Por El Hijo de Sor Juana
Columna: Décima sin musa
El asfalto
2015-03-23 |
10:39:15
A medida que el hombre se apropia de áreas verdes,
y éstas desaparecen bajo el asfalto, las ciudades se
van desertificando. Como una gangrena, el asfalto
desaparece el hábitat natural de especies animales y
vegetales, y evidentemente, de nosotros mismos. Esto
hace que la constancia de la vida peligre.
Tomándola por asalto
y a su paso dando muerte
se impone todo lo inerte
la gangrena del asfalto
y así de vida le es falto
cada vez más extensión
por la mala decisión
de alguien que toma por cierto
esa verdad del desierto
que será nuestra extinción.