2015-01-23 | 21:18:59

Una de las discusiones mas recurridas en los congresos de entrenadores es el rol o papel que juegan los padres en el desarrollo deportivo de sus hijos.

Una vez el entrenador Mark Schubert, ganador del premio al Entrenador del Año de la Asociación mundial de Entrenadores por cinco veces, declaró en una de sus ponencias: “El trabajo preferido de muchos de los entrenadores es el orfanatorio”

Con ello quería decir que allí los entrenadores podían hacer su trabajo sin ningún obstáculo. Sin que nadie se interpusiese en su labor.

En descargo de los padres debemos decir que ellos juegan un papel muy importante en la organización de nuestro deporte y en el desarrollo de los nadadores.

Son ellos quienes patrocinan al deportista. Y nuestro deporte no se puede decir que sea muy barato. Ellos pagan las cuotas de las albercas, les compran uniformes, los implementos para clases y entrenamientos, sufragan su alimentación especial, patrocinan los viajes de competencias tanto de preparación como de los eventos oficiales, etc etc

También son quienes traen día con día a los niños a la alberca. Muchas veces a los entrenamientos de la cinco de la mañana.

Son ellos quienes apoyan en algunos casos y lugares, como jueces, coordinadores, administradores o auxiliares en los eventos.

Pero el problema empieza cuando el padre empieza a querer tomar el papel del entrenador. Indica que se debe de enseñar a su hijo, que se les debe corregir, como deben entrenar y cuando y donde deben competir.

Cuando asumen funciones que corresponden solo y únicamente al entrenador entonces empiezan los problemas que no solo interfieren en el entrenamiento sino también producen confusión en el nadador que de repente ya no sabe a quién obedecer, si al entrenador o al padre.

Al final, muchas veces termina en que el padre empieza a llevar a sus hijos de alberca en alberca y de equipo en equipo.

Tan fácil ( o será tan difícil?) que cada quien ocupe el lugar que le corresponde.

El deporte requiere de la sincronía de todos los elementos que intervienen en el.

Para un adecuado desarrollo de nuestros hijos debemos confiar en los especialistas del deporte. La falta de confianza en los maestros y entrenadores a la larga perjudicará el desenvolvimiento de los deportistas infantiles y juveniles.

Muchos buenos valores y talentos se han perdido por no dejar a los maestros y entrenadores hacer su tarea.

Dejemos que cada quien haga lo que les corresponde.

Así que en este inicio del año estemos EN SUS MARCAS…


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