estaciones “afectadas” están a la intemperie, las lluvias (atípicas) y el inclemente sol, hizo que las vías se “contrajeran”, y los vagones se dilataran. Nada que sea, porque todos metieron las manos al cesto de los billetes.
Para comenzar AMLO, nunca debió “apadrinar” a un sujeto con el “peso” de los asesinados (a sus espaldas) en San Juan Ixtayopan, (Tlahuac), la noche del 24 de noviembre de 2004. Gracias a su falta de tanates. Esos muchachos no fueron solamente golpeados, sino quemados en vida.
Tanto Fox como Andrés Manuel permitieron no castigar, “algo”, que tan solo se podía haber dado en la época de la conquista. Pero como ahora el insigne, y consentidor de la masacre en el “News Devine”, Joel Ortega, (otro perpetrador insondable por su “rectitud”), dice que al ahora, su papacito el “hombre de cera”, (Mancera), lo bolsearon, todos se irán a lavar sus pinches trapitos al lavadero, donde las furcias de la vecindad enjuagan sus prendas de batalla, después de noches de besos y arrumacos.
Pero con sus ligas (no nos referimos a Bejarano), llenas de billetes. Y hablando de billetes, dejemos fuera de contorno estas “minucias”. Vayamos a lo grande. Donde nuestros últimos próceres y los actuales, mastican fuerte. Se enjuagan el hocico, con nuestra sangre, y se limpian las nalgas, con el hambre del pueblo esclavo, de nombre: ¡México!
Gobiernos de mierda, que dijeron, y aseguran tener campañas contra el hambre, son los responsables (hasta el momento) que más de 62 millones de mexicanos se debatan en la miseria alimentaria. ¿Cuánto le darán al gobierno en turno? ¡Sepa la chingada! Lo que sí sabemos es que el “alza” del limón (ahora), y anteriormente la del huevo, y el pollo, son orquestadas por unas pocas compañías internacionales, que son las saqueadoras de nuestros bolsillos, y las responsables (a sabiendas de los de “arriba”. -Póngale el nombre que quiera, aunque viva en Los Pinos-) de que los salarios de basura que se “reciben”, alcancen ni para mal comer. Estas son las grandes mafias a combatir. Las de las drogas en comparación, casi dan risa.
Hay cuarenta y dos compañías internacionales (comprobadas) que controlan las semillas, como pueden ser el frijol, etc., y que aquí las puede ver como Valle Verde, San Lázaro, y otras. Estos asesinos de la población indefensa, compran al campesino a $ 2.--, el frijol, y nos lo revenden a 30, y para ser específicos nos referimos a Pionner, Monsanto, Dupont, Limagrain, etc., Que también controlan los fertilizantes. (Tan solo cambian de nombre, según el país). Y como en el caso del maíz, o el sorgo, el precio de compra sigue siendo el mismo: Dos pesos kilo, mientras que la tortilla usted sabe a como está, a pesar de que el inmundo Calderón salió a ser el “fiel”, (ni en su casa, maldito) de la balanza, y “fijarlo”.
Entre estas compañías, podemos encontrar a Cargill, Maseca, Bachoco, Pilgrim`s Pride, Tayson Foods, y otras muchas. Y todas ellas “circulan” alegremente por nuestro suelo, empobreciéndonos cada día más, gracias a la bendición del César Borgia en turno.
Ya es hora que el gobierno deje de ser un blandengue, y de una forma por demás sutil, (si no quiere enfrentarse a estos fascinerosos, con tintes demasiado gringos), permita que se le pueda comprar al campesino directamente, aumentando sus pingues ganancias, y llevándole comida al pueblo, a un precio justo. Y como sabemos que los cacúmenes que “circulan” por la exhacienda La Hormiga, San Lázaro o Reforma, no son de los más privilegiados, les vamos a dar unos datos:
Permitan que las Fuerzas Armadas compren directamente al campesino, y después hablamos. ¿O será que ellos no consumen grandes cantidades de los alimentos básicos? Ahí se vería la diferencia, no tan solo en precios, si no la voluntad de un gobierno honesto, que hasta ahora deja mucho que desear, por los enjuagues que estamos viendo.
Y todo lo anterior es para “hacer boca” sobre el asunto Oceanografía, que trataremos en una segunda entrega.