domingo, 19 de mayo del 2024
 
Por Rafael Arias
Columna: Mutatus Mutandis
Mutatus Mutandis
2014-10-08 | 09:57:34
Secreto a voces. Demasiadas pruebas de patógenos,
parásitos y depredadores que enferman los
gobiernos para beneficiarse.
Convierten dependencias en sistemas de
complicidad y corrupción, de ineficiencia a delincuencia,
bajo vitamínica y refrescante impunidad.
No se necesita ser experto. Hechos y denuncias
sobran, lo que falta es decisión política y movilización
ciudadana para curar y erradicar, estos y
otros males gubernamentales.
Simplemente falta congruencia. Con la salud
no se juega. Prevención y atención, no simulación.
Sin soluciones verdaderas y efectivas, inevitablemente
se incrementan padecimientos y complicaciones;
sobre todo, alentando tratos, contratos
y concesiones más que dudosas; si se usa y abusa
del patrimonio, instalaciones, equipo y personal;
y, malgastan o saquean recursos públicos. Fotos,
actos y declaraciones oficiales no curan ni sanan.
A propósito, oficialmente el ámbito local, no
ha dado explicación o razón alguna, por la que la
federación se vio obligada a retirarle recursos a
varios gobiernos estatales, como el de Veracruz,
para centralizar, otra vez, compras directas de
medicamentos y otros artículos.
Hay que reconocer, ventajas de la adquisición
federal, que a diferencia de las compras estatales
obtienen descuentos, no son medicamentos
obsoletos y se dispone de ellos. ¿Y los presuntos
responsables o prófugos potenciales de estas y
otras conductas delictivas?
Enfermedad
y gravedad inocultables
Compruébese como patógenos y parásitos, crecen
y permanecen, se reproducen y fortalecen.
Historia que se repite. Fuentes oficiales, como
la Auditoria Superior de la Federación (ASF), lo
consignan y se puede consultar. Por ejemplo, no
hay sanciones, proliferán simulaciones: “Mantiene
Veracruz rezago en irregularidades desde
el año 2008…” (LaJornadaVeracruz.091014)
Recientemente, la Cámara de Diputados federal,
a través de la Unidad de Revisión y Control, al
trabajo de la ASF, señala, entre otros aspectos, que
de Octubre a Diciembre próximo, “las entidades
federativas estarán obligadas a ejercer 57.9 por
ciento de los 526 mil 309 millones de pesos destinados
a fondos productivos y levantamiento de
obra pública, ya que han incurrido en subejercicio
al ejercer a la fecha sólo el 25 por ciento de esa
cifra, lo que implicaría una flagrante violación
a la Ley de Presupuesto y Cuenta Pública que les
haría acreedores a sanciones…
A la par del subejercicio de esos recursos, el
programa de auditorías también se ha quedado
corto, lo que constituye un grave problema de
revisión de cuentas y de transparencia para la
presidencia de la Comisión de Vigilancia, porque
ahora las entidades sólo tendrán tres meses para
erogar los recursos descritos… “uno de los mayores
retos de la Auditoría Superior de la Federación es
la aplicación de acciones serias y contundentes
que permitan conocer el verdadero alcance de
la fiscalización, toda vez que la mayoría de las
acciones que se promueven son desvirtuadas por
los entes a revisar, porque se argumenta falta de
elementos para proceder, o en el procedimiento de
investigación que realiza la instancia de control,
el ente fiscalizado presenta la información comprobatoria
y se solventa la presunta irregularidad”.
(LaJornada.Gobernantes.com. 051014).
Seguimiento y control federal que, con sus
defectos y limitaciones, es mucho mejor al que
realizan las tan caras como inútiles contralorías
estatales y el mismo órgano de simulación superior.
Reinos de burocracia, en donde a cambio de
la ausencia de resultados, que se supone deben
tener y que para eso se les paga, proliferan negocios
y contratos con profesionales del lavado
y planchado.
El caso simple y sencillo es que “auditores y
fiscalizadores” estatales encuentran poco o nada,
mientras los federales, año con año señalan errores
y observan situaciones, que en no pocas ocasiones
concluyen en forzadas devoluciones de recursos
públicos mal utilizados. Impunidad garantizada
a conocidos responsables y beneficiados.
Los hechos preocupan. La situación misma
provoca y fundamenta innumerables sospechas,
contra otros cómplices y delincuentes, expertos en
cosmética, en el “no pasa nada, todo está bien” y
las cuentas “checan y cuadran”.
Conocidas y padecidas. Opacidad, complicidad
y simulación.
Contralorías, Órgano de Fiscalización Superior
y la misma Cámara de Diputados Estatal
padecen convenencieras enfermedades: no ven,
ni oyen y tampoco constatan lo que les conviene.
¿Cuál problema, daño o mal?
Obligado informarse, para comprobar situaciones
y evoluciones, para saber cómo, cuándo
y quiénes son responsables. Necesario, saber de
presupuestos y resultados, de planes y programas,
de objetivos y metas alcanzadas. Imprescindible
recordar y no olvidar.
Por ejemplo, conózcase el tipo y calidad de
informes federales, para saber antes, si hay o
no administración y finanzas eficientes. Seguimiento
y control periódico que, por cierto, se hace
a tiempo y se pone a disposición pública, no se
oculta o reserva como los estatales. Consúltese,
entre otros, “Análisis del Informe de avance de
gestión financiera 2014 y anexos”, de la ASF. http://
www.asf.gob.mx/Trans/IAGF/AIAGF2014/index.
htmloculta
No se moleste en buscar versión estatal y municipal,
porque simple y sencillamente, no hacen
este tipo de trabajos. Mucho menos los transparentan
y ponen a disposición pública.
El juramento de hipócritas
Son pocos y conocidos, pero representativos.
Engañan y se engañan. No se les cree y menos
se les tiene confianza. Unos porque tratan a
los pacientes como clientes; otros porque ven
en cada enfermo potencial, la oportunidad de
lucrar, manipular y saquear. Son pocos y de
diversas profesiones y oficios, pero perjudican
y contagian a otros y desprestigian a todos.
En cuestiones de salud pública, la preocupación
crece ante el padecimiento y contagio
gubernamental. Más, cuando se comprueba que
los remedios resultan peor que las enfermedades
que dicen son capaces de curar.
Confortados y asegurados por su complacencia
y complicidad, que les garantizan suficiente impunidad.
Creen que faltas ocultadas y denuncias
detenidas, aguantadas o desviadas borran sus
irresponsables y hasta delictivas historias.
Inocultables aumentan justificados reclamos e
inconformidad social. Preocupa acumulación de
problemas sin resolver: laborales, administrativos,
financieros, de abasto de medicinas, de calidad
de atención y servicios, de notoria opacidad
y falta de rendición de cuentas.
Impunidad es enfermedad. Imprescindible
erradicar epidemia de corrupción y delincuencia
o padecer consecuencias. Grandes contratos,
grandes negocios. ¿Y Finamed? ¿Redituables
concesiones y privatizaciones, hasta incluidas
en iniciativas de ley? Pendientes otros temas
importantes.
@RafaelAriasH
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