2014-11-13 | 09:28:54

¿Qué duda cabe? México es un
país de “oportunidades”. (Para
los políticos).
Hace años, el desaparecido
Carlos Hank González, dijo esta
hermosa y concienzuda frase:
“Un político pobre, es un pobre
político”.
Y si anteriormente estos habían
hecho de las suyas, (y de las
otras) aprendieron y razonaron
a profundidad los vericuetos de
tan profundas palabras, y con
cargo al presupuesto (faltaba
más) enviaron a sus mejores
elementos a estudiar a universidades
gringas como Yale, (el
enano no hizo bien su tarea, y
está en Harvard), para que nos
rompieran el queso, pero eso sí,
con conocimiento de causa.
Por lo que hoy no hablaremos
de matanzas, como la del
68, el día de Corpus, Acteal, de
los 120 mil asesinatos en la época
calderoniana, de Tlatlaya, de
El Charco, (siendo gobernador
interino el nefasto Aguirre
Rivero), o del reciente caso de
los 43 normalistas, del que
Murillo Karam se ha encargado
de hacer un perfecto y macabro
galimatías, dejando al descubierto
por enésima ocasión, que
los Derechos Humanos aquí, se
los pasan por el arco del triunfo.
De ahí que el gobierno necesite
individuos de la talla de
Raúl Plascencia, quien además
tuvo el descaro de intentar su
permanencia en el cargo, cuando
debería ser investigado junto
a Salinas, a Zedillo, a Chuayffet,
a Calderón, y al resto que usted
conoce, y que hasta asco da
plasmar sus nombres.
Hoy hablaremos (brevemente)
de esos sufridos y grandes
políticos, incomprendidos por
el pueblo. Aunque enfocándonos
mayormente en quien hoy
dirige con tanta sapiencia el
destino de este país, tan envidiado
en el extranjero, y que
por sus aciertos en la economía
interna, la tranquilidad
que se respira y la fortaleza del
peso, augura de la mano de esa
paladina del saber en turismo,
(la señorona Ruiz Massieu)
que tendremos abarrotadas de
visitantes nuestras ciudades y
playas. (En estados como Guerrero,
Tamaulipas, Sonora -por
su pureza de agua-, Oaxaca o el
mismo Veracruz).
Nos caían bien la compañera
Carmen Aristegui y la revista
Proceso, pero después de ver
las majaderías que se permiten
decir en estos días: ¡Fúchila!
Tanto escándalo por un jacalito
que, (como ya explicó el vocero
Eduardo Sánchez) la consorte
de Mr. Henry mandó construir
con sus ahorritos, en las Lomas
de Chapultepec. (C/. Sierra Gorda
núm. 150). ¡Qué barbaridad!
Ni que su construcción fuera
cosa del otro mundo.
Tan solo le costó 7 mdd. Y
eso para una estrella de talla
internacional, realmente no es
nada. Además, ya lo anticipó a
la revista Hola (de México): Le
dijo a los hijos de ambos, que
Los Pinos era algo así como
prestado por seis años. Pero
que su casa era esa, que además
se conecta con la posterior que
corresponde al Paseo de Las
Palmas, 1325, por aquello de
que hubiera mucho tráfico. Así
que, nada de qué preocuparse.
Y claro, falta amueblarla. Pero
ni se preocupe. Seguramente
le darán un crédito Fonacot, o
algún descuento en el Buen
Fin, en Muebles Dico, o Viana.
Además, ya merito estrenarán
el avioncito que encargó el papi
putativo del preciso. Así queda
claro que al señor no le gustan
los lujos. Es un ser normal. Con
un sueldo normal, y alguna
que otra prestación. ¿O qué,
no tiene derecho a disfrutar de
un retiro decente, cuando está
dejando lo mejor de su madurez
por este país al que tanto ama?
Y si quiere podemos hablar
del hermano incómodo de
Carlos Salinas, Raulito (para
los cuates). A esta decentísima
persona después de haberlo declarado
limpio como la paloma
de la paz, le fueron devueltos,
amén de 251 mdd, casas, departamentos
y terrenos, en Puebla,
Baja California Sur, Oaxaca,
Querétaro, Estado de México,
Guerrero y Morelos.
Y para que se haga una idea
de lo que hablamos. Solamente
un departamento que compró
en el delegación Benito Juárez,
en 1989 le costó, 117 mdp; un terreno
con casa, (en 1990) en Lomas
de Chapultepec, (como que
les gusta el rumbo), otros 750
mdp. El resto de propiedades
se lo dejamos a su imaginación,
al igual que lo que se “afanó” su
hermanito Carlos.
Pero vayamos con Ernesto
Zedillo Ponce de León, que de
vendedor de periódicos, llegó a
la grande, y tan solo para despedirse
de la presidencia, le regaló
a cada uno de sus hijos una
casa minimalista con valor de
4 mdd y un Mercedes (edición
especial) a cada muñeco, con un
costo de 1 millón 200 dólares.
Además de asegurar la hoy
viuda e hijo del general Gutiérrez
Rebollo, que el mismo fue
mandado encarcelar, después
que dirigiera una investigación
de la familia Ponce de León,
con sus nexos con el “extinto”
Amado Carrillo, el “señor de
los cielos” ¿Les gusta así, o
más descarado? Y pasemos con
don Chente, sus cabañitas, y el
“toalla-gate”:
El acomodó a la familia
propia y ajena, convirtiéndolos
en millonarios. Se hizo el “rey”
del brócoli, y ahí anda humildemente
con su fundación.
¿Y del fantasma de Harvard?
Eso sí que esta ca… ñón.
Si entre otros hizo millonario
a García Luna, imagínense el
avorazamiento que le están
encubriendo desde arriba, por
“traspasarle” el poder al actual,
aunque fueran órdenes de los
gringos.
Y… no se olviden de almas
caritativas, como Beltrones
(que hasta tiene su propio maratón),
Gamboa Patrón, Pedro
Joaquín Coldwell, (dueño de
medio Chetumal, Cancún,
Playa del Carmen y Tulúm), sin
olvidar a los “Humbertos Moreira”,
y cualquier otro tipo de
sanguijuelas como Yarrington,
sin olvidarnos de la Suprema
“Corta de Injusticia”, la Cámara
del Senado o la de Diputados, de
donde salen preciosas figuras.
¿A poco no es verdad que
México es un país de oportunidades,
pero para los políticos?
Y ya verán la camada que
saldrá de los actuales gobernadores,
mismos que si se ponen a
mano, no correrán la suerte de
Granier Melo. Pero dejémonos
de sinvergüenzas, y leamos a
don Quijote y Sancho:
-Sancho: Oye mi señor,
¿cómo es posible que México
aguante tanto saqueo?
-Don Quijote: ¡Uf! Aguanta
eso y más, pero hasta que el pueblo
se canse, y parece que llegó
la hora, al igual que el caso de
Regina Martínez Pérez, que ya
no aguanta más. O dan la cara
y dicen la verdad, o se los va a
llevar la tía de las muchachas.
-Sancho: ¡Ah!, chingao,
chingao, chingao.