2014-10-01 | 21:50:25

El efecto Ronaldinho crece en el fut mexicano
Van en serio de los Juegos Centroamericanos
Anfitrionía gran capital de los jarochos

AL MARGEN DE LO QUE HAYA PASADO en la cancha del estadio Azteca entre Veracruz y América ayer, desde el fin de semana pasado el tema fue Miguel Layún por los cuatro goles marcados al Santos, de todos colores y sabores, bueno casi todos, porque gran rematador de cabeza no lo es, o no lo ha demostrado aún y fue justamente el tanto que la faltó convertir.
Para ello nos tendríamos que remontar algunos años atrás, confieso que no soy tan bueno para precisar fechas, pero sí nos queda claro que fue durante la estancia de Miguel Herrera en el equipo Veracruz justo cuando surgió la figura de este jugador cordobés.
Posiblemente muchos lo recuerdan ya enfundado en la casaca rojiazul, entrenando con el primer equipo y con minutos concedidos por el “Piojo” y justificados por la regla del menor para promover talentos en la primera división.
No obstante, yendo un poquito más atrás, claro, no mucho porque su carrera ha sido meteórica, Miguel militó en la tercera división de los escualos, en donde sin lugar a dudas jugando por los costados ya superaba a chicos y grandes por su velocidad y fortaleza física, es decir, estaba por encima del promedio del futbolista común de esa división.
Que si bien es cierto se empezaron a escuchar “leyendas urbanas” relacionado con la manera en cómo llegó al primer equipo e inmediatamente tuvo una oportunidad, a la vuelta de los años pareciera que eso quedó como un anécdota, luego de tomarse su “tacita de café” en la Serie “A” de Italia, de ser campeón con América, de ser seleccionado nacional y mundialista en Brasil 2014.
Y es que a lo largo de todos estos años nos ha tocado ver cualquier cantidad de jugadores con mejores potencialidades, pero con muy corta mentalidad. Es decir, todos y cada uno de los juveniles con condiciones requieren en algún momento de su vida de un “empujoncito”, de una “palmadita” o de una “manita” para iniciar su despegue.
Fue el caso de Miguel, que teniendo condiciones porque vaya que las poseía, necesitó de la confianza para poder “explotar”. Posiblemente otros no lo hubieran clarificado como él lo hizo, justo porque también el entorno del cordobés era diferente a los demás, preocupado solo por el futbol y no por llevar el sustento a la casa.
Es decir, aunado a que tenía todo el apoyo para buscar con ahínco su sueño, desayunaba, comía y cenaba futbol. Pero aunado a ello la mentalidad a prueba de fuego fue la que lo sacó adelante, sin lugar a dudas.
Hay otros casos que debo de confesar tuve la fortuna de ver. Por ejemplo, Carlos Moctezuma, el popular “Caballo” que en Paz Descanse, al que con todas las condiciones del mundo en su momento y de su camada, nunca tuvo una real oportunidad y el “empujoncito” tan necesario en estos casos.
No obstante, conocemos y me congratulo con tener la amistad de Miguel Hernández, de quien posiblemente de su generación era el menos vistoso, no precisamente el goleador ni el más driblador, pero sí en cambio, el más disciplinado, el más trabajador, el más persistente e insistente y que gracias a ello se mantuvo muchos años en primera división desde su debut en el Veracruz.
Fue campeón con Monarcas Morelia, fue de las confianzas de muchos técnicos, regresó a Veracruz para cerrar su carrera y sin duda como entrenador de segunda división con el Atlético Veracruz sigue por el mismo camino, predicando con el ejemplo.
Y es que romper con la idea que tienen del veracruzano es complicado, ya que siempre son tachados de flojos, de atenidos, de alegres, de bohemios y de mujeriegos.
Lo que sí nos queda clarísimo es que las cosas no son fáciles, más hoy en día en el que el futbol es más físico, de mayor inmediatez de pensamiento. Por eso mismo no todos llegan, solo los más constantes, los más disciplinados, los más tozudos y los más insistentes, como el cordobés Miguel Layún.

EL EFECTO RONALDINHO se ha hecho presente en territorio nacional, porque ya la gente no pregunta por cómo le fue Querétaro, que a los aficionados de los demás equipos poco les importa, lo que realmente preguntan es cómo jugó el astro brasileño y si marcó gol.
Así, este martes que enfrentó al Atlas y que Gallos perdió 2-1, “Dinho” marcó como lo ha hecho recurrentemente en toda su carrera, mediante un tiro libre, pero además con perfil derecho y como con la mano, justo en donde Federico Vilar fue un espectador más.
Es cierto que Ronaldinho marca diferencia, pero tampoco podría hacer todo para su equipo porque al final el futbol es “juego de conjunto”, es un deporte “asociación”, es decir, necesita de los demás para que sus potencialidades de noten más, tal y como sucede con los grandes como Cristiano Rolando y Messi, por cierto, jugadores que no han ganado todo lo que Ronaldinho sí en el futbol.

AHORA SÍ VA EN SERIO el asunto de los Juegos Centroamericanos. Y es que ya hay aroma a “Veracruz 2014”, en donde como en su momento en alguna ocasión lo sentencié, funcionará y será un éxito en la medida que la gente lo quiera, sobre todo hablando de los veracruzanos, de los que seremos anfitriones.
Si bien hemos escuchado y visto los parciales numéricos de obras, hotelería, de deportistas y demás, creo que el referente más importante es la venta de boletos, ya que estos nos permitirán saber la respuesta de la gente.
Es un hecho que los boletos no están lejos del alcance de los aficionados, porque hasta en cincuenta pesos pueden encontrarse sin mayor problema. Obvio que hay boletos más asediados que otros, por ejemplo, es garantizado el espectáculo del tae kwon do, de boxeo, atletismo, clavados, triatlón y hasta natación.
Pero aquí lo más importante será que los veracruzanos, además de que se retraten en las tribunas en apoyo a los mexicanos y particularmente a los veracruzanos, podamos ser buenos anfitriones, es decir, ese capital que no se compra con dinero, que se tiene por naturaleza y para lo que somos muy buenos los jarochos.
Lo anterior es muy fácil aplicarlo, por ejemplo, ser amable, ser condescendiente, buen guía, mejor orientador y excelente platicador.
Si logramos lo anterior. Habremos ganado los Juegos.