2014-06-25 | 09:45:57

Justo cuando se realiza el proceso electoral interno del partido Acción Nacional que arrancará con la publicación de la convocatoria para renovar al comité directivo estatal, una nueva tormenta se desata entre los grupos que lo integran, con la abierta confrontación entre dos cabezas de corriente, como lo son el diputado local, Julen Rementería del Puerto y Miguel Ángel Yunes Linares.

Ambos se enfrascaron directamente en una lucha mediática con una polémica que demuestra que el choque entre estos grupos antagónicos al interior del albiazul que derivó en el reto a un posible debate sobre la reforma político electoral del estado de Veracruz alcanzó su mayor nivel.

Y cuando Yunes Linares estaba listo para demostrar sus “vastos conocimientos en el Congreso del Estado”, donde debatiría con su compañero panista, el ex alcalde porteño, sobre su propuesta legislativa que incluye un periodo constitucional de dos años para el próximo gobernador, los legisladores de casi todos los partidos políticos le cerraron la puerta.

Y es que ayer un Punto de acuerdo de Francisco Garrido Sánchez dejó en claro que los diputados de los otros partidos políticos no están dispuestos, según dijeron, a que el Congreso se convierta en un circo panista.

Es congruente si se toma en cuenta que el recinto es una sede del pueblo veracruzano a través de sus representantes y no de un solo partido político. Pero quizá los panistas no se dieron cuenta que llegaron demasiado lejos.

El debate, si es que de verdad lo quieren y lo van a hacer este par de panistas, puede ser en cualquier otro lugar, pero no en el Auditorio “Sebastián Lerdo de Tejada” del Congreso, al que Yunes quería llegar con toda la parafernalia porque hasta pidió pantallas y moderador. Algo que quizá no se ha reflexionado es que queda evidenciado que ambos en el fondo buscan publicidad gratuita.

La situación llevó al encono. Y ayer mismo el coordinador del grupo legislativo del PAN no pudo ser más contundente. Dijo que si el CEN del PAN no ha podido parar a Miguel Ángel Yunes Linares, lo hará él mismo. Pues Julen iría más allá al señalar que ya no va a tolerar que se siga descalificando a su persona de manera impune.

“Por ese señor (Yunes Linares), con permiso quien sabe de quién, pueda descalificar a todos los panistas que estamos haciendo un trabajo a favor del partido y él, porque no le convino alguna propuesta o por alguna intención soterrada, está sistemáticamente tratando de denostarnos, diciendo que tenemos alianzas con quien no las tenemos”, desenmascara Julen a su adversario político.

El debate mediático de ambos que pretendieron llevar al Congreso del Estado, derivó en que el diputado local sentenció que ya no está dispuesto a tolerar a Yunes y estudia incluso la posibilidad de pedir su expulsión del partido.

Tiene razón, algo que nadie se ha atrevido a encarar por cualquier razón. Pero parece que ahora sí va en serio la intención de no dejar más que el extitular del ISSSTE se pase de la raya.

Yunes no se quiso quedar atrás y desvió momentáneamente su atención del ring con Julen para arremeter contra los legisladores que negaron la posibilidad de un debate. Queda d e manifiesto sin embargo, que el papá del alcalde boqueño debe entender que finalmente no es más un ciudadano o militante más y no una personalidad a la que se le deba complacer en todos sus deseos.

Mientras tanto, le echaron sal a la herida, de parte del Grupo Parlamentario del PRI que consideró congruente el voto de la mayoría de los diputados de todos los partidos políticos para rechazar la solicitud del legislador del PAN para usar el Palacio Legislativo para dirimir sus diferencias con otro militante del blanquiazul.

El vocero de los diputados priístas, Tonatiuh Pola dijo que en la Sesión Ordinaria de este martes se sometió a debate y votación la solicitud del diputado Rementería, pero la coincidencia fue el rechazo debido a que se trata de temas personales o en su caso, partidistas entre dos militantes de Acción Nacional y sólo uno es diputado.

Y por donde se le vea la preocupación alcanzó a la militancia y a los grupos que en este momento buscan dirigir los destinos de Acción Nacional. Este conflicto a nadie le conviene, y se agregaría, que se da en muy mal momento. Finalmente se trata de dos candidateables a la gubernatura.


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