miércoles, 01 de mayo del 2024
 
Por Jant Segovia
Columna: Las mentiras del poder
México: La hecatombe de un sistema
2014-11-06 | 09:44:41
A los 83 años de una fructífera vida llena de
sus “Nostalgias”, en una “Sopa de Letras”
inacabable dentro de su “Anatomía”, se terminaron
los “Desayunos con Saldaña”, y ese
Jorge grandote, variopinto y de una extensa
cultura, quizá por el aburrimiento ante la
hecatombe de un sistema cavernícola, sembrado
de dinosaurios, prefirió cambiar de
plató, para desde otro extremo de la Galaxia
seguir culturizando a un pueblo, que desde
Imevisión intentó decirle que la TV servía
para algo más que anunciar colchones y embotar
cerebros con denigrantes programas
adobados desde Los Pinos. Como hasta la
actualidad ocurre con Televisa.
Con la llegada al poder omnipotente
de Salinas, se vio forzado al autoexilio en
Francia. Aunque no fue óbice para señalar
a un sistema amordazador, que hincó
a los medios (salvo muy raras excepciones)
a un grado tal de bajeza, que hasta la fecha
persiste, y que encubrió el asesinato de 476
perredistas en Guerrero, (bajo supervisión
del duende de Dublín, que ni “los veía, ni los
oía”) cuyas secuelas están hoy “llamando”
a las puertas de la historia, (con los hechos
por todos conocidos), que no son otra cosa
que los años de pisotear a un pueblo que
desde tiempo inmemorial se debate en la
hambruna, asesinatos y olvido de mano
de caciques como los Rubén Figueroas,
Zeferino Torreblanca, o el dudoso ex
priista Aguirre Rivero, que junto a otros
mastuerzos encubiertos desde el centro,
siguen haciendo un festín de su pasado reinado.
Por lo que todo lo que acontece hoy
en ese rincón de la Patria, a nadie debería
extrañar. Quizá tan solo que huele al mismo
levantamiento popular que acaeció en
Chiapas, con el movimiento o alzamiento
del EZNL, mismo que fue acallado a balazos,
como ocurriera en el 68.
Y sí, este sexenio se puso el mismo ropaje
del anterior: Acabar con el hampa, (en
cualquiera de sus modalidades) pero con
un inmenso bagaje de asesinatos sin resolver.
Una infame cadena de desaparecidos,
(muchos de los cuales se deben a fuerzas de
seguridad, como dejara en claro Human
Rights Watch -HRW- en su informe de
2013, al aseverar que de 249 desapariciones
forzadas, 149 habían sido ejecutadas por
policías y fuerzas armadas) y un número
de desplazados, imposible de concretar.
¿Cuál será la respuesta al artículo del
periodista Francisco Goldman en la revista
The New Yorker?; donde se pregunta, refiriéndose
a México: “El país, ¿a punto de
una revuelta?”.
Todas las muertes (asesinatos) son deplorables,
(y más en un país que no está
en guerra), nada más que ahora tocaron
a los jóvenes, y esas fibras llegaron hasta
el Vaticano, donde ningún Papa se había
pronunciado sobre México, desde Plutarco
Elías Calles, o Lázaro Cárdenas.
Eso es lo que han conseguido estos
neoliberales trasnochados, preparados
hasta los tuétanos para vender lo que nos
queda, (a destiempo y como saldo), pero no
para implementar una policía calificada
que no le de miedo al ciudadano. Y este
es un mal antecedente, porque cada uno
de esos nefastos elementos, son el primer
“encuentro del ciudadano” con el poder que
emana desde Los Pinos.
El México bronco del que hablaba Reyes
Heroles, nunca ha existido. Lo que si
vemos son a miles de jóvenes (estudiantes
o no) en las calles, no tan solo luchando
por las desapariciones, sino por un lugar
en la sociedad, misma que desde el poder
le da la espalda, ante un futuro incierto
que tan solo le augura (desgraciadamente)
tres pasos:
Irse de braceros, para ser tratados como
esclavos. Uno. Dos, engrosar las filas del
ambulantismo, dirigido y manejado por
los señores de arriba; o la tercera macabra
opción: El crimen organizado.
Y no vengan con la patética reforma
educativa, que sigue escondiendo en la
trinchera de la ignorancia a muchachos que
si quieren estudiar y hacerse acreedores de
un futuro promisorio, pero no de un salario
mínimo que los llevará al esperpento de
vida de sus progenitores, que son sobajados
hasta el infinito al tener que asistir a
“comedores” de caridad impuestos por un
gobierno incapaz de llamar a cuentas a
los anteriores, para que expliquen donde
quedaron esos miles de millones que se
robaron, o mal invirtieron en una carrera
demencial de la mano de un sociópata, que
gastó millones de dólares en una guerra
canallesca contra la droga, para evitar que
esta llegara a un pueblo mefistofélico, con
millones de alcohólicos y drogadictos, que
todavía pregonan los derechos humanos, de
los cuales ellos son los primeros violadores
como en Guantánamo, o en el ahora lejano
caso de Waco (Texas), de los que no quieren
ni hablar, por ser muy creyentes, como lo
anuncia el reverso de su papel moneda.
Estamos asistiendo a una indeseable
pantomima, donde escuchamos a Mr. Henry
dar las gracias a esas fuerzas “especiales”
por detener al matrimonio Abarca.
Según tenemos entendido, a esos elementos
(que parece no los merecemos), los
pagamos para que cumplan esas funciones.
O sea: Nada que agradecer. Ahora, si
es por la “prontitud” (después de más de
30 días) por dar con ellos… ¡Bravo!, Mr.
Henry. Esta usted en su derecho. Aunque
eso sí: Tanto Murillo Karam como el señor
de Gobernachon, andan tan fuera de “ritmo”,
tiempo y lugar, que en otro cualquier
país con apéndices deseosos de llamarse
democráticos, desde cuándo ya hubieran
renunciado.
La impunidad es la amante perpetua
de la corrupción. Y éstas seguirán siendo
perpetuas mientras que la Suprema “Corta
de Injusticia” siga prohibiendo a raja tabla
la aplicación de exámenes de “confianza”
a sus componentes, jueces y MP. (¿No hay
nadie dentro de su gabinete “macizo” y ampliado
que le diga este pequeño “detalle”?)
¡Ah!, con estos muchachitos. Pero mejor
“escuchemos” a don Quijote y Sancho:
-Sancho: Oye mi señor. Esto huele a
estercolero.
-Don Quijote: Mas que un estercolero
es un corral de vacas, donde pisotean a los
periodistas, haciendo que se auto censuren,
si no quieren terminar como nuestra amiga
Regina Martínez Pérez. Si no pregúntale
al señor Bravo Contreras, con su nueva re
aprehensión. ¿Será que vaya a juzgar al “Silva”
dos veces por el mismo caso? “Tamos
jodidos”
-Sancho: ¡Ah!, chingao, chingao, chingao.
P.D.: Esta es la ley del cansancio: Ya están
tan acostumbrados a que siempre “hablemos
de Regí”, que ni tamaños tienen de contestar.
Pobres diablos, como diría Lucifer.


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