2014-10-05 | 21:39:54

La renuncia de la directora ha sido aceptada... “¡A huevo! Gritaron algunos”
¿Qué hubiera pasado si los 140 mil trabajadores petroleros y los más de 70 mil electricistas con sus familias se hubieran movilizado en contra de la reforma energética el pasado diciembre? ¿Qué hubiera pasado si todos los contribuyentes cautivos como: empresarios, comerciantes, trabajadores y empleados, nos hubiéramos movilizado en contra de la reforma hacendaria? ¿Qué hubiera pasado si todos los trabajadores y asalariados del país nos hubiéramos manifestado en contra de la reforma laboral para dignificar los salarios? Sin duda, que estaríamos con un poder ciudadano necesario y soberano, resguardando nuestros recursos naturales, nuestra identidad y nuestra independencia.
Estas interrogantes surgen por el movimiento de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que con una ejemplar actitud le dijeron al gobierno todo poderoso: ¡Basta!
Como oxígeno puro cae el ejemplo de los jóvenes del POLI; inyección de energía a un país enojado, inconforme, indignado, pero sometido por los poderes fácticos y por delincuentes de cuello blanco.
Hay que recordar que en el 2012 también los estudiantes de la Universidad Iberoamericana rechazaron la imposición de la televisión y mercadotecnia, así surgió el grupo “Yo soy 132”.


LA CASTA

¿Por qué los jóvenes salieron desafiantes a las calles? ¿Qué los obligó a sacar la casta? Mientras una generación madura muestra miedo y sometimiento; la respuesta es que los jóvenes NO tienen nada qué perder, hoy no tienen nada, sólo los sueños de construir un mejor futuro en un país devastado social y económicamente; están haciéndose de las herramientas necesarias (educación y conocimiento) para ser personas productivas el día de mañana. En contra parte, hay una generación “mediocre y cómoda” que muestra miedo a perder lo poco o casi nada que tiene, que de tanto manejo televisivo y de telenovelas se ha creído que es incapaz, que piensa que debe estar agradecido por las dadivas que recibe por el funcionario que le sonríe o le hace el favor o por las amenazas de perder los programas sociales que los han manejado para uso electoral y de esa manera seguir sometiendo a la población por medio del hambre y necesidad.
Mientras en el extranjero les otorgan premios y reconocimientos a PEÑA NIETO y a LUIS VIDEGARAY por abrir el país y entregar el patrimonio nacional, los estudiantes del Politécnico, con el apoyo de sus profesores y la comunidad politécnica, hicieron una manifestación y fijaron una postura firme, entregando un pliego petitorio de 10 puntos al gobierno federal; sabían que el secretario de Gobernación tenía que otorgar todo, simple y sencillamente, el gobierno “no tiene salida”.
Exigieron calidad y el valor de la educación pública para los hijos de obreros, empleados y campesinos, bajo el lema: “La técnica al servicio de la Patria” que es la base del IPN, tal como lo proyectó el General LÁZARO CÁRDENAS cuando fundó dicha Universidad. En forma estoica, se negaron a ser sometidos desde ahora, a ser peones bajo el mando de un capataz extranjero o adinerado como lo pretenden las recientes reformas estructurales, con su actuar defendieron el avance educativo que por años se ha formado en México, defendieron la igualdad en el derecho y condición para ser profesionistas de altura, para ser Ingenieros y no técnicos, para ser Licenciados y no auxiliares, para ser Doctores y no Enfermeros, esto sin menospreciar a la respetable educación técnica, pero los estudiantes universitarios mantuvieron la altura de miras.


LOS 10 PUNTOS

1-.- La No aceptación del nuevo reglamento interno que trastoca los derechos de la comunidad politécnica, sino uno que convenga y beneficie los derechos educativos.
2.- La cancelación de los planes de estudio que tecnifiquen la educación superior y reduzca la calidad educativa de las escuelas de nivel medio superior en el instituto.
La comunidad politécnica propone una negociación consensuada hasta que se reestructure el nuevo plan que cumpla con las necesidades de cada especialidad. Esta consolidación será hecha por mesas de trabajo que se conformarán por egresados y especialistas en sus respectivos campos.
3.- Destitución de la doctora Yoloxóchitl BUSTAMANTE DÍEZ como directora del IPN, con la correspondiente democratización del Consejo Directivo.
4.- Salida de los elementos de la Policía Bancaria de las instalaciones del IPN y que no sea sustituida por ningún otro organismo público o privado.
5.- Cese de pensiones vitalicias de exdirectores del IPN.
6.- Democratrización del IPN, iniciado un proceso de representación equitativa de estudiantes, docentes, trabajadores de apoyo de todas las unidades para que tomen las decisiones en conjunto del IPN. Sesiones públicas de cara a la comunidad.
7.- No se tomarán represalias académicas, administrativas ni legales hacia ningún miembro de la comunidad politécnica, participante o no, en dicho movimiento.
8.- Aumento del presupuesto federal otorgado al IPN y a los sectores educativos y de investigación científica y tecnológica nacional con un monto mínimo del 2 por ciento del PIB.
9.- Dar a conocer todas las diferencias -tanto en los planes de estudio- como en la celebración de los convenios de colaboración de la técnica al servicio de la patria y no la técnica al servicio de los intereses privados nacionales y transnacionales.
10.- Fuera grupos porriles del IPN.
El gobierno aceptó sin chistar los 10 puntos, sin embargo, los estudiantes actúan con cautela – dijeron- “no les tenemos confianza, vamos analizar y no vamos al diálogo al vapor”, ¡bien hecho! “SER JOVEN Y NO SER REVOLUCIONARIO ES UNA CONTRADICCIÓN HASTA BIOLÓGICA” (expresión de Salvador Allende).


LA IZQUIERDA NECESARIA

Hoy que los jóvenes del POLI, de la UNAM y de la Universidad Metropolitana, muestran el descontento social en forma organizada y ordenada, se hace más palpable la imperiosa necesidad de la presencia de una izquierda política combativa y organizada, no domesticada como ha estado en los últimos tiempos.
Replica: No participé, no me inscribí personalmente, ni otorgue mi consentimiento en la pasada contienda interna del Partido de la Revolución Democrática, como dijo “El Ponchis”: “No me metí, me metieron” y no lo reconozco.

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