sábado, 27 de abril del 2024
 
Por Catón
Columna: De política y cosas peores
¡Chespirito no morirá!
2014-12-01 | 09:40:42
Una señora le contó a su amiga: “Antes
de hacerme el amor mi esposo me acaricia
lentamente; me besa con morosos besos; me
musita al oído palabras de romanticismo; me
dice que me ama, y lo feliz que es a mi lado”.
Comentó la otra: “Mi marido lo único que
hace es preguntarme: ‘¿Estás despierta?’”.
(Y a veces ni eso, el desgraciado)...
Babalucas tiene un nuevo negocio: un
salón de masajes con el sistema de hágalo
usted mismo...
El novio y la novia llegaron a la iglesia donde
se iban a casar. Los feligreses que salían de
la misa anterior se detuvieron en el atrio para
verlos. Exclamó la muchacha con disgusto:
“¡Qué gente más curiosa! ¡La próxima vez
entraré por la sacristía!”...
Se quejó un señor: “Mi médico está muy
metalizado. Tengo tisis galopante, y me cobra
por kilómetro”...
Una mujer se estaba confesando con el
padre Arsilio: “Me acuso de que me acuesto
con hombres”. “Pero, hija -la amonestó el buen
sacerdote-. ¿Qué ganas con eso?”. Respondió
ella: “Dos mil pesos diarios, en promedio”...
El doctor Duerf, célebre analista, le dijo
a su paciente: “Aun sin interrogarlo me doy
cuenta de que todos sus problemas derivan
de la difícil relación que tiene usted con su
madre”. Respondió el sujeto: “Doctor: mi
mamá murió cuando yo tenía un año de
nacido”.
“Entonces -afirmó el siquiatra-, el origen
de sus problemas está en la conflictiva relación
que tiene usted con su papá”. Replicó el
paciente: “No conocí a mi padre”. “Ya sé -dijo
a continuación el doctor Duerf-. Todos sus
problemas se originan en la áspera relación
que tiene usted con su esposa”. Declaró el
individuo: “Soy soltero”. “¡Oiga! -se exasperó
el facultativo-. ¡Si quiere usted curarse tiene
que colaborar!”...
Un hombre y una mujer fueron al motel
Kamagua, y en una de sus habitaciones se
entregaron al consabido rito que los ingleses
llaman “in-and-out”. En medio del trance dijo
la mujer: “Lo que estoy haciendo contraría
todas las órdenes de mi doctor”. “¿Cómo?
-se alarmó el tipo-. ¿Tienes alguna enfermedad?”.
“No -respondió ella-. Estoy casada con
un médico”...
La vida me ha enseñado muchas cosas,
pero yo he aprendido pocas. Las pocas que
he aprendido, sin embargo, valen mucho para
mí. Una de ellas, y no de las menos importantes,
me dice que el hombre es nacido para la
felicidad. Por larga que sea, su vida sobre la
tierra es muy corta.
Pocos son nuestros años en el mundo.
Ese sueño -que no pedimos soñar- debe ser
entonces lo más grato y placentero posible.
En nuestra existencia, es cierto, hay penas y
quebrantos. Hay días oscuros, de tristeza y
dolor, en “este valle de lágrimas” que dice la
oración.
Pero también el sufrimiento es parte de la
vida. Ante él no debemos decir con rebeldía
o rencor: “¿Por qué a mí?”. Debemos decir
con ánimo sereno: “¿Por qué a mí no?”. El
solo hecho de estar vivos, de saber que la vida
seguirá, has de ser consuelo en nuestras aflicciones
y esperanza en los días que vendrán.
Las religiones afirman que hay en el hombre
un pecado original. Yo no soy teólogo;
por eso no sé a Dios, pero lo siento. Y lo siento
como alegría, no como pena. Es importante la
Pasión, pero más importantes son la Navidad
y la Pascua de Resurrección. Tenemos, pues,
obligación de ser felices.
Así agradeceremos el regalo de la vida.
Cada día debemos hacer algo que nos dé
felicidad, y algo que haga felices a quienes
comparten con nosotros el don precioso de
vivir.
Ahora bien: ¿a qué toda esta perorata?
Me sirve para recordar a Chespirito. ¡Cuánta
felicidad dio él a su prójimo! Fue bueno y
generoso; puso en nuestras vidas el santo sacramento
de la risa. Nosotros lo disfrutamos;
lo gozaron nuestros hijos, y ahora nuestros
nietos se regocijan con sus aventuras.
Imagino al Señor que está allá arriba
diciendo cierto día: “Veo que mis criaturas
están tristes. Les voy a mandar a Chespirito”.
Murió don Roberto Gómez Bolaños,
pero Chespirito no morirá nunca. Seguirá
viviendo en sus personajes, sobre todo en
ese entrañable niño que es pobre entre los
pobres, pues además de vivir en una vecindad
habita en un barril.
Con su pobreza nos hizo a todos ricos;
nos dio la riqueza de ese gozo que la risa da.
Estará para siempre con nosotros. Vivirá por
siempre. Demos gracias a Dios por Chespirito.
FIN.

MIRADOR
››Por Armando
Fuentes Aguirre
Tengo una huerta de oro.
Los nogales se han puesto su capa
dorada, la que usan en los días del otoño.
Dentro de pocos días la dejarán caer
con lentitud, y luego se irán a dormir el
sueño lento del invierno.
Camino entre los árboles. Procuro
no hacer ruido con mis pasos, pues sé
que están adormilados ya. Despertarán
por sí solos en la primavera, y entonces
recordaré con alegría lo que ahora me
entristece: sus hojas que caerán; su
ramazón desnuda.
A vuelta de año -es decir a vuelta
de vida- sus ramas tendrán brotes otra
vez, y nuevamente se llenarán de hojas
con el color de la esperanza.
Mis nogales me dicen que la vida se
va, pero regresa. La hoja caída volverá
a la rama. Quizás estoy aquí de vuelta.
Quizá esta vida, que me parece única,
es un regreso.
Se lo preguntaré al nogal. Pero eso
será cuando despierte. Ahora va a
dormir.
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS
››Por Afa
“...Se acerca la Navidad...”.
En estos días, caray,
según he aprendido yo,
Santa Claus hace: “¡Jo, jo!”,
y los papás: “¡Ay, ay, ay!”.


NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México


NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México