2014-12-08 | 10:26:12

El magistrado Julio Patiño, quien recientemente falleció, estuvo a un paso de ser el gobernador de Veracruz. Durante el período del gobierno de Luis Echeverría era el director jurídico de la Presidencia de la República y era reconocido por el mandatario como jurista y un buen político. Meses antes de la nominación del candidato priista a la gubernatura de Veracruz, hubo reuniones privadas sobre su nominación. Altos funcionarios del gobierno federal y columnistas políticos participamos en la estructura de una precampaña que contaba con el visto bueno del mandatario. El presidente Echeverría Álvarez había descartado a Arturo Llorente por haberse negado a ir a la CNOP como paso previo a su candidatura y en el caso de Rafael Hernández Ochoa, se le había advertido a Jesús Reyes Heroles quien había abogado para que fuera diputado federal, que no pensara el cesado exsecretario de Trabajo que tendría algún futuro político. Pero nadie contaba con la intervención de la compañera María Esther Zuno quien, atendiendo una petición de su comadre Teresita Peñafiel, le pidió a su esposo que nominara al licenciado Hernández Ochoa para la gubernatura veracruzana. En un buen número de casos han sido precisamente las compañeras de los gobernadores de Veracruz, quienes han influido de manera determinante en la designación para alcanzar el cargo. Entre ellas se menciona, de manera destacada, a Rosa Borunda su participación directa en los últimos diez años. Hay un proverbio alemán que dice: Donde reina la mujer, el diablo es el primer ministro. El derroche en el Congreso Que se puede dilucidar cuando un líder sindical del congreso local percibe ingresos mensuales por 185 mil pesos. En esa situación se encuentran José de Jesús Rodríguez, Reyna Romero García y Silvia Rodríguez Domínguez quienes reciben una compensación de más de 105 mil pesos aparte de su salario. Es dinero de los impuestos que paga el pueblo. Cerca de 20 personas que trabajan en el Poder Legislativo dejarán de percibir estas abultadas compensaciones, lo cual motivó un emplazamiento a huelga que deberá estallar el día doce. Las renuncias en el gabinete Los funcionarios estatales que quieran participar en los próximos comicios federales deberán renunciar y no solo pedir licencia. Que quede claro que si pierden se quedan sin trabajo, no como ocurría en el pasado que retornaban a sus cargos y por ende a sus beneficios económicos. El gobernador Duarte de Ochoa fue explicito en el sentido de lo que marca la ley donde señala que no hay licencias, son renuncias definitivas. Para los miembros del gabinete era muy cómodo porque se quedaba en su lugar un interino, pero ellos seguían dentro de la nómina, ahora ya no lo podrán hacer. Reiteró Duarte de Ochoa que el gobierno se mantendrá ajeno al proceso electoral, pues serán los partidos políticos los encargados de las postulaciones de sus abanderados. Sin la bendición del jefe pues está en chino…