2015-02-24 | 09:48:33

Salvo el encuentro obligado de hace
tres semanas en Perote para darle
el pésame por el sentido deceso de
su tío Julián Yunes Suárez, el gobernador
Javier Duarte de Ochoa
no ha podido reunirse en público ni
en privado desde diciembre del año
pasado con el senador Pepe Yunes
Zorrilla, el más fuerte aspirante del
PRI para sucederlo en la gubernatura
el año próximo.
El mandatario veracruzano ha
buscado de manera insistente un
acercamiento con su excoordinador
de campaña luego de que éste
decidió marcar una clara distancia
con él tras manifestar públicamente
su desaprobación a la iniciativa de
reforma política-electoral para elegir
en 2016 un gobernador de dos
años con el propósito de homologar
a partir de 2018 la siguiente elección
del Ejecutivo estatal con la de Presidente
de la República.
Desde hace un par de meses se
interrumpió la comunicación telefónica
entre Duarte y Yunes Zorrilla,
quien en corto –dicen– asegura no
estar enojado con el gobernador, a
quien sigue considerando su amigo
a pesar de sus diferencias políticas
irreconciliables, ya que él y su homólogo
Héctor Yunes Landa proponían
elegir en 2016 un gobernador de
cinco años, en vez de dos, y hacer
concurrentes las elecciones locales
y federales hasta el 2021.
Por esa razón el senador ha evitado
encontrarse con él. A principios
de enero, por ejemplo, abandonó
el evento agrario que encabezó el
presidente Enrique Peña Nieto en
el WTC de Boca del Río, y hace ocho
días no asistió a la gira presidencial
por San Andrés Tuxtla, a la que en
cambio sí acudió Yunes Landa, quien
hace casi mes y medio se había salido
con él del evento conmemorativo del
centenario de la promulgación de la
Ley Agraria, aduciendo que lo hacía
para hacerle ver al Jefe del Ejecutivo
federal que en Veracruz la unidad
priista era mera “simulación”.
Pepe Yunes sigue firme en su
postura, pues tampoco ha cedido
a la fallida persuasión de algunos
personeros duartistas, como el nuevo
secretario de Desarrollo Social,
Ranulfo Márquez Hernández, y
el flamante secretario particular
Enrique Ampudia Mello, a quien le
atribuyen el mérito de haber llevado
a principios de este mes a Casa Veracruz
a Héctor Yunes, después de
cuya visita a la residencia del gobernador
el “rebelde” líder de Alianza
Generacional, coincidentemente, no
vetó el nombramiento de su comadre
Yolanda Gutiérrez Carlín como
secretaria de Protección Civil, tal
como lo había hecho 23 días antes
con su otro compadre Jorge Moreno
Salinas.
Pepe Yunes, en cambio, ha resistido
hasta el asedio del exgobernador
Fidel Herrera Beltrán, quien presuntamente
estaría maquinando la
incorporación a la dirigencia estatal
del PRI de Joel Arcos Roldán, un
exdiputado local de Perote muy allegado
al exmandatario veracruzano
y también cercano a Yunes Zorrilla.
Supuestamente Arcos Roldán
asumiría la presidencia del CDE del
PRI a principios de marzo próximo,
pues está por vencer el interinato
de Alfredo Ferrari Saavedra, quien
en enero sustituyó a la exdirigente
Elizabeth Morales, la cual renunció
para buscar la candidatura a diputada
federal por el décimo distrito
electoral (Xalapa Urbano).
“Yo vivo el día a día. Son 70 días de
cubrir un interinato, así lo marca el
estatuto, trabajando intensamente,
disfrutando lo que hacemos y convencidos
de dar nuestro mejor esfuerzo”,
comentó la semana anterior
Ferrari Saavedra a los periodistas
José Ortiz Medina, Manuel Rosete
Chávez y al autor de esta columna
durante la entrevista que concedió
al programa “Polaca a la veracruzana”,
en la que, entre otros temas, el
político boqueño respondió sobre
los rumores de su presunta salida
de la dirigencia priista.
Sin embargo, salvo lo que finalmente
decida esta semana el gobernador
Javier Duarte, en su calidad de
líder nato del priismo veracruzano,
es posible que Alfredo Ferrari sea
ratificado por el Consejo Político Estatal
y se mantenga en la presidencia
del CDE del PRI hasta que concluya
el presente proceso electoral federal.
Y es que favor de Ferrari Saavedra
estarían concurriendo dos circunstancias
aparentemente favorables:
el categórico deslinde del senador
Pepe Yunes de la promoción de
Joel Arcos a la dirigencia priista, y
la distinción que Alfredo acaba de
recibir el pasado viernes 20 en la
ciudad de México, al rendir protesta
ante el Consejo Político Nacional del
PRI como miembro de la Comisión
Temporal Revisora del Listado de
Candidatos a Diputados Federales
por el Principio de Representación
Proporcional.
Cuyo seleccionados quedó integrada
por el presidente nacional
César Camacho Quiroz; la secretaria
general, Ivonne Ortega Pacheco;
el coordinador de los diputados federales,
Manlio Fabio Beltrones; el
exgobernador y actual senador por
Guerrero, René Juárez Cisneros; la
lideresa de la Organización Nacional
de Mujeres del PRI, la senadora sinaloense
Diva Gastélum; el exsenador y
exdirigente priista Humberto Roque
Villanueva, y por el secretario de
Organización del CEN, José Encarnación
Alfaro, entre otros.
Sin embargo tampoco se descarta
la posibilidad de que Ferrari sea
sustituido, ya que esta Comisión en
la que se incluyó al dirigente veracruzano
sesionará hasta el próximo
viernes 27, día en que a más tardar
deberá ser presentada la lista de
aspirantes plurinominales para
que sea revisada y aprobada por la
Comisión Permanente del tricolor.
Pero si Pepe Yunes ya se deslindó
de Joel Arcos y ha mandado claramente
el mensaje de que no busca
ni quiere posiciones para su equipo
y aliados en el gabinete duartista
ni en la dirigencia estatal del PRI,
¿entonces a quién irán a poner en
lugar de Ferrari Saavedra si es que
finalmente deciden reemplazar al
político boqueño? ¿O acaso Arcos
Roldán aceptará el cargo partidista
a pesar de la abierta desaprobación
de su paisano el senador?