2014-03-31 | 09:58:50

Ya hemos dicho que la Cuenca del Papaloapan reviste una importancia más allá del significado que tiene para el PRI por tratarse de un distrito electoral con uno de los padrones más abultados y que a su vez arrojará importantes votos para las elecciones propias a diputados federales en el 2015 y la de la gubernatura en el 2016.
Se confirma la lucha interna y externa por encabezar este distrito con los recientes ataques a los actores de esta demarcación. Los misiles han sido continuos contra uno de los aspirantes a la candidatura, el delegado de Migración, Tomás Carrillo. Lo que sin duda evidencia una encarnizada guerra preelectoral, cuando falta aún casi un año para que se den los destapes y salgan los abanderados de los distintos partidos políticos que busquen llegar al Congreso de la Unión.
Mientras que las manifestaciones de quienes desean comandar la región, y ha surgido el llamado Pacto de Tres Valles con actores de todos los partidos en señal de unidad política, el exgobernador Fidel Herrera Beltrán manda dos candidatos su hijo, Javier Herrera Borunda, quien ya se reunió con el cura del pueblo en una comida de algunos allegados al oriundo de Nopaltepec, y otro afín al proyecto del Tío Fide, el panista Diego Palmero, hijo de Diego Palmero Andrade, exdiputado federal.
Para no errarle o al menos tener más posibilidades Fidel ha decidido jugar a dos bandas y cerrarle el paso a cualquier otra propuesta por fuerte que sea. Y es que aún cuando la clase política se preguntara por qué con un panista, lo cierto es que hay dos actores de esta misma corriente que no darían un paso sin el aval del que gobernó a la entidad, son el propio Palmero y el panista Osiel Castro de la Rosa, actual titular del Inverbio.
En contraparte, Rafael ‘El Negro’ Cruz, uno de los más beneficiados con la obra pública del fidelismo cercano al ex mandatario parece haberle jugado las contras a Fidel Herrera y apareció en la comida del llamado Pacto de Tres Valles, donde existen otras propuestas menos la del hijo de Fidel. Este personaje parece haber pasado desapercibido pero su presencia no fue de gratis.
Y es que queda claro que en el movimiento de las cartas de Fidel no aparecen ni Juan René, ni Tarek, ni Tomás Carrillo que no obedecen a sus intereses.

Osiel, ¿el que sigue?

Por cierto, otro de los aspirantes mencionados es Osiel Castro de la Rosa un cartucho quemado que tampoco avanzaría ni a la primera ronda. Por si fuera poco, quedó evidenciado por los dicharacheros cuenqueños, al señalar que el director de Inverbio no manda ni en su casa, y es que su esposa apareció en la cabalgata de Javier Herrera en Nopaltepec.
Los mal pensados aseguran que Castro para no arriesgar la ubre cuando se trata de un momento de definiciones estuvo en el Pacto de Tres Valles mientras su esposa hacía bola con Herrera. Y parece que no le ha quedado claro que las indefiniciones no son bienvenidas en el duartismo.
Parece que Osiel no ha reparado en los funcionarios que ya no están en el gabinete. Y que han querido irse por el lado equivocado o por la libre en lugar de dedicarse a trabajar están hoy fuera.
El Instituto de Bioenergía está por la calle de la amargura. Y es quizá la razón que se encuentre desperdiciado el potencial de producción de bioenergéticos en el estado de Veracruz, el imberbe Inverbio está más verde que nunca, en más de tres años no ha dado una, ni siquiera la visión clara de lo qué hay que hacer.
Los cultivos generadores de biomasa como son la palma de aceite, sorgo, jatropha curca, higuerilla, girasol y caña de azúcar presentan incipientes cultivos que no significan una política pública para reconvertir los cultivos y ampliar la capacidad de producción del campo veracruzano, los cultivos de esos productos se encuentran en el nivel experimental en el mejor de los casos.
Hay que recordar que en el desglose del III Informe de Gobierno se da cuenta de una inversión de 26 millones de pesos para garantías líquidas que permitieron obtener 76 millones de pesos en créditos para financiar esos cultivos para llevar caña de azúcar a los ingenios El Carmen en Ixtaczoquitlán y Nuevo San Francisco en Lerdo de Tejeda.
El Inverbio que dirige el aromático Osiel Castro se endosa como logro la producción de 35 mil litros de etanol que producen la destiladora del Papaloapan, la de Chocaman con cinco millones de litros, la de Cuitláhuac con 20 millones de litros y la de Atoyac con 40 millones de litros, todas de la iniciativa privada y con caña de azúcar como materia prima, sin respaldo del Inverbio y con caña de azúcar ya sembrada que varió su destino de los ingenios azucareros a las destiladoras.
Presumió entonces el director la entrega de 12 millones de pesos para 44 proyectos productivos en 14 municipios para financiar la siembra de 800 hectáreas de caña de azúcar, 120 de sorgo, 104 de jatropha curca, 50 de girasol y 18 de palma de aceite. En el anexo de inversión del III Informe no se especificaron los beneficiarios ni todas las comunidades solo municipios, información opaca que no transparenta la terea del Inverbio.
Llama la atención que el Inverbio se preocupa solo por sembrar caña de azúcar y no se dice a que etanoleras se destina, lo que significa que se puedan estar beneficiando a productores para entregar a los ingenios el producto con subsidio del Instituto.
De hecho no es irrisorio que en poco más de tres años, solo se haya apoyado el cultivo de 104 jatropha, 120 de sorgo, 18 de palma de aceite y 50 de girasol, ni una sola de higuerilla, ni un solo proyecto de investigación y ninguna iniciativa propia de beneficio a la reconversión productiva y mucho menos a la investigación, solo la aportación de un millón y medio de pesos para el equipamiento de un laboratorio de biocombustibles del Instituto Tecnológico Superior de Xalapa.
Tal parece que el director Osiel Castro solo pretende seguir fingiendo que trabaja sin aclarar el destino de los millones que maneja, y está más preocupado en el quehacer político de su natal Cuenca, pero debe recordar que el que a dos amos sirve…