2014-04-03 | 22:50:43

Las constantes tomas de la carretera a Barrillas, que afectan a cerca de 50 mil pobladores, todos ellos de la clase trabajadora, dejan ver una de las incapacidades actuales: la falta de respeto a los derechos de terceros.
En el caso de la carreterita, cuya obra fue pensada para los paseantes dominicales con rumbo a Barrillas, hoy da paso al tráfico de más de 35 mil viviendas, siendo ya insuficiente desde hace cerca de diez años, pero cuyo rezago ha enviado recursos financieros a diversas campañas políticas desde 2008 a la fecha.
Se viola, de entrada, el derecho de los habitantes a tener una ciudad segura.
Pero la situación se agrava cuando, como en días pasados, un grupo de habitantes de los multifamiliares con el nombre de Santa Martha, se posesionan de la carretera para protestar por la carencia de energía eléctrica, cosa que la constructora de Rolando Fernández, amigo cercano del grupo en el poder que hoy gobierna Coatzacoalcos, debió haber proporcionado desde el primer día.
Pero, como no lo hizo, ahora se la quieren cobrar a los habitantes, que se han negado a cubrir el adeudo de Fernández que hoy les trasladan. Todo estaría bien si se fueran a plantar frente a las oficinas de la constructora de dicho personaje, si le bloquearan la electricidad, la puerta y hasta el aire que respira para exigir que pague a la CFE el adeudo.
Ahora, si los ciudadanos quieren demandar al que resulte responsable, pueden hacerlo, ya que se viola el derecho constitucional al libre tránsito. También puede hacerlo el ayuntamiento. ¿Lo harán los ciudadanos o la representación pública?
Está por verse.

Twitter: @JPBiosca