2014-06-06 | 10:23:24

A raíz de la develación del monumento
erigido en memoria y en honor a la
conmemoración del primer centenario
de la vida institucional judía en
México, tuve el caro privilegio de conocer
e iniciar una relación epistolar
con Don Jacobo Smeke, Secretario del
Comité que tuvo a su cargo la celebración
de ese acontecimiento.
Por ello tuve oportunidad de conocer
la obra literaria editada con ese
motivo. La obra, Amanecer en Veracruz,
bellísima en su presentación y
contenido, incluye diversas fases de
ese acontecimiento. Fotografías, relatos,
comentarios y entre otros, mis
modestas líneas al respecto. Esas
líneas publicadas en este mismo espacio,
hablan del difícil tránsito de
aquellos inmigrantes cuyo bagaje
eran sueños y esperanzas, que al echar
raíces en esta tierra generosa que los
recibió y donde, en su mayoría reposan,
produjeron frutos.
Esos frutos, son hoy quienes rinden
homenaje a los que arribaron, a México
y en especial a los veracruzanos que,
con su tradicional hospitalidad, los
recibieron. El monumento erigido en
la esquina de Escobedo y Boulevard
Ávila Camacho, es el amanecer de un
nuevo día, lejos de la pesadilla. La
persecución, el odio, la segregación y
la miseria quedaron atrás.
El monumento en su muro portante
representa, a este país generoso
que les brindó con su fortaleza, la
seguridad e igualdad anhelada. Una
puerta de luz y de piedra. Los bloques
toscos y bastos, en la cara burda, todos
diferentes entre sí, representan
a quienes llegaron, que al atravesar
esta puerta de piedra y luz, gestaron y
alumbraron las 400 barras de piedra
suspendidas en el aire que al emanar
de las primeras, resultaron sus frutos.
Éstos favorecidos por la preparación
y el progreso, en todos los campos
y áreas de oportunidad, aparecen depuradas,
refinadas y definidas que,
parafraseando al arquitecto Micha” …
prenden vuelo en el aire con alcances
distintos pero siempre en un sentido
y dirección en paralelo, como individuos
y como el pueblo que somos,
dispuesto a volar tan alto y tan lejos
como les sea posible…”.
Los sueños de aquellos emprendedores
migrantes se ha hecho realidad,
ya que en su descendencia todos tenemos
distintos alcances y que hoy
expresan el progreso y el bienestar
que soñaron nuestros padres en esta
bendita tierra.
Desde luego los rayos del sol naciente
y el ambate de las olas, representan
a Veracruz y a su pueblo, que como
dijera el músico poeta, es un rinconcito
querido donde hacen su nido las
olas del mar.
El autor material e intelectual arquitecto
Jacobo Micha Mizrahi y su
obra Amanecer en Veracruz han sido
seleccionado en el Certamen Internacional
de Monumentos entre los cinco
mejores del mundo en la categoría:
Institucional Memorials.
La premura y otras razones han
impedido que muchos de los nombres
de aquellos migrantes que arribaron
a este puerto, no estén aun inscritos
en el monumento. Lo serán en fecha
próxima según información del Comité
Central de la comunidad judía
en México.
Permite lector amigo, con la venia
del maestro Robles, formularte
una cordial invitación para que nos
acompañes en esa ocasión y rogarte tu
voto para que Amanecer en Veracruz,
obtenga el primer lugar en el Awards.
Architizer.com/vote, pues parte importante
de la votación son los votos
del público.
De ganar el primer lugar, Veracruz
será sede de un monumento único en
el mundo, dedicado a los que emigraron,
a los inmigrantes y a quienes los
acogieron, triple cara de un movimiento
social que exalta el valor del
que se va, la esperanza del que llega
y la generosidad de quien lo recibe.