2014-10-31 | 10:42:51

Segunda parte
1968 se convirtió en el parte aguas entre la política
tradicional, nacionalista, republicana, del
modelo económico del desarrollo estabilizador y
por otro lado el modelo de apertura de capitales
extranjeros para delinear una economía de libre
mercado, que diera apertura en la década de los
ochenta al modelo neoliberal que se ha mantenido
en el país hasta nuestros días.
La protesta estudiantil fue respaldada por la
sociedad misma que fue acallada violentamente
el 2 de octubre, para dar entrada al México
trasnacional y lograr un nuevo rostro ante los
ojos del mundo.
El crimen de 0Estado fue de inmediato asumido
por Gustavo Díaz Ordaz, al responsabilizarse
directamente de la masacre estudiantil.
Hecho que impidió las mañosas conjeturas, los
culpables prefabricados, el manoseo mediático,
para responsabilizarse del crimen de lesa humanidad
en Tlatelolco.
Situación que no se dio con Peña Nieto, quién
ha recurrido a todas las artimañas, practicadas
por el PRI neoliberal: vincular a políticos locales
con el crimen organizado, como el caso del
alcalde de Iguala y su mujer.
El retirar al Gobernador como último recurso.
El colmo, relacionar a los jóvenes estudiantes
de escasos 18 años de edad, de extracción humilde
con los malosos del narcotráfico. Y finalmente
tratar de salvaguardar la complicidad del PRD,
decadente, chuchista, responsables directos de
la hecatombe, al relacionar a López Obrador con
Abarca, prófugo por conveniencia institucional.
Estos partidos perdieron la oportunidad
histórica de asumir oportunamente su responsabilidad,
junto a los tres niveles de Gobierno,
del secuestro de jóvenes inocentes para evitar el
escándalo, la indignación, la movilización social,
el enojo colectivo y así se saliera de los límites
de Guerrero, de México y trascendiera al resto
del mundo.
Aguirre negoció su retiro, ante sus patrones,
pidiendo impunidad. Los Chuchos (Ortega, Navarrete,
Zambrano y Acosta Naranjo) sufrieron
gran descalabro al no dejar sustituto. Las nuevas
corrientes de su partido impusieron a un funcionario
universitario en el interinato del Gobierno,
al parecer por su cercanía con las escuelas normales,
principalmente la de Ayotzinapa.
“Atole con el dedazo” dijo John Ackerman
en la Jornada del lunes: “el nombramiento de
Rogelio Ortega no genera la menor esperanza.
Su gris trayectoria en la política y la academia lo
asemeja a figuras como Leonardo Valdés y Miguel
Ángel Mancera, quienes también navegan
con bandera de ciudadano de izquierda, pero en
realidad solamente administran la podredumbre
con el fin de sacar beneficios personales...”
Los jóvenes reaccionaron con coraje, el
dolor, el asombro, por las masacres constantes
en distintos estados de la república. Experiencias
vividas en Tamaulipas, en Veracruz, en
Michoacán, en Nuevo León, en Guanajuato,
en Puebla, en Oaxaca y en Guerrero. Desapariciones,
secuestros, asesinatos de jóvenes que
albergaban las fosas, de años atrás hasta los días
recientes. Cadáveres de ayer y hoy, calcinados,
destazados, violados, lacerados.
Los jóvenes tomaron conciencia. Desde los
días de campaña de Peña Nieto, en el seno de la
Ibero, donde nació el movimiento Yo Soy 132,
para después sufrir la represión el primero de
diciembre en la toma de posesión del mediático
presidente. Suceso que se repitió en Plaza Lerdo
de la capital veracruzana “el día del grito”
del 2013 y también con la Ley Bala de Moreno
Valle, en Chalchihuapan, Puebla, así como la
represión en las movilizaciones en Oaxaca del
día internacional de la mujer.
Sucedió con el asesinato de jóvenes estudiantes
de posgrado del Tecnológico de Monterrey
y lo más reciente del joven estudiante de la
UdeG en Guanajuato. Las constantes se repiten
“andaban en malos pasos, eran cómplices del
narco, eran ladrones, anarquistas, destructores,
estudiantes enloquecidos que no respetan
lo establecido”. La televisión se escandalizó, la
iglesia se arrodilló al poder mientras las fuerzas
de seguridad cumplían órdenes.
Los jóvenes gritaron BASTA. A lo largo
del país salieron a manifestar su repudio, su
desacuerdo con la estúpida forma de gobernar:
por la corrupción imperante, por la impunidad
lacerante, por la simulación degradante. La sociedad
toda ya se solidarizó con los estudiantes:
sindicatos, organizaciones sociales, padres de
familia, académicos, intelectuales, la prensa
crítica y libre.
“Lo que le pase a unos nos afecta a todos…
Mientras no haya paz, en cualquiera de las realidades
a las que pertenecemos, no nos vamos
a poder desarrollar como personas. Lamento
pensar que no tendremos la mejor vida posible
mientras haya abuso de poder… vivimos en un
país donde ya no puede haber futuro… digamos
que vivimos en un país donde no hay trabajo,
donde nadie va a querer invertir, donde sin estar
en guerra aparecen muertos sin identidad previa.
No hablen de esperanza, ni de ética.” subrayó
Carolina Rendón, alumna del ITESM. (APRO)
“La comunidad del Tec no nos quedaremos
al margen de exigir justicia ante un “crimen de
Estado” que se suma a los ocurridos en Tlatelolco,
Acteal, Aguas Blancas y ahora Ayotzinapa,
señalaron estudiantes y maestros quienes se
solidarizaron para con los normalistas, al manifestar
su indignación por la desaparición de 43
de ellos y exigir una investigación y castigo a los
responsables… No nos sorprendamos, el crimen
de Estado no es algo nuevo ni es un evento aislado
a las problemáticas sociales más duras que
tanto han corroído a los pueblos y comunidades
indígenas, campesinas y estudiantiles del país”,
señalaron en la asamblea estudiantil. “Estar
aquí demuestra que no vamos a ser cómplices
de ningún delito, porque callar es igual de malo
que haber cometido el crimen”. (Proceso)
Estudiantes de Veracruz realizaron una marcha
en varias ciudades del estado, señalaron que
aún continúa existiendo represión sobre ellos.
“Nosotros vamos a exigir al Gobierno del Estado
que cesen las amenazas e intimidaciones que
sufren algunos estudiantes por exigir mejoras
en el sistema educativo, o por realizar movilizaciones…
También queremos un alto a la violencia
y a la represión, no sólo a jóvenes, también a los
periodistas, hemos visto que son violentados
incluso por policías”. (Agencia Quadratin).
Voces juveniles, maduras, se movilizarán,