2014-07-28 | 09:31:40

Y mientras en la
cúpula política se
rasgan las vestiduras
por las reformas, y
todos dicen tener la
verdad en torno a los cambios en las leyes
energéticas, así también saltan los mesías
para, según ellos, evitar el robo y saqueo
del México, la economía del país muestra
un cambio lamentablemente a la baja, que
no solo impacta a los sectores llamados
mas importantes sino a las clases media
y baja, las mas vulnerables, donde es más
palpable pues es el reflejo real de la situación
que vive la economía local, regional
y nacional.
Por si alguien lo duda, solo basta
echar un vistazo a lo que que el Fondo
Monetario Internacional (FMI) acaba
de establecer al estimar la reducción del
crecimiento económico para México, de
3 a 2.4 por ciento.
Asimismo, el FMI mantiene el crecimiento
del 2015, en 2.5 por ciento, por
debajo de la estimación de Hacienda de
2.7. Es mas que un parámetro real y respetado
el que marca un organismo con la
credibilidad del FMI.
Y no es el único analista que ve problemas.
La revista Forbes revela que los últimos
dos años han sido descorazonadores.
En 2013 México cayó en un bache del cual
no ha logrado salir. Pasó de crecer 3.9 por
ciento en 2012 a solo 1.1 por ciento en 2013.
Pasó de situarse como una de las economías
más dinámicas a nivel global a ser
una de las más alicaídas a nivel regional.
Y la pregunta para la cual no ha habido
una respuesta gubernamental clara es:
¿por qué?
A veces se dice que la razón es la economía
estadunidense. A veces se alude
al entorno global. A veces se alude al
tiempo que tardará la implementación
de reformas que todavía están en el papel.
O quizás, como sugiere Raúl Feliz, un especialista
del CIDE, el error fundamental
fue aprobar todas las reformas de golpe.
Y es que a juicio de quienes experimentadamente
opinan se han hecho sin priorizar,
sin ver cuál era la más importante,
la más urgente, la más necesaria.
Lo que es cierto es que la economía
no tiene hacia dónde. El repunte esperado
nada más no llega. Y cada vez es
más agobiante para la clase proletaria
una angustiante situación financiera
con despido de empresas, reducción de
la planta productiva y una contracción
de todo tipo de mercado. Nada se vende,
nada se compra en este momento.
Hay que sumarle la parálisis de estos
meses de período vacacional. Suspensión
de la mayoría de actividades que también
retienen el flujo económico.
En las calles se multiplican los negocios
familiares de alimentos. Los
changarritos, aquellos que el presidente
Vicente Fox anunció cómo la panacea
del siglo XXI, hoy sin un programa de
impulso gubernamental están a la orden
del día. Como un pibote de las familias y
desempleados para salir avantes.
Comida exprés, jugos, piratería, venta
al cambaceo, de todo un poco, conforman
la nueva economía local. Y
decenas cientos de terrenos
o viviendas en un solo perímetro
en venta.
‘QUIERO A PEPIN EN LA CÁRCEL’
Hace unos días en este espacio se comentaba
la negativa del alcalde de Boca del
Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, para
firmar y permitir el “rescate” del gobierno
estatal. Su respuesta confirma lo dicho.
Y es que el alcalde es uno de los que,
junto con los de Veracruz y Medellín, debe
firmar como integrante del Consejo
Ejecutivo del SAS. Y fue acusado de lo
anterior por el munícipe medellinense
Omar Cruz.
Contrario a ello Yunes Márquez
mantiene su postura y asevera que no
ha firmado ni firmará la solicitud para
que el gobierno del estado de Veracruz le
inyecte recursos económicos al Sistema
de Agua para lograr su estabilización y
óptimo funcionamiento.
Cuestionado sobre la petición ya firmada
que hicieron Poo y Cruz para que
el Ejecutivo estatal comience a sanear las
finanzas del organismo, dijo que él no lo
hará.
“No he firmado ni voy a firmar porque
yo se los comenté, yo no estoy de acuerdo
en que el gobierno del estado llegue a salvar
al SAS y quiero ver a Ruíz Carmona
tras las rejas”.
Ni hablar o firma y mejorar el sistema
para no afectar a miles de familias que ni
vela tienen en el entierra o se revisan el
caso de Pepin.
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