2014-07-02 | 10:21:39

Pobre Veracruz, ya se pueden comprobar deficiencias,
errores y consecuencias, del “más de lo
mismo” y el “no pasa nada, todo va bien”.
De diciembre de 2014, respecto al mismo trimestre
del 2013, como ya se difundió, Veracruz
tuvo un -1.5% de variación. No creció, más bien
retrocedió.
La información del primer trimestre de 2014,
¿confirmará recesión, desaceleración, estancamiento
o recuperación?
Expectativas y pronósticos no son alentadores.
El contexto de condiciones internacionales
y nacionales no es favorable. La economía mexicana
se ajusta a la baja.
Adicionalmente las políticas y programas
económicos estatales tampoco son alentadores.
Continúan en más de lo mismo y lo que es
altamente preocupante, hay devoluciones y hasta
posibles pérdidas que tienen que explicarse y
evitarse.
Con endeudamiento creciente, costosa ineficiencia
y hasta difundidos casos de corrupción
gubernamental, siguen debilitando o paralizando
importantes aéreas y dependencias de
las administraciones y finanzas municipales y
estatales.
Denuncias públicas, sociales y hasta oficiales
sobran. Los hechos comprueban lo que se padece
y amenaza con empeorar. Hasta algunos presuntos
responsables, miembros de Ayuntamientos y
altos funcionarios de importantes áreas gubernamentales
estatales, han hecho señalamientos
y denuncias correspondientes. Incluso, algunos
han sido fulminantemente separados o cesados.
Por desgracia, simplemente no pasa nada.
Ni explicaciones ni acciones. Evidentes y preocupantes
limitaciones de opacidad, falta de
seguimiento y control, simulación de la fiscalización
y poca o nula evaluación. ¿Distracciones?
¿Cortinas de humo? El caso es que a muchas de
esas inusuales denuncias ya se les considera, en
“el túnel sumergido” de la impunidad.
Por si fuera poco, hay que agregar que también
preocupan sobremanera, otros relevantes temas
del buen gobierno: administrativos, financieros
y, en especial, de trasparencia, rendición
de cuentas y fiscalización que últimamente
han llamado la atención pública y que merecen
atenderse. Destacan por su monto e importancia,
las devoluciones o reintegros; las desapariciones
y reciclaje de pasivos, como el deficiente manejo
de los fondos de pensiones; y otros. Por ahora, me
referiré brevemente a las devoluciones.
QUE REGRESEN
Bien se sabe que ante necesidades sociales
crecientes, los recursos públicos por lo regular
resultan insuficientes. Y también, se tiene históricamente
demostrado, que con malos y peores
administradores y fiscalizadores simplemente se
garantizan pérdidas, deudas y retrocesos.
Incluso valdría la pena alertar y tener presente,
lo que vox populi con razón sostiene: ante
ineficiencia y delincuencia no hay presupuesto
que alcance. O simplemente recordar el principio
físico de que hasta hoy, no es posible llenar un
barril sin fondo.
Así que para evitar pérdidas y retrocesos gubernamentales,
podría empezarse por el control
mismo de daños, que obliga o lleva, en principio, a
identificar, analizar y determinar objetivamente
los aspectos que fortalecen o debilitan las administraciones
y finanzas públicas.
Tal es el caso de los reintegros o devoluciones al
gobierno de la República ocasionados por fallas,
errores y hasta horrores delictivos encontrados
en las revisiones periódicas de la Auditoria Superior
de la Federación (ASF), específicamente del
uso y destino de recursos federales a gobiernos
estatales y municipales.
Repito, devoluciones forzadas ante el no cumplimiento
de principios, reglas de operación y
obligaciones en su administración; o incluso, ante
la configuración de posibles faltas, infracciones
y delitos de los presuntos responsables a cargo.
El reconocido economista veracruzano,
Alejandro Soto Domínguez, insiste al respecto.
Recientemente resumió y comentó, que de
acuerdo al informe de la Auditoría Superior de
la Federación, de la Cuenta Pública del ejercicio
fiscal 2012, Veracruz ocupa el primer lugar
nacional en donde se presentaron los mayores
montos observados.
Y además, señala un aspecto inquietante, que
las recuperaciones derivadas de las Cuentas Públicas
2001 A 2012, confirman que “a marzo del
presente año, los montos recuperados suman 11
mil 606 millones de pesos, de los cuales 5 mil 226
millones, corresponden a la Cuenta Pública 2012.
El actual Gobierno del Estado de Veracruz a reintegrado
recursos empleados incorrectamente
al erario federal en el periodo de marzo del año
2011 a marzo de 2014 la cantidad de 8 mil 544
millones de pesos.” (ANALISTA.MX.270614)
O visto desde otro ángulo. Preocupa y alarma
que en los tres últimos años, por errores o mal uso
de recursos federales, por infracciones y hasta
posibles conductas delictivas no aclaradas satisfactoriamente,
ni justificadas o solventadas.
Devueltos en promedio, casi 3 mil millones de
pesos al año.
Devolución o reintegro al gobierno federal,
que aparentemente resuelve el reclamo y ya no
hay problema. Pero no es así. Las dudas y responsabilidades
no disminuyen, más bien aumentan.
¿De dónde salieron los recursos para la devolución?
¿Cómo afectó al presupuesto?
Y sobre obligaciones y deberes incumplidos.
¿En qué quedan las observaciones, responsabilidades
y hasta daños señalados por la Auditoria
Superior de la Federación, no solventados ni
justificados?
Quiénes son los presuntos responsables,
prófugos o perdonados. Preguntas y más preguntas
que las áreas correspondientes tienen que
responder. ¿Por qué la Auditoria Superior de la
Federación encuentra comportamientos cuestionables;
señala y observa situaciones indebidas; y
logra correcciones, solventaciones y devoluciones
de recursos públicos que las Contralorías internas
locales y el ORFIS no ven, detectan ni atienden?
¿Minusválidos, discapacitados, deficientes?
¿Negligentes, ineficientes, cómplices o hasta
delincuentes? Habría que ver los resultados que
tendrá la cuenta del 2013.
CONDICIONES DESFAVORABLES.
Voluminosa deuda pública inocultable y creciente.
Se debe a todos. Pensionados inconformes
y hasta sin agua se quedan cientos de miles de
veracruzanos, por efectos de ineficientes y hasta
criminales administraciones. Mientras esto y
más sucede, el Órgano de Simulación Superior
sigue dando costosos cursos, firmando convenios
y otorgando jugosos contratos a despachos, que
regularmente no ven ni encuentran nada, todo
checa y cuadra, frente a una realidad que muestra
lo contrario.
No hay inversión ni obra pública local significativa,
pues la que se nota y anuncia es federal.
No hay cambios eficientes en administración y
finanzas, ni en políticas y programas de fomento
económico y empleo. Empresarios locales
marginados y mal atendidos; y trabajadores
veracruzanos desplazados, desempleados, en la
informalidad, sin prestaciones y mal pagados.
Para fortalecer Veracruz, cambiar lo que se
deba cambiar. Difícil pero no imposible.