2015-04-09 | 09:23:30

Son muchas las promesas de campaña que se hacen cuando pretenden el voto. De hecho así se está viviendo, es la constante cada vez que requieren intentar convencer al electorado. La decepción de los ciudadanos viene después cuando durante su gestión se dan cuenta del incumplimiento de los que ya son legisladores.
Así como ahora se pide el voto bajo uno y otro ofrecimiento que sin empacho alguno realizan los candidatos, lo hicieron los actuales legisladores. Pero el reflejo de la apatía y el valemadrismo político se observa con el ausentismo al menos en la Cámara de Diputados.
Esos legisladores federales al paso de casi los tres años de su periodo como tal, acumulan 625 inasistencias y permisos de todo tipo para no cumplir con su obligación de estar presentes en las sesiones legislativas.
Ninguno de los 29 diputados veracruzanos se salva. De ellos, 17 son del PRI; 7 del PAN; 4 del PRD y uno del PVEM. Y ese número de faltas las han logrado justificar con cualquier argumento para no ser sancionados con un descuento de 3 mil 512 por cada falta a las sesiones.
Hace unos meses una nota informativa del periódico La Jornada hacía un recuento con precisión al respecto. Con información pública de la propia página de internet de la Cámara de Diputados se pudo constatar bajo el calendario con los días de sesiones la inasistencias, quienes justificaron la falta, enviaron su asistencia por cédula o pidieron permiso a la Mesa Directiva.
Hubo de todas las formas para poder ampararse ante la inasistencia. Otros más tenían una comisión o alguna otra razón de evadir su trabajo legislativo.
De esta manera, en cuanto a la cifra de más de 6 mil inasistencias se registra que el más faltista fue el grupo legislativo del PRI con 299, seguido del PAN que acumuló 201.
Mientras que el PRD con 99 y de lo más criticable, el único legislador del PVEM, Federico González Luna ha acumulado 26 inasistencias y permisos.
De acuerdo al reporte, y de forma individual, el diputado que ha acumulado el mayor número de faltas tanto justificadas como injustificadas, así como haber pedido permiso a la Mesa Directiva para ausentarse o simplemente no asistir a legislar, es el panista Víctor Serralde con un total de 73; después se encuentra la perredista Guadalupe Moctezuma Oviedo con 58; en tercer lugar la panista de Zongolica, Leticia López Landero con 51, mientras que del PRI, son Regina Vázquez Saut con 41 y Leopoldo Sánchez Cruz con 40, los más faltistas.
Así se entiende que ninguno ha cumplido cabalmente para lo que fueron electos. La obligación de acudir a todas las sesiones para los que son convocados lo han hecho a un lado.
La lista de faltas de los legisladores del PRI la completan: Tomás López Landero con 38 inasistencias, Ricardo Aldana Prieto con 23, Jeanny Arroyo con 21, Alejandro Montano Guzmán con 14, Guadencio Hernández Burgos con 13, Noé Hernández González con 12, Zita Pazzi Maza con 10, Verónica Cervantes y Genaro Ruiz Arriaga con nueve y Jorge del Ángel Acosta con siete.
Fernando Charleston Hernández aumuló ocho, sin contar el año que pidió licencia para ir a la Sefiplan. Otros que tampoco ha cumplido los dos años y medio son Patricia Peña (15 inasistencias), suplente de Joaquín Caballero; Isela González (11), suplente de Ponciano Vázquez; y Juan del Bosque (9), suplente de Juan Manuel Diez.
Por el PAN, además de Serralde y Leticia López con 51; les siguen Rafael Acosta Croda con 30; Mariana Dunyaska García con 17; Juan Bueno Torio con 13 y Humberto Alonso Morelli con nueve.
La pregunta es para qué pidieron ser diputados? No sin dejar de un lado que han mentido a los electores, que no cumplen con la promesa de legislar al cien por ciento para ellos, y que procuran su bienestar personal que el de los ciudadanos, para el fin que fueron electos.
Es lo mismo que ahora hacen los candidatos actuales de todos los partidos, y ojalá no incurran en la misma actitud y dentro de tres años se les tenga que hacer de nuevo la cuenta de las veces que no se pararon en el Congreso.
Lo que los convertiría en un fraude más hacia el pueblo.

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