2014-10-08 | 09:55:30

Libertad económica

“Detrás de todos los argumentos en contra del libre mercado hay siempre una falta de creencia en la libertad misma.”
Milton Friedman

México tiene un bajo nivel de libertad económica. En el Reporte anual de libertad económica del Instituto Fraser de Canadá que se divulgó ayer, nuestro país se ubica en el lugar número 91 de 152 evaluados. En este decepcionante desempeño se encuentra una de las explicaciones más poderosas de la pobreza de nuestro país.
Medir la libertad económica es importante. Lo que no se mide no se puede mejorar. La falta de libertades, por otra parte, suele tener un costo enorme en la prosperidad. Por eso es importante saber qué tanta o tan poca libertad económica tenemos y en que ámbitos.
La libertad económica suele traducirse en mayor prosperidad. En 2012 los 38 países del mundo con mayor libertad económica registraban un producto interno bruto per cápita de 39,899 millones de dólares mientras que los 38 con menor libertad tenían apenas 6,253 dólares (ajustados por poder de compra). Los países con mayor libertad económica alcanzaban una esperanza de vida de 79.9 años mientras que los de menor libertad apenas llegaban a los 63.2 años.
Los dos países con mayor libertad económica según el Fraser son Hong Kong, con una calificación de 8.98 sobre 10, y Singapur, con 8.54. Les siguen Nueva Zelanda, Suiza y Mauricio. Después se ubican los Emiratos Árabes Unidos, Canadá, Australia, Jordania y, empatados en décimo lugar, Chile y Finlandia. Estados Unidos y el Reino Unido, que fueron en el pasado los países con mayor libertad económica, se ven ahora relegados a un empate por el duodécimo lugar. México está muy atrás, en el lugar 91, con una calificación de 6.75.
Algunos países sorprenden. Hong Kong tiene el mayor nivel de libertad económica desde hace años, lo cual explica su avance económico, pero carece de libertad política. Mauricio, una pequeña isla en el océano Índico, demuestra la rapidez con la que se puede hacer un cambio en libertad económica. En 1975 registraba una calificación de apenas 4.8, pero para 2012 había avanzado hasta una de 8.04. En el período ha registrado también una fuerte tasa de crecimiento y hoy alcanza un PIB per cápita de 16,056 dólares (ajustado por paridad de compra), el cual es superior al de México. Nuestro país, en cambio, se ha mantenido virtualmente estancado en libertad económica, al pasar de una calificación de 6.45 en 1970 a 6.75 en 2012, lo cual se ha reflejado también en un nulo avance de su PIB per cápita.
La calificación de México es producto de un buen resultado en algunos rubros y desastroso en otros. Nuestro país tuvo una terrible calificación de 3.59 en solidez monetaria en 1990, pero hoy registra un buen resultado de 8.1 en este renglón. Por otra parte, México recibe hoy una calificación de 7.1 en tamaño del Estado, 7.05 en libertad de comercio internacional y 6.89 en regulación.
El rubro que arrastra a nuestro país hacia abajo es el del sistema jurídico y derechos de propiedad, en el que tenemos una calificación de 4.46. Los subíndices son nueve, con registros tan bajos como 2.5 en integridad del sistema jurídico, 2.99 en costo del crimen para las empresas, 3.29 en confiabilidad de los cuerpos policiales, 3.91 en independencia judicial y 3.91 también en imparcialidad de los tribunales. No podemos lograr la libertad económica mientras no aseguremos la seguridad jurídica.
La mala noticia, como vemos, es que México tiene un pésimo lugar en el índice de libertad económica. La buena es que la mayor parte del problema se concentra en el sistema jurídico y la seguridad pública. Si logamos resolver este nudo, aunque sea de manera parcial, el país daría un enorme salto hacia delante.


Un no para tu sí

Si bien el secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong aceptó todo el pliego petitorio de los paristas del Politécnico, los líderes respondieron que el gobierno ha planteado planteó “respuestas sin sustento y sin compromiso para su cumplimiento”. Éste es el riego de las rendiciones incondicionales. Por lo pronto el paro del IPN continúa.

Twitter: @SergioSarmiento