2014-08-17 | 20:59:22

Al fin, alguien, se compadeció con los jefes y le dieron chance de escribir a Maquiavelo, que al igual que los autos viejos y abandonados para volver a que funcionen hay que cambiarles bujías, carburadores y en la mayoría de los casos hasta las llantas. Hay que tirarles el aceite y la gasolina descompuestas por estar tanto tiempo guardadas.
Lo importante es que la carcacha encienda y empiece a rodar.
La base de la sociedad son las leyes, pues estas se crearon con la finalidad de dar orden y equilibrio a la convivencia a la humanidad. La Declaración Universal de los Derechos Humanos surge precisamente a partir de la crisis que se vivía en Francia, situación similar a la que se vive en México: carencia de valores, desempleo, violencia, injusta repartición de la riqueza, corrupción y todos los males que aquejan a los mexicanos. Es en aquel entonces donde se hace imperativo un orden jurídico para mejorar las reglas de convivencia y evitar un ejercicio de poder desmedido e ilegal.
Para obtener la semana pasada su título profesional de licenciado en Derecho, la académica María Eugenia Martínez Espinosa, en la Universidad Filadelfia, presentó una propuesta de ley al Derecho Periodístico, a fin de cubrir la carencia de leyes respecto al desempeño de la profesión informativa, pues cada vez es más difícil su desarrollo en su relación con las esferas políticas.
“En los últimos años se ha registrado una verdadera crisis hasta convertir este ejercicio de informar en una profesión altamente riesgosa. Nos encontramos inmersos con problemas de ingobernabilidad, más periodistas muertos o desaparecidos, sin resultados contundentes en las investigaciones. Haciendo un retroceso en la historia para entender esta evolución e involución en la que nuestra sociedad, gobierno y periodismo nos encontramos inmersos, donde cada día es más problemático el conciliar estos poderes”.
Esta tesis es un valioso documento que debieran tener tanto comunicadores como la clase política sobre las leyes que deben de regir en cuanto al desempeño de la actividad informativa en su compleja relación con el gobierno.
Destaca de manera especial en esta documentada investigación el Código de Ética que implantara hace décadas la Unesco para el ejercicio noticioso.
Desde los orígenes del Derecho Constitucional Mexicano elaborado por Ignacio López Rayón en 1811 se manifiesta: “ Habrá una absoluta libertad de imprenta…”.
Existen en la actualidad leyes dispersas en los temas periodísticos, a partir de la ley de imprenta, que no ha sido actualizada. Reglamentos que dejan de lado la objetividad y no existe en el momento presente un derecho actualizado que enmarque la actividad periodística en sus relaciones con el mundo oficial, creando un conflicto que es importante resolver por su trascendencia social y política.
Dar un orden jurídico que resuelva de manera practica, siempre apegado a la ética y los valores que solucione la confrontación que afecta la dignidad humana y el respeto a la libertad de expresión.
Esa es la propuesta de Martínez Espinosa que está enmarcada en un elaborado trabajo de más de cien páginas y que cuenta con varias estadísticas avaladas por prestigiadas instituciones nacionales y del extranjero.
Lo interesante es que esta iniciativa fuera presentada en el Congreso de la Unión y se regulara de forma definitiva los aspectos legales y de una manera específica este mágico quehacer del universo de la noticia.

FOTO Maquiavelo1
María Eugenia Martínez Espinosa, académica