2014-04-09 | 22:22:46

Actuando como el Tío Lolo, Dalos Ulises Rodríguez Vargas, procurador del medio ambiente en el estado de Veracruz, amenazó con denunciar al Ministerio Público el descuido que genera incendios en basureros.
Con ese autoritarismo que amenaza en vez de resolver, no tuvo mejor salida ante la prensa que decir un sinsentido. Al hombre se le olvidó que él representa a una procuraduría especializada en cuestiones ambientales y que el descuido del que habla el funcionario es el propio descuido por parte de su institución.
Se le olvidó al representante de la Profepa en Veracruz que la institución encargada de vigilar el correcto manejo de estos residuos, considerados como no peligrosos por la reglamentación federal, son los estados y municipios, según lo indica el párrafo IV del Artículo 8 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
Así que como el Tío Lolo, dando palos de ciego, se golpeó a sí mismo. Este es el hecho. Pero muy bien que el Dalos Ulises, menciona a las negligencias, porque la oficina a su cargo acumula varias negligencias en sus funciones de organismo regulador.
Para empezar, ha omitido hacer la adecuada inspección y vigilancia del tiradero de basura a donde vierten sus desechos sólidos los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque. Y si ha hecho estas inspecciones y ha encontrado con las palmarias irregularidades que menciona el Tío Dalos, ¿por qué no las ha sancionado?
Porque la Ley Estatal de Protección Ambiental, en su Artículo 197 menciona la obligación de hacer inspecciones y de sancionar a los infractores, en este caso los municipios, con multas y el cierre de las instalaciones.
Así que el Tío Dalos, viéndose como el nuevo Tío Lolo, le da vueltas para evitar ejercer su obligación de sancionar a los municipios y las omisiones que debe denunciar ante el ministerio público por negligencia y abuso de autoridad son las propias y las de los tres ayuntamientos involucrados en este delito ambiental.
Y volvemos a la misma historia: son los funcionarios que tienen como obligación garantizar el cumplimiento de la ley los primeros en infringirla. Esto no es más que una de las facetas del Estado fallido en México.

Twitter: @JPBiosca