2015-03-22 | 19:05:46

El Poder Judicial se ha convertido desde los sexenios de Miguel Alemán, Fidel Herrera y el actual Javier Duarte, en refugio de políticos de viejo cuño, o prácticamente en la entrada de la senectud, para asegurar su patrimonio familiar cuando estén en el ocaso de su vida.

Algunos de ellos divorciados de la carrera profesional del Derecho o de sus diferentes ramas, o de nuevo cuño, como es el caso del vástago del exprocurador general de Justicia y exfuncionario de la Sedatu, Felipe Amadeo Flores Espinosa. Ahora está por decretarse un nuevo agravio para el Poder Judicial, al cual no hay ley o togados que lo impidan.

El gobernador JDO ha propuesto una terna que encabeza Reynaldo Escobar Pérez –el tránsfuga partidista que llegó a ocupar la Secretaría de Gobierno en el régimen de Fidel Herrera-, para ocupar el lugar que dejará el magistrado José Luis Salas Torres en el Consejo de la Judicatura como representante del Poder Ejecutivo, cuyo periodo de 9 años vence en junio del presente año.

Pero vamos, es curioso que faltando unos meses para que concluya su lapso como magistrado, José Luis Salas, pida solícito licencia hasta que termine su periodo. Le debieron haber cubierto sus percepcio

Lo que causa recelo y suspicacia, es por qué el Poder Ejecutivo propone a Reynaldo Escobar en la terna –un recurso que ya lleva el visto bueno-, cuando es un político que no goza de una buena reputación moral, uno de los requisitos indispensables plasmados en la ley orgánica del Poder Judicial. Como político ha demostrado que no tiene lealtad, principios y ética.

Es un trapecista natural del poder público. Su vida ha estado marcada por claroscuros, más oscuros que claros. Desde que se salió del PRI, se refugió en los partidos de oposición a los que traicionó y, retornó al PRI después de un largo tiempo de ausencia. Ha sido un político inestable, bipolar y execrable; se alió recientemente con el desgastado, controvertido y líder senil del Movimiento de los 400 Pueblos, César del Ángel Fuentes, a quien le cedió una casa céntrica en litigio por su examante.

En lugar de que la Comisión de Honor y Justicia del CDE del PRI llamara a columnas a Reynaldo para proceder a una sanción, por fomentar una campaña de desprestigio en contra de la clase política gobernante, por conducto del sempiterno líder de los 400 Pueblos, el gobernador JDO lo recompensa incluyéndole en la terna para relevar al magistrado con licencia José Salas Torres ante el Consejo de la Judicatura del Estado.

Rey no tiene empacho en decir a los cuatro vientos, que a él lo invito el gobernador para que se desempeñe como togado, le guste o no a sus detractores y malquerientes. No hay conflicto de intereses que a trasmano continúe asesorando a César del Ángel.

Como dice la máxima reyesherolista: “la forma es fondo”. En Veracruz no hay congruencia entre el discurso oficial y la praxis. Por sus hechos los conoceréis.