2015-03-04 | 20:59:12

Tiburones Rojos camina como “relojito”


- Las individualidades al servicio del equipo


- Al fin acabó la Copa MX, pero sigue la Liga MX


- Cambios en el Instituto Veracruzano del Deporte




AFORTUNADAMENTE la Copa MX ya terminó para los Tiburones Rojos de Veracruz, pues la noche de este martes Monterrey le endilgó otra derrota, ahora por 3-1en la Sultana del Norte.

Y es que si bien ya el equipo escualo peleaba poco o nada, no deja de ser una derrota para la estadística y no vaya a ser que esa inercia positiva de la liga acabé por ser negativa por lo que ocurre en la Copa.

Aunque también es cierto que este torneo que se presentaba como un escaparate para algunos elementos del primer equipo, se acabó. Y es que jugadores como el propio Emmanuel Gil, Víctor Perales y hasta los arqueros suplentes de Melitón, entre otros, acumularon valiosos minutos en la Copa.

Es más, por sus actuaciones en la Copa, Michel Vázquez ha sido tomado en cuenta en la liga y eso habla de lo bien que se puede clarificar este torneo para algunos futbolistas.

No obstante, los resultados no alcanzaron para calificar, sobre todo porque solo lo hacían los primeros lugares y los dos mejores segundos de los seis grupos, es decir, el embudo era muy pequeño para tener cabida con varios empates y otras tantas derrotas.


AL DARLE VUELTA A LA HOJA los Tiburones Rojos ahora apuntan a la liga como un reducto en el que las cosas marchan viento en popa y los aficionados esperan que ese sueño se alargue lo más que se pueda, quién quita y hasta alcance para la liguilla y algo más…

Semanas pasan en la Liga Mexicana y cada que se avecina un partido más, la interrogante es si Veracruz mantendrá lo invicto. Por ejemplo ante Atlas esa era la pregunta, porque se trataba de un duro rival, no obstante cuando Tomás Boy decidió dejar media plantilla en Sudamérica, la presión en el equipo fue menor.

No obstante, ahora todo apuntaba a que los escualos estaban obligados a ganar a un equipo joven, de pocos argumentos futbolísticos, que no sean los de velocidad y muchas ganas. Es decir, como sea seguía habiendo presión en el equipo de Carlos Reinoso, que afortunadamente ganó y goleó por 3-0.

Ahora bien, hacíamos la reflexión con algunos amigos que antes ni siquiera esos juegos, aparentemente fáciles, se podían ganar y ahora se hizo con muchísima autoridad.

Destacar lo que ha hecho el equipo a nivel individual a favor de lo colectivo, pues no solo es que las figuras por sí solas funcionen, sino que en su conjunto se amalgamen para generar ese juego hasta ahora desplegado y dirigido por Carlos Reinoso, con buen futbol, con opciones de gol y con resultados hasta hoy positivos.





En suma, para integrar un buen equipo se tienen que conjuntar muchas cosas.










¿Y es que quién no recuerda el “Super Tiburón” del 90-91? Con incorporaciones incluso de selección nacional, entre ellos de Víctor “Harlem” Medina, José Luis González China, el sub campeón de goleo del torneo anterior como Jorge Gabrich, Juanito Morales, Adolfo Ríos, Pedro Osorio, más el campeón de goleo como Jorge Comas y el propio Omar Palma que eran de casa, y nomás el equipo no carburó como era la idea, es más, este Tiburón, recuerdo, se comió al técnico en seis fechas, al brasileño Eduardo Antunes Coimbra, “Edú”, hermano del legendario “Zico”.





Es decir, no basta tener buenos jugadores, sino hacerlos funcionar a favor del equipo y creo que ese mérito es de Carlos Reinoso que con los escualos toma su tercer aire como timonel.

Pero vámonos más cerca con este mismo tema. En el 2004 Veracruz integró con Rafael Herrerías el mejor equipo de la Era Moderna en la Entidad. Con Cuauhtémoc Blanco como líder, con el “Chaco” Giménez, con “Lorito” Jiménez, Gustavo Biscayzacú, con Kléber Boas, Lucas Ayala, entre otros tantos buenos futbolistas y, aquí fue la excepción a la regla, el técnico de perfil bajo parece poco tuvo que ver en el valiente accionar de este conjunto.

Y es que Wilson Graniolatti, con cara de pocos amigos, rudísimo en su trato y defensivo a ultranza, dicen, dicen, dejó que el equipo jugara a sus anchas bajo la batuta de Blanco y compañía. Tan es así que en varias ocasiones fue extraña ver la reunión del equipo en el centro del campo antes de iniciar un partido, pues hay quienes señalaron que era para ponerse de acuerdo cómo jugar.

En fin, los anteriores son solo ejemplos de que no solo basta tener un buen equipo, buenos jugadores, una nómina alta, sino más bien, que los actores en el campo de juego quieran jugar al futbol y alguien en el área técnica que los sepa orientar.


DICHO LO ANTERIOR, vale decir que el duelo de este viernes ante León, al igual que los otros tantos, para Veracruz no será fácil. Y es que León viene jugando bien al futbol y su más reciente resultado en donde vino de atrás para ganar a Pachuca, lo dice todo.

De jugadores hechos y derechos, León ya tiene en acción al “Chapo” Montes, al “Gallito” Vázquez, al “Gullit” Peña, entre otros grandes jugadores que seguro vendrán por todas las “canicas”.

Los escualos, con la mejoría de la cancha, seguro que harán un buen partido a ras de pasto, como lo saben, es decir, se combinarán ambas escuadras para darle forma a un partido de ir y venir, con opciones de gol y en donde la afición, esperemos, salga feliz.

Y sí, aunque pocos, hay en Veracruz aficionados al León.


UN CAMBIO EN EL INSTITUTO VERACRUZANO DE DEPORTE se gestó este martes, cuando Rafael Cuenca Reyes dejó el cargo para que Carlos Sosa Ahumada asumiera el mismo, en un cambio digamos generacional.

Y como hombre bien nacido que creo ser. Debo de agradecer la confianza de Fallo Cuenca, así como también la que me ha depositado el propio Carlos Sosa Ahumada.