2015-02-11 | 10:33:54

“El maestro mediocre dice. El buen maestro explica. El maestro superior demuestra. El gran maestro inspira.”
William Arthur Ward

Es duro sufrir las consecuencias de los plantones de la sección 22 del sindicato de maestros. Es irritante saber que, a pesar de lo que dice la ley, el gobierno no se atreverá a descontarles días de sueldo y mucho menos a despedirlos por haber faltado más de tres días sin causa justificada. Lo peor de todo es no saber qué están negociando los líderes con el gobierno en el Palacio de Covián.
Los maestros de la CNTE les tienen tomada la medida a nuestros gobernantes. Lo sabe el oaxaqueño Gabino Cué, que se ha pasado el sexenio cumpliéndoles sus caprichos. Lo sabe también el capitalino Miguel Ángel Mancera, que puso este lunes a su secretario de gobierno a decir que no permitiría bloqueos de avenidas sólo para que anteayer y ayer los maestros bloquearan Reforma durante horas.
El mayor riesgo ahora, sin embargo, es que el gobierno federal se rinda. A lo largo de más de 30 años de plantones, bloqueos y presiones los líderes de la CNTE han refinado a la perfección el arte de tomar a los ciudadanos como rehenes para exigir privilegios de los gobernantes.
En este caso el privilegio es muy sencillo. Ya la bandera no es cancelar una reforma educativa plasmada en la Constitución y en las leyes secundarias. Los mismos líderes de la CNTE, acostumbrados a pedir lo imposible para obtener lo más que se pueda, saben que esa exigencia no se obtendrá. Exigen ahora que se exente de esa reforma a las entidades que ellos controlan. En otras palabras, Oaxaca, Michoacán y Chiapas quedarían fuera de la reforma educativa.
Esto sería no sólo una violación de la Constitución y las leyes secundarias sino además un golpe bajo a las entidades del país que más necesitan de una mejora en la educación. Los estados que controla la CNTE son también los que peores desempeños educativos registran. Esto se debe en parte a su pobreza, pero también a que la Coordinadora ha hecho todo lo posible por impedir que los sistemas educativos mejoren.
La sección 22 está exigiendo que la nómina educativa en Oaxaca crezca de 77 mil a 90 mil maestros. Este aumento se haría sin realizar un censo de los docentes, muchos de los cuales no asisten a clases, y por supuesto sin hacer pruebas de oposición. La sección 22 escogería a los ocupantes de estas plazas. Los maestros, al deberles las plazas a los líderes, se verían obligados a seguirlos apoyando en todas las marchas, bloqueos, robos de vehículos y actos de vandalismo. Un maestro que no participa en estas acciones es ya castigado por el sindicato, que es el verdadero patrón de los docentes. La entrega de plazas sería automática para normalistas y para hijos de maestros pensionados sin importar su preparación.
Uno podría pensar que estas demandas serían rechazadas de tajo por las autoridades que impulsaron la reforma educativa. Pero no es así. Vemos a los funcionarios de Gobernación recibiendo a los líderes mientras que el resto de los maestros bloquean calles y buscan hacer el máximo daño posible a los ciudadanos que han sido tomados como rehenes.
Me pregunto si el gobierno federal tendrá que echarse para atrás en temas fundamentales de la reforma educativa. Para los gobernantes, después de todo, es más importante “desactivar el conflicto” que defender una reforma que podría dar mejores maestros y una instrucción de mayor calidad a los niños de las entidades más pobres. Lo que más enoja es que los líderes de la CNTE y los partidos políticos que los respaldan afirman estar defendiendo posiciones de izquierda… como si dar una peor educación a los más marginados fuese una posición progresista.


Un gran fraude

Después de tres años de clases de inglés en las secundarias públicas, señala Mexicanos Primero, el 97 por ciento de los estudiantes no alcanza el nivel B1 previsto por la SEP. Un 53 por ciento de los que tienen más de 9 en su boleta desconocen totalmente el idioma. La enseñanza del inglés, como la de tantas otras materias, es un gran fraude en las escuelas públicas mexicanas.


Twitter: @SergioSarmiento