lunes, 29 de abril del 2024
 
Por Catón
Columna: Política y cosas peores
Violencia y fútbol
2014-04-16 | 09:48:04
Don Geronte, caballero senescente, le
confesó a su amigo don Vetulio: “-Debo
estar haciéndome viejo. Me acuesto y me
quedo dormido en el acto”. “Entonces
yo me estoy haciendo más viejo que tú
-replicó tristemente don Vetulio-. Yo me
acuesto y me quedo dormido antes del
acto”...
El muchacho invitó a la chica a salir, y
la llevó a cenar como preludio para algo
mejor. Sin embargo la reunión estaba
resultando de lo más aburrida. Fingió
el frustrado galán que recibía una llamada
en su teléfono móvil, y luego le dijo
a la chica: “Una mala noticia: murió mi
abuelita. Tendré que irme”. “Qué pena
-respondió ella-. Pero si no hubiera muerto
tu abuelita yo habría tenido que matar
a la mía”...
Don Algón le preguntó a la curvilínea
rubia que aspiraba al puesto de secretaria:
“¿Qué sabe usted hacer?”. Respondió
ella con una sugestiva sonrisa: “¿En la
oficina o fuera de ella?”...
Comentó una señora: “Cuando nos
invitan a una comida mi marido come
hasta que le duelen los tobillos”. “¿Los
tobillos?” -se extrañó alguien. “-Sí -confirmó
la señora-. Es que empiezo a darle
patadas por abajo de la mesa”...
En el bar un individuo dijo en tono
jactancioso: “Soy de Texas, el lugar donde
los hombres son hombres y las mujeres
son mujeres”. Le preguntó una chica: “Y
¿en cuál lado te pusieron?”...
La nueva mesera se veía muy apurada.
“¿Qué te sucede?” -le preguntó el dueño
del restaurante. Dijo ella: “Un cliente
ordenó algo muy difícil. Me pidió que
le llevara una trucha adornada con un
limón entre los dientes y un rábano en la
cola”. Se extrañó el dueño:”¿Qué tiene eso
de difícil?”. Explicó la chica: “El limón lo
puedo sostener, pero al caminar se me
cae el rábano”...
Hay quienes dicen que la violencia y
el futbol van de la mano, o, en este caso,
del pie. Preocupan los estallidos violentos
que últimamente se han visto en los
estadios, y el peligro que representa a
veces estar en las graderías. Cada vez en
mayor medida el futbol está dejando de
ser un espectáculo al que se puede ir con
la familia en condiciones de seguridad.
En opinión de algunos los principales
responsables de esa violencia son los propietarios
de los equipos que propician la
existencia de barras o porras formadas
por individuos proclives al desorden
y que no van al estadio a ver el juego,
sino a buscar oportunidades de hacer
desmadre, si me es permitida esa ática
expresión.
El alto consumo de bebidas alcohólicas
en los estadios es factor que igualmente
favorece los actos violentos. Los
buenos aficionados al futbol con quienes
he hablado consideran que en esto de la
violencia en los estadios debería haber
tolerancia cero. Es necesario aplicar la
ley a quienes incurran en actos indebidos,
y castigar a los equipos y estadios
cuyas barras atenten contra el orden y la
seguridad necesarios para que los juegos
puedan llevarse a cabo en condiciones de
normalidad.
Si eso no se hace la gente se alejará de
los estadios, y más ahora que se pueden
ver en la televisión los partidos de los
equipos europeos que, según entiendo,
son un poquito mejores que los de casa...
Todo hombre casado debe olvidar sus
errores. ¿Qué caso tiene que dos personas
estén recordando siempre lo mismo?...
La señorita Peripalda, catequista,
fue a confesarse con el Padre Arsilio. Le
contó: “Cada mañana me pongo ante
el espejo y me digo: ‘¡Qué bonita eres!’.
¿Es pecado pensar eso, padre?”. “No, hija
-respondió el buen sacerdote-. En tu caso
es solamente un error”...
Babalucas preguntó en la joyería por
qué aquel collar de perlas era tan caro.
“Señor -le explicó el joyero-, son perlas
cultivadas”. Dijo el badulaque: “La educación
no me importa”...
Un granjero le contó a otro: “Ayer hizo
tanto viento en mi granja que cada gallina
tenía que poner tres veces el mismo
huevo”...
El maestro de AnatomAnatomía le hizo una
pregunta a su joven alumna: “¿Cuál es
la parte del cuerpo del varón que en
determinadas condiciones de excitación
puede aumentar hasta 20 veces su
tamaño?”. “Por favor, doctor -dijo ella
ruborizándose-. No me pregunte esas
cosas”. “Entonces yo mismo le daré la
respuesta -completó el médico-. Es la
pupila del ojo. Se lo digo para que no vaya
a sufrir alguna vez una decepción”... FIN


mirador
››Armando Fuentes
Aguirre
Ya nadie recuerda las siete obras de
misericordia que el padre Ripalda
enunciaba en su famoso Catecismo:
dar de comer al hambriento,
dar de beber al sediento, vestir al
desnudo, visitar a los enfermos,
dar posada al peregrino, visitar a
los presos, enterrar a los muertos...
La caridad, entendida como
el hecho de dar al que no tiene, se
considera ahora cosa anacrónica,
obsoleta. Antes la gente hallaba
gozo en ser “caritativa”. Ahora
razona con zarandajas tales como
ésa de no dar el pescado sino
enseñar a pescar, y piensa que eso
de dar es función que corresponde
al gobierno.
Y sin embargo sigue habiendo
pobres. En ellos los cristianos deberíamos
ver a Cristo disfrazado
de pobre para darnos una oportunidad
de hacer el bien.
¡Hasta mañana!...
manganitas
››por afa
“...Están llenos los hoteles y las
playas...”.
En verdad yo no me río.
Eso no es cosa de juego.
Lo que estará lleno luego
va a ser -lo sé- el montepío.


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