2014-07-02 | 10:23:18

No se trata de crisis informativa,
o que la crisis social o de
valores le llegó a los medios
de comunicación, y en particular
en Veracruz, sino que se
trata de la crisis económica, o al
menos eso hacen ver los sucesos
que deriva en varios órganos informativos
que están reduciendo
personal, cerrando sus puertas u
optimizando recursos.
Apenas este viernes en una
junta extraordinaria fueron
citados medio centenar de empleados
del periódico El Heraldo
de Veracruz para recibir la
lamentable noticia que así como
así se quedaban sin fuente de
trabajo. Sin el sustento familiar
ni la seguridad jurídica que da
un empleo.
De los 51 trabajadores que
exigieron este domingo al diputado
Eduardo Sánchez Macías el
cumplimiento de sus pagos por
derechos laborales, tema que
no quiso abordar el legislador,
quince pertenecen a redacción,
el resto son de publicidad, administración
y circulación.
La respuesta que les dieron los
ejecutivos al personal fue que por
no contar con la contratación de
publicidad y convenios oficiales
se vieron en la necesidad de cerrar
las puertas.
Las versiones indican que
la situación financiera de esa
empresa editorial llegará a la
empresa matriz en Xalapa.
También se habla de que
la misma suerte espera a otro
matutino en la conurbación. La
Voz de Veracruz, de empresarios
chiapanecos encabezados por Simon
Valanci. Quienes cuentan
también con estaciones de radio,
y que pretendieron incursionar
en territorio veracruzano en el
sexenio de Fidel Herrera donde
se vieron beneficiados con fructíferas
canonjías.
Por lo que de acuerdo a las
versiones pronto solo se contará
con el periódico en forma virtual
más no impreso.
En el caso de El Puerto, periódico
del político veracruzano
Edel Alvarez Peña, ex alcalde
de Coatzacoalcos, director del
IVEA, y magistrado del Tribunal
Superior de Justicia, las
cosas tampoco andan bollantes.
Al menos así lo refleja el retraso
del pago de las últimas quincenas
de nómina.
Y que decir de más de una
página informativa de internet
o portales noticiosos locales que
están padeciendo la misma situación,
algunos incluso con recorte
de personal.
Vaya crisis sin precedentes
la que se vive en el medio. Pero
en el caso de los periódicos hay
una singular. Ninguno de los
tres es periodista, todos los propietarios
son políticos que han
querido incursionar en el ramo
y aventurarse a conquistar este
medio, o simplemente ganar
impunidad y presencia que les
permita un fuero especial, si que
así se le puede llamar.
DESPLOME POLíTICO
EN TLACOTALPAN
Mientras en algunos municipios
las reuniones de la estructura
priista logran concentrar (con o
sin acarreados) a cientos o miles
de militantes, en Tlacotalpan se
sigue viendo débil el músculo
político del partido tricolor. Y
es que en dos ocasiones ya, han
querido promover una fortaleza
y unidad política ausente en la
Perla del Papaloapan.
Mariana Romero y Déborah
Vives, regidoras del Ayuntamiento
tlacotalpeño, hace apenas 20
días, convocaron a una reunión
desinflada donde solo asistieron
quienes tienen cargo como
delegados, operadores políticos
o quienes tienen aspiraciones
políticas.
En resumen, lamentable paras
los proyectos del tricolor en la
zona es que ni a 20 personas llegó
la convocatoria . Hoy repiten la
hazaña, orgullosos, un puñado
de priistas se toma la foto y cual
si fueran las páginas de sociales
donde le gusta salir cada semana
las ediles sonrientes posan para
ilustrar la nota que ostenta un
titular que le queda a deber a la
realidad.
Esta vez no hay suspicacia, la
foto es oficial y lo dice todo, 26
militantes formaditos en una
reunión que se presume cobijada
en el editorial titulado “Reúnen
en Tlacotalpan Fuerzas Vivas del
PRI”. Si ciertamente estás son las
fuerzas vivas, entonces el PRI en
Tlacotalpan tiene una mayoría
de militancia muerta.
Y es que han tenido que importar
un activo significativo de
la zona cañera, Rafael Fernando
López Nájera quien pese a su probada
experiencia y eficaz operatividad
en la política al servicio
del PRI, no está familiarizado
con la cuenca y no pertenece a
esta zona.
Otro “importado” es el adelantadísimo
Gabriel Barrán
González, quien lejos de aportar
simpatías al PRI, con su constante
ausentismo en Cosamaloapan,
donde es el Jefe Residencia de la
Procuraduría Agraria, solo demuestra
que sus intereses están
en la candidatura para suceder la
Alcaldía, para lo cual faltan aún
al menos tres años.
Alguien o muchos tienen que
hacer algo por esta debacle. Y si
el PRI quiere recuperar espacios
tendrá que revisar la c redibilidad
y eficacia de estos personajes.