2015-03-23 | 10:56:56

“El presupuesto no es sólo una colección de números sino una expresión de nuestros valores y aspiraciones.”
Jacob Lew

ACAPULCO.- Primero lo dijo en la Convención Bancaria de Acapulco el secretario de hacienda, Luis Videgaray, y después lo recalcó el presidente, Enrique Peña Nieto. El gobierno piensa cambiar de un presupuesto inercial a uno de base cero. Si realmente se hace el cambio, las consecuencias podrían ser enormes.
Estamos acostumbrados a que Hacienda revise anualmente el presupuesto del año anterior, añada un porcentaje de aumento, realice unas cuantas modificaciones y presente el nuevo presupuesto a la Cámara de Diputados, que lo aprueba con cambios menores. Así se hacen los presupuestos en la mayoría de los países. Este procedimiento es parcialmente responsable de que todos los años el gobierno registre un nuevo récord de gasto y que éste sea cada vez menos eficaz.
Un presupuesto de base cero es completamente distinto. Todos los rubros se colocan sobre la mesa, se revisan, se decide si valen la pena y se determina si están alcanzando o no los resultados previstos. En empresas privadas un presupuesto de base cero puede llevar a recortes enormes de gasto. Permite ver que muchos rubros se mantienen por inercia sin que realmente aporten nada a la firma. El presupuesto de base cero fue utilizado originalmente por Peter Pyhrr en Texas Instruments en la década de 1970 y posteriormente lo aplicaron algunos gobiernos en Estados Unidos y otros países.
En este 2015 el gobierno federal está trabajando con un presupuesto de egresos aprobado por la Cámara de Diputados de 4 billones 694 mil 677 millones de pesos, el mayor en la historia. Se ha decretado ya un recorte de 124,300 millones de pesos, pero aun si se logra aplicarlo el gasto público de 2015 terminaría siendo superior al neto total de 2014, que fue de 4 billones 530 mil 629 millones (SHCP, Informe cuarto trimestre, 2014).
En un presupuesto inercial un recorte implicaría decretar una reducción de un tanto por ciento del total y buscar rubros en que el ajuste pudiera ser mayor o menor. En un presupuesto base cero habría que empezar de que ningún rubro tiene asegurada ninguna cantidad. El gasto tendría que asignarse o no como si el programa fuera nuevo.
Yo supongo que si realmente se aplicara un presupuesto de base cero el gasto público en México podría caer en un 30 por ciento o más. Tenemos muchísimos programas de egresos que comenzaron con la idea de que ayudarían a combatir la pobreza o a promover la actividad económica pero que sólo han servido para generar burocracias y entregar dinero a grupos influyentes.
La caída en los precios del petróleo obliga a realizar recortes importantes. Un nuevo aumento de impuestos debilitaría aun más el mercado interno. Sin embargo, muchos de los programas de gobierno no pueden ser recortados aunque no cumplan con sus objetivos porque son mandatos de ley. Los trabajadores de planta del gobierno, por otra parte, no pueden ser despedidos aunque no cumplan con función alguna. Esto obligará a concentrar los recortes en otros rubros.
La experiencia nos dice que la resistencia a estos recortes será enorme. Los burócratas y grupos afectados se rebelarán abiertamente. El gasto del que se benefician ha pasado a convertirse en un derecho adquirido aunque no logre los objetivos para los que fue creado. Si pensamos que la vida en el país se ha vuelto disfuncional por las protestas de Ayotzinapa y la reforma educativa, esperemos a ver qué ocurre con un recorte realmente importante del presupuesto. Las batallas serán más duras que nunca. Una cosa es la protesta ideológica. Otra, la protesta de alguien a quien le tocas el bolsillo.


Ataque a Uber

Un grupo de taxistas del sitio de la fuente de Cibeles, en la colonia Roma de la ciudad de México, atacó con bates un auto de Uber con pasajero y conductor dentro este fin de semana. Las víctimas han presentado denuncia, pero la Procuraduría capitalina no ha hecho nada hasta el momento. Supongo que esperarán a que haya muertos.



Twitter: @SergioSarmiento