domingo, 05 de mayo del 2024
 
Por Leo Zuckermann
Columna: Juegos de Poder
¿Cómo comienza la competencia electoral?
2014-08-12 | 09:15:12
Se acabaron los tiempos de la cooperación política que resultaron en múltiples reformas impensables hasta hace poco. Comienzan los tiempos de la competencia electoral. La fecha fatal será el siete de junio del año que entra, día en que se elegirán a la totalidad de los 500 diputados federales (300 por distrito y 200 por representación proporcional), nueve gobernadores, 639 diputados locales en 17 entidades federales, 803 presidentes municipales en 15 estados y 16 jefes delegacionales en el Distrito Federal. ¿Cómo arranca esta competencia?
La semana pasada, Reforma publicó una interesante encuesta nacional en vivienda realizada del 24 al 26 de julio de 2014 a mil 20 mexicanos. El margen de error es de +/-3.1%. Varias conclusiones pueden sacarse de este sondeo:
1. A la fecha en que se levantó la encuesta, el 77% de los mexicanos expresó alguna preferencia para la próxima elección de diputado federal. En contraposición, el 23% de la población no contestó la pregunta, dijo que “ninguno” o anuló su voto.
2. Descontando este 23%, se obtuvo la llamada “votación efectiva” de tal suerte que, si las elecciones hubieran sido la fecha en que se levantó la encuesta, el PRI hubiera ganado con el 40% de los sufragios. Este porcentaje se parece mucho al que obtuvo Peña Nieto en la elección presidencial de 2012: 38%. Tomando en cuenta el margen de error, podríamos afirmar que, a casi dos años de regresar a Los Pinos, el PRI no ha crecido en las intenciones de voto. No parece ser una buena noticia para el tricolor siendo el partido en el poder.
3. La segunda fuerza electoral del país es el PAN con el 22% de la votación efectiva. Los panistas obtuvieron alrededor del 25% de los votos en la pasada elección de 2012. Tomando en cuenta el margen de error, el PAN, como el PRI, está prácticamente igual. ¿Es una buena o mala noticia para los panistas? Creo que buena en la medida en que este partido no habría perdido votantes a pesar que estos dos años se la han pasado entre pleitos internos y escándalos.
4. La segunda fuerza electoral del país es en realidad la izquierda. Si se suman las preferencias a favor de todos los partidos que conforman este espectro ideológico (PRD, Morena, MC y PT), tendrían el 30% de los votos efectivos, casi lo mismo que sacó López Obrador en la elección de 2012 (32%). Otra vez, por el margen de error, estamos hablando que la izquierda ni habría ganado ni perdido votación efectiva en dos años.
5. En suma, a pesar de todas las reformas estructurales aprobadas, de una economía menguante, de un Presidente con baja popularidad, todo indica que los partidos arrancarán el 2015 en la misma posición en que llegaron a la meta en 2012.
6. Con una diferencia: en esta ocasión la izquierda iría dividida en cuatro partidos. Matrimoniados valdrían el 30%. Divorciados el PRD tendría 16%, Morena el 7%, MC 4% y PT 3%. Que vayan divididos no importaría tanto para la elección de diputados federales porque, lo que perdieran en diputaciones de distrito, se los compensarían con diputados de representación proporcional. En todo caso, la división de la izquierda sería un problema en las elecciones de gobernador, presidentes municipales y jefes delegacionales. Si no realizaran algún tipo de alianzas en esos comicios, sería muy difícil que ganaran algunos de esos puestos.
7. Este tema es particularmente importante en el DF, el principal bastión político de la izquierda. Reforma hizo una encuesta representativa para la capital a 855 adultos. Encontró una división impresionante del voto. En votación efectiva, el PRD obtendría el 28% de los sufragios para los diputados a la Asamblea Legislativa, seguido del PRI con el 22%, Morena con 16%, PAN con 14%, PT con 6%, el Verde con 5%, MC con 3% y el resto los demás. Sumando los cuatro partidos de izquierda, ésta tendría mayoría con el 53% de los votos. Pero si van divididos, el PRD perdería el control de la Asamblea y el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, tendría un Poder Legislativo muy complicado que gestionar durante su segundo tramo.
8. La división de la izquierda en el DF también sería fatal para la elección de jefes delegacionales. El PRD seguramente perdería algunas demarcaciones que irían a parar al PRI, al PAN y, lo más doloroso para ellos, a Morena. En este sentido, López Obrador lograría su objetivo de darle un buen golpe a su ex partido, hoy controlado por Los Chuchos a los que aborrece tanto.
Así está arrancando la competencia. Pero, como en toda carrera larga, esto puede cambiar, y mucho.

Twitter: @leozuckermann
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