2015-04-10 | 10:13:21

En el bar don Astasio le cuenta a un amigo: “Estoy pensando en divorciarme de mi esposa”. “¿Por qué? -pregunta el otro. Me hace objeto de chantajes sexuales -responde don Astasio-. Cada vez que le hago el amor me cobra mil pesos. Eso es para mí una humillación”. “Y grande -confirma el amigo-, sobre todo tomando en cuenta que a los demás nos cobra 500 pesos”... Ovonio Grandbolier, el hombre más perezoso del condado, se veía agotado, ojeroso, desfallecido, exhausto. “Es este trabajo -dice a sus amigos-. Ocho horas seguidas todos los días. Una cosa horrible”. “¿Cuánto tiempo llevas en ese trabajo” -le pregunta uno con preocupación. Responde Ovonio:-”Empiezo la próxima semana”... La maestra les encargó a los niños un pequeño ensayo sobre la Venus de Milo. Pepito escribió: “Sus hermosos senos..”. “No uses esa palabra -le indica la profesora-. Es impropia de un niño. A ver cómo das la idea sin usar la palabra”. Entonces Pepito puso: “Sus hermosos (.) (.)... “La chica de opulento busto llora muy desconsolada: su papá le ha prohibido que use un vestido de amplio escote y un brassier que no tiene tirantes. “¿Por qué no dejas que Rosibel use ese brassier sin tirantes?”, -pregunta la mamá de la chica al señor-. Y dice él: “Porque debe enseñarse a cargar sus responsabilidades sobre los hombros”... ¿Quién va a sacar a México de la crisis en que se encuentra? ¿El gobierno? ¡¡¡¡Noooo!!! ¿San Martín de Porres? ¡¡¡Noooo!!! ¿Entonces who the hell (quién shingaos) va a sacar a México de la crisis en que se encuentra? ¡¡¡Todos nosotros!!! ¡Nosotros, usted y yo, mexicanos que haremos cada día mejor la pequeña o gran tarea que nos corresponde, que nos preocuparemos más por nuestro país, que lo amaremos más, que no toleraremos la corrupción ni participaremos aun en la forma más mínima de ella! Nuestra Patria no está condenada a ser botín de latrocinios. Sintamos orgullo de ser mexicanos, defendamos a nuestro país contra sus enemigos de dentro y fuera y veremos que a lo mejor antes de lo que suponemos México será lo que todos queremos que sea: un país mejor para nosotros y para nuestros hijos... Nubilita, muchacha adolescente, se dirige a su papá: “No sé nada acerca del sexo, papi. Háblame del tema”. El señor tose. “¿Por qué no platicas con tu hermana mayor?”. Responde la chiquilla: “No quiero saber tanto”... Dice un tipo a otro: “-El señor cura de mi pueblo es tan estricto en cuestiones de moral que los novios tienen que ir a casarse a otro pueblo’’. “-¿Por qué?’’ -se sorprende el otro-. Explica el tipo: “-Dice que él no celebra matrimonios porque no puede participar en un juego de azar’’... “-Clodoveo tiene dos personalidades -dice la muchacha a su amiga-. Unas veces es inteligente, simpático, entretenido, amable, dueño de una chispeante conversación, y otras veces no trae dinero’’... La muchacha se quejaba con una amiga: “-Mi esposo es un bruto, me hace la
vida imposible. Desde que vivo con él sufro mucho. Ya hasta me he enflacado”. “¿Y no piensas dejarlo?” -pregunta la amiga-. “Sí -responde la muchacha-, pero hasta que llegue a los 55 kilos”... La señora con ocho meses de embarazo, dos niños en los brazos y a cuyas faldas se prendían diez hijitos más, decía algo a su marido, que estaba con un six pack leyendo el periódico y viendo en la tele su futbol. Y le responde el cínico sujeto: “Acuérdate bien, Martiriana: yo nunca te dije que te daría de comer. Yo lo que te prometí es que siempre te tendría con la barriga llena”. Le dice un muchacho a su papá: “Oiga, ‘apá, fijese que me quiero casa”. “¿Cómo que se quiere casar m’hijo?”. “Ya tengo 30 años, ‘apá”. “Pronto se pasa el tiempo -dice el señor rascándose la cabeza-. Y ¿ya gana m’hijo pa’ mantener su casa?”- “Hace años que mantengo ésta” -dice el muchacho temeroso de ofender a su haragán progenitor-. “Ah qué caray” -vuelve a decir éste-. ¿Y yo en qué puedo servir a m’hijo?”. “Es que necesito que me dé algo de dinero” -dice temblando el muchacho-. “¿Y pa’ qué quiere dinero m’hijo?” Pos pa’ los anillos de la novi” -responde el chico-. “¿Anillos? exclama el papá-. ¿Y pa’ qué necesita anillos la novia? Yo tengo cuarenta años casado y su amá, y ni un cambio de aceite ha necesitado”. FIN.


MIRADOR ›armando fuentes aguirre
Llegaba a mi casa fatigado, a veces en horas de la madrugada. Sin embargo el Terry, mi perro cocker, me esperaba siempre, echado junto a la puerta, sin dormir. Cuando entraba yo se acercaba a mí, untaba a mis piernas su pequeño cuerpo y me miraba con aquellos profundos ojos suyos, un mar de inmenso amor. Luego se iba a dormir, tranquilo porque había llegado ya. Yo me iba a dormir, también. Pero antes de cerrar los ojos intentaba una oración: “-Dios mío: ayúdame a estar a la altura de lo que mi perro cree que soy”. ¡Hasta mañana!...
MANGANITAS ›por afa
“...Suites de lujo en muchas prisiones mexicanas...”. Tan grande era el lujo tal que en las cárceles se daba, que ya nomás les faltaba tener suite presidencial.