2015-02-10 | 22:08:14

Debiera dar pena a los medios mexicanos que sean publicaciones de los Estados Unidos las que den a conocer graves hechos de corrupción de la clase política del país, como las residencias que tiene el presidente Peña Nieto, su esposa , el secretario de Hacienda, Luis Videgaray y ahora del ex gobernador de Oaxaca, José Nelson Murat Casab, entrañable compañero de generación desde el inicio de sus actividades políticas con el ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán.

Vidas paralelas desde un principio en la época del expresidente Luis Echeverría, cuando comulgaban ambos con las ideas socialistas de su tutor presidencial y que cuando la Revolución les hizo justicia a los gobernadores Murat y Herrera dejaron de ser los políticos pobres que sancionaba con su crítica el multimillonario ex gobernador Carlos Hank González. Un ejemplo que siguieron al pie de la letra.

Entre las propiedades de José Nelson figura un condominio que se ubica en el Time Warner Center en Nueva York que comparte con su hijo Alejando Murat que es el director general del Infonavit.

La Constructora del Sureste propiedad del gobernador oaxaqueño trabajó importantes obras por más de quinientos millones de pesos en varios municipios de la entidad veracruzana. Esta empresa es una de las seis de Murat Casab que fueron las preferidas para proyectos millonarios desarrollados en los estados de Oaxaca, Chiapas y Veracruz. Estos seis negocios comparten representantes legales y domicilios fiscales y en las invitaciones compiten entre si para que las asignaciones aparentan que son empresas diferentes cuando pertenecen a un mismo dueño, en este caso el entonces gobernador.

Por más que trate de ocultar su riqueza el que fuera un humilde oaxaqueño Murat Casab, el verdadero periodismo que se ejerce en el New York Times es que siempre cuenta con todas las pruebas, de allí que anuncie para hoy la publicación de las propiedades, sobre todo ahora que cuenta con la información que la hija del exgobernador Lorena Murat Hinojosa maneja una empresa ligada a bienes raíces con oficinas en el estado de Florida.

Para rematar su riqueza mal adquirida figura un avión jet Hawker el cual lo puso en venta por un millón de dólares.

Aseguran en Oaxaca que utilizando a prestanombres es propietario de gasolineras, restaurantes de lujo, farmacias y tiendas departamentales, resultado de seis años de rapiña. El gobernante acostumbraba decirles a los miembros de su gabinete que “no se bañaran en tina, báñense en regadera…para que salpiquen”.

El poner a nombre de familiares directos las residencias que poseen los políticos mexicanos no los excluye de haber utilizado recursos públicos que los desembarace del desvío de ingresos extraordinarios ajenos a la percepciones legales de un servidor público.

Esta denuncia preocupó seriamente a varios políticos mexicanos que quieren vivir dentro del primer mundo del vecino país del norte.

Tanto el PAN como el PRD demandaron a la PGR que investigue los bienes descubiertos por el diario neoyorquino. Senadores y diputados de la oposición exigen que las autoridades deben dar una explicación sobre este escandaloso tema de corrupción.

Pareciera que este sexenio será recordado como el descubrimiento de las casas de los políticos mexicanos.