2014-08-20 | 21:29:29

El presidente Enrique Peña Nieto, apareció en el Palacio Nacional en una nueva estrategia de comunicación de su gobierno, por cierto muy novedosa, bajo el auspicio de Televisa, principalmente.

Se montó todo un foro con el tema del 80 aniversario del Fondo de Cultura Económica, en donde se dio este escenario para hablar con periodistas sobre los diversos aspectos de la famosa reforma legislativa y sobre todo de la energética, que tienen a su gobierno con un alto nivel de aceptación en el contexto mundial de las ambiciosas empresas petroleras trasnacionales, pero lamentablemente en México esta con un nivel de baja aceptación que hasta resulta con calificación reprobatoria.

En la conducción José Carreño Carlón y en el panel de periodistas: León Krause de Univisión, Ciro Gómez Leyva, Pascal Beltrán del Río, Pablo Hiriart, Denisse Mearcker y Lily Téllez. Todos a modo en un selecto grupo de colegas compasivos que relevan a otros como Joaquín López Dóriga y Adela Micha, quienes fueron destronados de su reinado con este proceso con el modelo de otro Tercer Grado, porque entre los panelistas se vieron apresurados a rebatarle la palabra al conductor Carreño.

Peña Nieto, contundente y seguro en su accionar, respetuoso y tolerante en sus argumentos con partidos políticos, grupos cupulares y gobiernos estatales, en donde desde el inicio de las preguntas se parte del famoso Pacto por México, en todo un buen script armado como guion de telenovela.

Sólo temas económicos y políticos, ausente el tema de la inseguridad, para nada, nadie ni por asomo en el asunto toral de los problemas de este país.

En la misma escuela salinista, el presidente Peña en algunos momentos hasta el tono gutural de su voz parecía a la del ex presidente Carlos Salinas.

Peña Nieto, defendió a capa y espada los beneficios de sus reformas, aunque no reconoce los duros efectos de la economía en perjuicio de las mayorías de este país que dice que han sido desgravados de la fuerte carga fiscal, misma que se aplica con mayor rigor a los del más del 1.5 por ciento que dice que ganan al año más de 700 mil pesos.

La realidad nacional a juicio de la gente es otra, la gente esta espantada por los altos índices de inseguridad, y el alto costo de la vida, servicios públicos y combustibles, cuando no se reconoce el fantasma de la recesión que recorre el país y menos se habló de la inseguridad, como si el tema no existiera.

A los ojos de los tele-espectadores de un programa televisivo que no vio mucha gente porque se transmitió después de media noche, y sólo sirve para que los siete periodistas presentes en ese foro se luzcan en un escenario de ensueño, propia de la fantasía de Walt Disney, en donde las luces y los reflectores, muestran al presidente Enrique Peña Nieto, tolerante, permisivo de la critica y las protestas del sector magisterial de la Coordinadora disidente del SNTE en estados como Oaxaca, y en donde al hablar de la corrupción histórica simplemente se quedó callado y trasladó el tema al contexto mundial.

También quedó en el aíre, el tema de los premios con bonos de quinces millones para todos y cada uno de los legisladores del congreso federal que fueron premiados por la aprobación de las leyes reglamentarias de las reforma energética.

En algunos puntos de las reformas legislativas como la energética, hay que reconocer el avance en el sentido de que se pretende dar al país una transformación económica con fines de fortalecer el empleo y mejorar los niveles de vida de las presentes y futuras generaciones. Pero la carga fiscal a las empresas energéticas del estado quedó igual que antes, y se otorgan a diferencia más beneficios a las empresas extranjeras al darles mejores oportunidades, lo que indica que no hay piso parejo.

México sigue en los errores de que no se ejerce el comercio con rigor, lograr beneficios amplios para el país, pero desde el Tratado de Libre Comercio con EU y Canadá, quedó visto, los políticos de este país no tienen cultura comercial y disfrutar de regalar lo que no es suyo. Ahora se dice que los beneficios se verán hasta dentro de diez años.

Al fin la estrategia es buena, pero es tradición de este país que los presidentes gobiernan de la mano de las televisoras oficiales Televisa y TV Azteca. Lo que no es garantía de que la gente se interese por su contenido.

Y siguiendo en este rubro, los más de 5 mil panistas enquistados en el gobierno del presidente Peña, siguen haciendo de las suyas con las plazas laborales que se quedaron a lo chino y no los han podido correr y por lo mismo siguen haciendo negocios multimillonarios a plena luz del día.

Los titulares de todas las áreas del gobierno federal, trasladaron los cambios en áreas estratégicas en infinidad de dependencias del gobierno federal para después de las reformas el tiempo y el plazo se cumplió, pero los panistas se ríen y por lo mismo siguen mejor que en los tiempos de Fox y Calderón. Miles de priistas siguen esperando y dicen: “nosotros donde escribimos”.

No hay que dejar pasar que junto a pobres y clasemedieros de este país, perros y gatos han sido también víctimas con el asunto se la aplicación del IVA a sus alimentos. Entre la desanimada gente, sólo a esperar lo que falta. Así las cosas.