lunes, 06 de mayo del 2024
 
Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Bérmudez, emplazado
2014-04-14 | 09:59:25
Cuando en febrero de este año el gobernador
Javier Duarte de Ochoa decidió remover a
Felipe Amadeo Flores Espinosa de la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE),
algunos analistas políticos e inclusive
miembros del gabinete duartista esperaban
también que el manotazo en ese vulnerable
sector gubernamental alcanzara también
al secretario de Seguridad Pública, Arturo
Bermúdez Zurita, un funcionario nativo de
la Ciudad de México, egresado de la Escuela
Bancaria y Comercial, con un curso de tiro
en Estados Unidos y ex “asistente” (¿chofer?,
¿mandadero?, ¿guardaespaldas?) del
secretario de Seguridad Pública del estado
de Nuevo León de 1996 a 1998, año en que
llegó a Veracruz al inicio del sexenio del
gobernador Miguel Alemán Velasco como
secretario particular del subsecretario de
Administración y Finanzas, Sergio Maya
Alemán, sobrino del exmandatario, al cual
le habría servido hasta de prestanombres en
el fraccionamiento residencial del exclusivo
Club de Golf de Xalapa, ubicado en Miradores
del Mar, municipio de Emiliano Zapata.
Sin embargo, quién sabe por qué, Duarte
de Ochoa decidió mantener en su cargo a
Bermúdez Zurita, no obstante que Veracruz
se ubica actualmente entre las 10 entidades
que concentran el 74 por ciento de los secuestros
denunciados en todo el país, y que
en 2013, según datos de la Procuraduría
General de la República, fue el que sumó
más denuncias por extorsión, con 25 de
un total de 284, colocándose por encima
del Estado de México (19), y Chihuahua
y el DF, que ocupan el tercer lugar con 16
averiguaciones integradas por este delito
del fuero federal.
Este sábado 12, en una reunión a puerta
cerrada en las instalaciones de la Policía
Naval, en el puerto de Veracruz, Bermúdez
Zurita presentó a empresarios y diputados
locales lo que será la nueva Unidad Antisecuestro
para el estado, la cual, según anunció,
tendrá la tecnología más avanzada en
esa materia y personal especializado.
El aún titular de la SSP dijo que de la
mano con la Procuraduría de Justicia local
se preparan para atacar “algo de lo que más
nos inquieta en estos momentos en todo
el estado, es cómo evitar, pero sobre todo
cómo resolver los secuestros, esto lleva año
y medio que lo estamos trabajando”. Y presumió
que se tendrán elementos altamente
calificados, con capacidad de negociación, y
que por parte de Seguridad Pública se contará
con una unidad de personal táctico que
se pueda anticipar en algún secuestro al disponer
de información criminal policiaca.
Lo que a simple vista no se entiende es
por qué apenas hasta ahora Bermúdez está
implementando todo esto en el estado, si
en su currículum oficial se consigna su
presunta experiencia en “negociación de
secuestros y manejo de crisis”.
La explicación más lógica es que tuvo
que llegar el presidente Enrique Peña
Nieto a apretar tuercas para que todos los
gobernadores, procuradores y secretarios
estatales de Seguridad Pública se sumaran
a la Federación para combatir en serio a la
delincuencia organizada.
Donde los mandatarios locales no han
querido o no han podido someter a los
grupos criminales, la administración de
Peña Nieto ha tenido que tomar cartas en
el asunto. Así, por ejemplo, en Michoacán
envió primero al ex procurador mexiquense
Alfredo Castillo como comisionado federal
plenipotenciario y luego arraigó al secretario
de Gobierno, Jesús Reyna, por presuntos
vínculos con el cártel de Los Caballeros
Templarios. Y, en el Estado de México, el
gobernador Eruviel Ávila fue obligado
a cambiar a su secretaria de Seguridad
Ciudadana, Rocío Alonso Ríos, la cual
fue sustituida por Damián Canales Mena,
cercano ex colaborador del secretario de
Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.
En Veracruz le han tenido que entrar al
aro también. Por eso es que en esa reunión
Los recién casados regresaron de su luna
de miel, y los papás de la muchacha los invitaron
a cenar. El papá de la chica comentó
evocadoramente: “Jamás olvidaré la cara de
felicidad de Rosilí cuando se puso el vestido
de novia’’. “Eso no es nada -dijo el novio-.
¡Hubiera usted visto mi cara cuando se lo
quitó!’’...
La suegra de Capronio, sujeto ruin y desconsiderado,
se quejó con su hija: “Tu marido
me llamó ‘cara de palo’”. “No es cierto -se
defendió Capronio-. Jamás le dije eso”. “No
con esas palabras -admitió la suegra-, pero
me dijo: ‘Tápese la cara, suegrita, que ahí
viene un pájaro carpintero’’’...
Un golfista, deseoso de mejorar su juego,
decidió tomar lecciones con un profesional.
Ya en el campo le dijo éste: “Como primera
lección haga el swing, pero sin pegarle a la
pelota”. Responde el tipo: “Eso ya lo sé hacer.
Vamos a la segunda lección”...
Otro golfista se justificaba con su mujer:
“Juego golf porque es un magnífico ejercicio.
¿Tienes idea de cuántas veces me subo y me
bajo del carrito?”...
El padre Arsilio dijo en su sermón: “La
puerta del Cielo es muy angosta”. Don
Chinguetas se inclinó hacia su esposa y le
comentó en voz baja: “Igual que la puerta
de esta iglesia. Y apuesto que tampoco hay
estacionamiento”...
Un cubano logró escapar de la Isla, y llegó
a Miami después de cruzar el mar ¡en una
lata de atún! Una reportera le dijo, entusiasmada:
“¡Qué hazaña consumó usted tan
prodigiosa! ¡Atravesar el mar remando en
una lata de atún! Imagino todos los obstáculos
que debió vencer: la policía de Castro,
las tormentas marinas, la amenaza de los
tiburones...!”. “Todo eso fue bastante complicado,
chica -reconoció el cubanito-. Pero
lo más difícil fue conseguir la lata de atún”...
Don Martiriano y su tremenda mujer doña
Jodoncia hablaban acerca de un asunto
familiar. “Yo opino...’’ -arriesgó tímidamente
don Martiriano. “¡Tú te callas! -rugió doña
Jodonciaa-. ¡Cuando quiera oír tu opinión
te la diré!’’...
Algunos puristas del derecho y la política
ponen reparos a la intervención del gobierno
federal en Michoacán, especialmente por lo
que se refiere al nombramiento de un comisionado,
al que llaman “virrey presidencial”.
Lo cierto, sin embargo, es que por diversas
causas ese estado había entrado en una peligrosa
situación que se asemejaba mucho
a la ingobernabilidad.
La precaria salud del gobernador Vallejo,
la corrupción en que incurrieron funcionarios
estatales y municipales, la presencia de
grupos armados de diversos bandos; todo
eso se combinó para hacer que Michoacán
se convirtiera en un barril de pólvora, si me
es permitida esa inédita expresión.
Con el mayor respeto para el federalismo
-aunque nunca he tenido el gusto de
conocerlo- debo decir que sólo con la intervención
del gobierno central pueden resolverse
los conflictos de todo jaez que afronta
Michoacán, uno de los más bellos estados
de la República y uno de los que mayores
problemas tiene.
Por fortuna se advierte una disminución
en la violencia que los michoacanos sufren.
Varios capitostes de la delincuencia local
están ya en la cárcel o en el cementerio, y hay
visos de esperanza de que a los municipios
más afectados vuelva la tranquilidad. Ojalá
eso suceda pronto: no es justo que ese “ese
jardín de las delicias” que dijo Morelos siga
convertido en terreno minado...
El vaquero joven llegó al pueblo y conoció
en la tienda a una señora complaciente que
de inmediato lo invitó a su casa. Cuando reposaban
de la fatiga que les causó su reciente
amistad el vaquero empezó a contarle su
vida a la señora. “Y ahora -dijo al terminar
el relato- mi mayor ilusión es morir como
mueren los vaqueros: sobre mi caballo”. En
eso se oyó que se abría la puerta. “Trae tu
caballo y móntate -le dice la señora-. Es mi
marido”...
Doña Facilisa fue a la consulta de un terapeuta
sexual. “Tengo un problema grave -le
informó-. Cuando mi marido llega al final
del acto del amor lanza un grito tal que comparado
con él los alaridos de Tarzan (Nota:
el Hombre Mono) son apagados murmullos
de arroyuelo, trinos casi inaudibles como
de colibrí”. “Ése no es problema, señora -le
respondió el facultativo-. Antes bien debería
usted sentirse orgullosa de que su marido
manifieste su éxtasis con ese penetrante
ululato de salvaje”. “Sí -admitió doña Facilisa-.
Pero en algo debo estar fallando, porque
nada más él grita así; los demás no”... FIN.
Ningún cártel sobrevive sin una red
de protección institucional. El grado
de poder de la mafia es equivalente
a su capacidad de cooptación.
Para desmembrar a un grupo de
delincuencia organizada es indispensable
arrasar sus vínculos con
autoridades.
Eso ocurre en Michoacán. La
detención de Jesús Reyna era un requisito
indispensable. Reyna no era
un político más. Era un viejo zorro
local. Líder del Congreso. Presidente
del PRI. Dos veces secretario de Gobierno.
Candidato a gobernador. Gobernador
Interino. Antes de morir,
se dice, Plancarte realizó una última
llamada, desesperado por el cerco
militar que, intuía, le iba a arrancar
la vida: le llamó a Jesús Reyna.
Días después cayó el principal autotransportista
del estado, también
exdiputado del PRI.
Hay responsables adicionales.
La situación actual no es nueva. Se
incubó años. El crimen se instaló y
reinó en Michoacán desde el (des)
gobierno de Lázaro Cárdenas. El hijo
de Cuauhtémoc fue, al menos, inútil
para saber lo que pasaba. Pero los
Cárdenas tienen muchos defectos,
menos ingenuos. Con Leonel Godoy,
el desastre fue mayúsculo. Su
hermano era empleado de los templarios.
Pese a ello, o por ello, lo hizo
diputado federal. Godoy no cedió
algo a los templarios: lo entregó todo.
Ellos dos faltan. Si no se actúa,
parecería ya no sólo que ser opositor
es un buen negocio, sino que es
el mejor escudo.
El PRD tiene una responsabilidad
directa de ese desastre llamado Michoacán.
Pese a su discurso moralino
y maniqueo, ha guardado silencio
sobre su propia responsabilidad.
El PAN no se salva. Cierto. Las
ligas de los exgobernadores y de
Reyna se sabían. Estaban documentadas
en medios y en documentos de
inteligencia. Godoy fue advertido,
en su momento, de la penetración
del crimen a su gabinete. Pero nada
se hizo. La autoridad omisa es delictiva.
La responsabilidad directa
de no cortar las redes de protección
institucionales a tiempo pasa por el
PAN.
Y falta resolver la pregunta central.
Si Fausto Vallejo fue tres veces
alcalde de Morelia. Si se ha señalado
a su hijo como un eslabón del crimen
organizado. Si su coordinador de
campaña fue Jesús Reyna. Si fue su
secretario de Gobierno. Si lo suplió
en su convalecencia. Si le reinstaló
en el cargo. ¿Puede seguir siendo
gobernador?
¿Vallejo es cómplice o sólo omiso
e ingenuo?
Dijo que metía las manos al fuego
por Jesús Reyna. Bueno. Se quemó.
@fvazquezrig
Ingobernabilidad
mirador
››armando fuentes
aguirre
¿De quién estaría enamorado Dios
cuando inventó el color que tiene la
flor de jacaranda? Igual a ese color no
hay otro: he pensado que el color de la
jacaranda se escapó del Paraíso para
que los humanos tuviéramos idea de
las hermosuras que hay en ese edén.
El avión desciende con lentitud en
el aeropuerto de la Ciudad de México
y miro por la ventana lo que parece
una larga flor de jacaranda. Es como
si a la ciudad le hubiesen salido ojeras
después de una noche de vigilia sobresaltada
por íntimas voluptuosidades.
Bello color y hermoso nombre, construido
con andamiaje de aes. ¿Conocerían
este nombre, el de la jacaranda,
Huidobro o Barba Jacob? Decirlo es
como cantarlo: Jacaranda, canción en
A mayor.
Cuando amanezca la otra vida tiene
que amanecer en horizontes color de
jacaranda, que es femenino color. Abriré
yo los ojos, miraré esa ojera entre
azul y buenas noches, y sabré entonces
que me he salvado para siempre.
¡Hasta mañana!
manganitas
››por afa
“...El peso mexicano se mantiene firme...”.
No es que de escéptico peque,
pero, a decir la verdad,
al peso, en la realidad,
yo lo veo muy tembleque.
Bermúdez, emplazado
del pasado fin de semana en las instalaciones
de la Policía Naval, Bermúdez
explicó que el personal de la nueva Unidad
Antisecuestros lleva nueve meses
en la capacitación proporcionada por
instructores de la Marina, del CISEN y
de la PGR, los cuales están en la etapa
final y podrían iniciar operaciones después
del periodo vacacional de Semana
Santa.
“La idea es que se tenga puente de comunicación
entre Seguridad Pública y la
Procuraduría de Justicia del Estado. El
objetivo es perseguir hasta lo último a todos
los miembros de una banda delictiva,
porque luego no se detiene a todos”, dijo
el titular de la SSP, soslayando que en la
Agencia Veracruzana de Investigaciones
(AVI), dependiente de la PGJE, estuvo
desde 2011 hasta febrero de este año como
director Mario Delfín Domínguez,
a quien en octubre de 1998 –cuando
Bermúdez recién llegó a Veracruz procedente
del estado de Nuevo León– se le
cesó como coordinador de la Policía Judicial
del Estado en la zona de Córdoba y
se le abrieron las indagatorias 923/998,
1158/998 y 1208/998 por los presuntos
delitos de secuestro y extorsión.
Esa fue la razón por la que el pasadodor
Luis Ángel Bravo dio posesión al
almirante de Infantería de Marina,
Diplomado de Estado Mayor, Rogelio
Gallegos Cortés, como director general
de la AVI, y al vicealmirante del Cuerpo
General del Estado Mayor Presidencial,
Tomás Enrique Duarte, como jefe del
Departamento de Investigaciones de
Operación Policial.
Por eso Bermúdez se tiene que poner
las pilas; de lo contrario, su cambio no
será decidido en el Palacio de Gobierno
de la avenida Enríquez, de Xalapa, sino
en el de Covián, allá en Bucareli, como
acaba de suceder en el Estado de México.


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