martes, 07 de mayo del 2024
 
Por Maricarmen García Elías
Columna: Animalia
Basta de TaS
2014-12-29 | 09:49:43
La Tracción a Sangre (TaS), es una
práctica recurrente en muchos países,
es el medio que utiliza a animales
como medio de tracción. Actualmente
la TaS se emplea en la recolección
informal de residuos, chatarras,
escombros, por personas que están
en una exclusión importante.
Recientemente una novela mexicana
utilizó un personaje estelar con
este “trabajo” haciendo ver todo color
rosa como ya es costumbre para este
monopolio televisivo, pero nada más
alejado de la realidad, la tracción a
Sangre representa la desigualdad, el
sufrimiento e injusticia, tanto para
personas como para los animales.
Los trabajadores de esta actividad
lejos de gozar de beneficios laborales,
respeto social y reconocimiento
económico están encuadrados en la
marginalidad y discriminación.
Se calcula que existen más de
70,000 caballos explotados en Tracción
a Sangre, víctimas de pésimas
condiciones de trabajo, ausencia de
cuidados veterinarios, mala alimentación.
Muchos mueren en las calles como
sucedió hace unos días en el Puerto
de Veracruz con un caballo desnutrido
que era montado por su dueño
aún con una herida abierta y grande
en el lomo, el animal se desplomó
insolado, con tétano y desnutrido,
el hombre fue llevado a la Cruz Roja
y el caballo murió 36 horas después
abandonado por éste y llevado a un
hípico por las autoridades municipales
(que ya están explorando una denuncia
en el Ministerio Público para
este hombre por maltrato animal) en
un intento por salvarle la vida.
Existe un programa llamado
Basta de Tas donde implementado
con mucho éxito por asociaciones de
protección animal internacionales
como Franz Weber, Libera y Alto
(España, Colombia, Argentina, entre
otros), a nivel mundial se han sumado
asociaciones para abolir esta práctica,
actores, intelectuales y otros personajes,
incluso Gustavo Ceratti compuso
una canción con este tema.
Es Colombia quizá el país que más
éxito ha tenido en esta tarea. En su
visita a Veracruz para apoyar la iniciativa
del diputado Jesús Velázquez
Flores, para tipificar como delito el
maltrato animal en el Código Penal,
Natalia Parra Osorio, Directora de
Alto y primera animalista candidata
al Senado, habló de cómo con la voluntad
de las autoridades y la disposición
de los carretoneros se pudo sustituir
un importante número de caballos
por camionetas y otros vehículos de
tracción motora cambiando no solo
la vida de los animales que se fueron
a santuarios “jubilados” sino la de
miles de familias que incrementaron
sus ganancias y mejoraron su calidad
de vida.
Unos meses después, en el Congreso
de la Unión se llevó a cabo un
foro con este tema organizado por
la Fundación Franz Weber con la
finalidad de explicar y exponer soluciones
a una práctica que afecta a las
personas y a los animales, imaginable
aunque no por ello aceptable en países
tercermundistas y asesorar a aquellas
autoridades que deseen realizar este
cambio y ofrecerle una vida digna a
estas familias.
En Veracruz hay reglamentos
municipales de protección animal
que prohíben la Tas, una iniciativa
pendiente por dictaminar para prohibirla
desde la ley estatal de protección
animal y la buena intención, solo eso,
de las autoridades municipales de
Jalapa para sustituir los caballos por
tracción motora.
En realidad en una ciudad como
Jalapa, donde se habla de alrededor
de 90 caballos, sería mucho más fácil
hacer esta sustitución si el alcalde
dialogara con los empresarios que
hacen obra en la ciudad u otros servicios,
hiciera algún acuerdo y cada uno
de ellos donara una moto al menos,
para el ayuntamiento no sería gravoso
y sí daría una buena imagen a un
alcalde que ya se vio empañado con
el escándalo de querer matar perros
con motivo de los juegos centroamericanos
y querer convertir el centro
de salud animal en estética canina a
través de “los nuevos impuestos “ en el
código hacendario que intentó meter,
si en Bogotá, Colombia eran cientos de
animales y se logró un avance de esta
magnitud, es una vergüenza que en
ciudades turísticas como Jalapa, Boca
del Río o Veracruz aún no se haya hecho
nada por pura negligencia o falta
de interés de los alcaldes.
Un caballo promedio adulto pesa
entre 400 y 500 kilos. Puede cargar el
equivalente al 50% de su peso, algunos
250 kilos. En su máximo esfuerzo un
caballo podría cargar hasta 800 kilos.
Hoy en la práctica se les obliga a
cargar o jalar hasta 1500 kilos o más,
es decir, seis veces más de lo que pueden,
siendo objeto de burla cuando la
carreta en vez de que ellos la levanten
ella los levanta a ellos por tanto peso.
Son animales que en pocos años mueren
desgastados y los más duros viven
toda su vida haciendo esto y cuando
son viejos son entregados a los rastros
por unos cuantos pesos para ser descuartizados
y servidos en alguna mesa
disfrazada esta carne como de res.
Miles de caballos están sufriendo
maltrato en este mismo momento por
la Tracción a Sangre, no uses estos servicios.
Es hora de que las autoridades
actúen y le inviertan a este cambio que
beneficia a todos.
gaem80@gmail.com


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