2014-11-08 | 09:56:02

Cuando el rico le roba al pobre se
llama negocio. Cuando el pobre le
roba al rico se llama violencia.
Anónimo

Promesa
incumplida
El 26 de Abril del 2012
en Huamantla, Tlaxcala,
rodeado de mujeres
obreras dedicadas
a la industria textil,
Enrique Peña Nieto
-siendo candidato a
la Presidencia de la
República- prometió
el Seguro de Vida para
Jefas de Familia con
el fin de garantizar la
manutención de sus
hijos, en caso de ausencia
de la madre, para apoyarlos en sus estudios.
“Es un compromiso que hago para todas las mujeres
jefas de familia de aquí y de todo México”, serían
las palabras textuales.
Sedesol publicaría en el Diario Oficial de la Federación,
que a partir del 1 de Marzo del 2013 se implementaría
este programa que otorgaría desde 300
pesos a niños de preescolar, y mil pesos mensuales
para estudios superiores.
Datos del INEGI establecen que por lo menos 25
por ciento de los hogares tienen “jefatura femenina”
(en Veracruz esta cifra aumenta al 27 por ciento), es
decir son mantenidos por una mujer, ya que en el 98
por ciento de esos hogares no existe un conyugue.
Casi la mitad de esta mujeres son viudas, y la otra
mitad la conforman mujeres divorciadas o separadas,
y las madres solteras.
Pero estas cifras han tenido un considerable aumento
dados los incrementos en la pobreza, los embarazos
adolescentes, y ahora más con la violencia que
cubre al país, que ha dejado en la orfandad a miles de
niños a los que no se les ha atendido adecuadamente
en los programas sociales.
Por eso la importancia de este compromiso de campaña,
que a todas luces prometía algo muy necesario.
Sin embargo, Sedesol estableció algunos requisitos
que dejaron afuera a muchas las jefas de familia,
entonces el programa ya no fue válido para “todas
las jefas de familia de México”.
Ser madre mexicana, de entre 12 y 68 años, jefa
de familia, hijos menores de 23 años estudiando y
-ojo- presentar al menos una de las siguientes carencias
sociales: 1) ingresos menores a los 2 mil 500
pesos mensuales, 2) primaria inconclusa, 3) No estar
afiliada a ningún servicio de salud, 4) Carencia de
seguridad social (pensiones de IMSS, etc.), 5) Carencia
de servicios básicos de vivienda como agua,
drenaje o energía eléctrica, 6) Carencia de accesos a
la alimentación (tener tres comidas diarias), 7) y que
la vivienda tenga piso de tierra y/o paredes y techos
de lámina, carrizo o materiales de desecho.
Desafortunadamente hay muchas mujeres que
pueden cumplir varios de estos requisitos, pero también
hay muchas que pueden no cumplir con ninguno
y sus hijos no tendrán ninguna protección.
Si a esto le agregamos una burocracia infinita, el
programa y la promesa de campaña quedó en solo
eso, no obstante a ser parte importante de la fuerza
laboral y cuyos esfuerzos no tendrán este beneficio,
y seguramente usted conoce a muchas de ellas.
Industria farmacéutica,
negocio redondo
Si a usted le preguntaran por algún sector productivo
que cobre mucho por sus “productos”, que deje ganancias
excesivas y que con frecuencia sea señalada
de malas prácticas con su mercado, seguramente
pensará en los bancos.
Pero resulta que no es así, con una pequeña diferencia
en relación a los bancos, la industria farmacéutica
es la que mas utilidades deja.
Poniéndolo en peras y manzanas. Un tratamiento
completo para curar un tipo de cáncer puede costarle
al paciente unos 100 mil dólares, cuando el costo de
producción del fármaco no rebasar los 30 mil dólares,
pero a este se le agregan los costos de investigación y,
por supuestos, los de publicidad y comercialización,
con lo que las ganancias pueden ser de mas del 40
por ciento.
Esto sin contar los “medicamentos milagro” que
son un fraude total.
Algunas compañías pagan a las productoras de genéricos
para que retrasen la salida al mercado de sus
productos, afectando la economía de los enfermos.
La farmacéutica Glaxo SmithKline pagó 3 mil
millones de dólares de multa en el 2012, por promover
Paxil para la depresión en menores de 18 años.
Johnson & Johnson pagó US$2 mil 200 millones en
el 2013, por promover drogas no aprobadas como
seguras. Y aún así obtuvieron buenas ganancias.
Si a esto le agregamos enfermedades inventadas,
claro con sus respectivos medicamentos, usted dirá
que tan “sana” es esta industria.
Comentarios, saludos y demás con fecha de
caducidad y sin receta a sacbe25@gmail.com